Cambio Radical ©

Capítulo 42

Hoy tenía que ir a la oficina, a pesar de que quería pasar la mayor parte del tiempo junto a mi familia o ocupándome de buscar a Nico, mi constructora también necesitaba atención, había algunos problemas que yo debía tratar personalmente, mi equipo ya se había esforzado mucho por mantenerse estos días.

En cuanto entré al edificio todos me miraban con algo de lástima, la misma mirada que ví en los padres que estaban en el kinder el día que esta pesadilla comenzó.

Ana: Chris buen día... ¿Cómo estás?- me preguntó con un poco de cautela.

Chris: estoy bien a pesar de todo... Dul está embarazada- dije sonriendo.

Ana: ¡Felicidades! al fin una buena noticia- me abrazó.

Chris: lo sé, ahora solo quiero que Nico regrese para estar en paz al fin.

Ana: pronto lo encontrarán, estoy segura.

Chris: gracias.

Poncho: amigo no te esperábamos por aquí- dijo saliendo de su oficina.

Chris: solo vengo a solucionar algo... ¿Con quién se quedaron las chicas?

Poncho: en casa con Maite y Sofía, creo que Christian irá en algunas horas.

Chris: muy bien, entonces iré a trabajar... quiero terminar lo más rápido posible.

Me despedí de Ana y Poncho y caminé hasta mi oficina.

Pasaron varias horas hasta que al fin terminé mis pendientes.

Mi celular comenzó a sonar, cuando vi que se trataba de mi amigo contesté rápido.

Chris: Hola amigo ¿qué pasa?

Christian: Christopher perdóname, alguien llamó a Dulce y solo dijo que iría por Nico antes de irse- dijo apurado.

Chris: ¿qué? ¿Porque lo permitiste?- me levanté de golpe de la silla.

Christian: no pude hacer nada, salió demasiado rápido y se llevó mi auto.

Chris: ¿sabes a dónde fue?

Christian: Parece que fue a su viejo departamento, las llaves no están.

Chris: iré a buscarla gracias.

Tomé mi saco y salí corriendo de ahí, no podía molestarme con Christian, conocía a Dulce y mi amigo no hubiera podido detenerla de todas formas.

Es una mujer muy decidida y no hay manera de detenerla cuando quiere algo, sobre todo si ese algo tiene que ver con Nicolás.

Me estacioné detrás del auto de Christian y entré al edificio, no había tiempo de esperar el ascensor y subí las escaleras corriendo.

Llegué al cuarto piso y caminé con cuidado hasta el último departamento.

La puerta estaba entreabierta y al acercarme a abrir me llené de terror al ver a Dulce sentada en el sillón frente a Paco quien le apuntaba con un arma.

Él me miró y sonrió con maldad.

Paco: vaya el príncipe valiente tardó más de lo que esperaba.

Dulce volteó a mirarme y el miedo en sus ojos llenos de lágrimas me partió el corazón.

Chris: ¿qué quieres ahora?- comencé a acercarme con cuidado.

Paco: nada, honestamente solo vine a hablar... pero entra, ponte cómodo, siéntate junto a la dama.

Me senté junto a Dulce sin quitarle los ojos de encima a ese imbecil.