Abro mis ojos lentamente y parpadeo varias veces para recuperar la nitidez y el enfoque de mi vista, ya que todo a mi alrededor lo veo sumamente borroso y no logro distinguir nada a simple alcance. Al momento que recupero mi enfoque, en lo primero que me fijo son en las molduras del techo y en el candelabro de cristal, así confirmando que estoy en mi habitación.
Me deshago de las sábanas blancas para luego levantarme de la cama, así apoyando mis pies descalzos sobre la fría moqueta blanca. Observo que traigo puesto mi pijama y no el vestido que me diseño la ninfa. Camino hasta el borde de la cama y tomo mi bata para ponermela y salir de la habitación.
Me desplazo por el pasillo y bajo las escaleras del segundo piso, y mientras me acerco a los últimos escalones, murmullos llegan a mis oídos, así que cruzo a la derecha y camino por un pequeño corredor el cual me guía hacia un salón de reuniones, donde al parecer de ese lugar provienen todos esas voces que parecen estar discutiendo de un único tema... De mí.
Al estar frente a la puerta, la entre abro un poco y veo a siete personas sentadas en la gran mesa de cristal, entre ellos mi abuelo y mi padre.
—Ella es un peligro para el mundo, su poder se puede desatar en cualquier momento.— habla un pelinegro que está sentado en la punta de la mesa —Así como derrotó con suma facilidad a el alfa Henry, también lo hará con cualquiera de nosotros.
Todos asienten en respuesta, menos mi abuelo y mi padre, y este último al escuchar hablar de esa manera al pelinegro sobre mí, las venas de su cuello se le marcan con fuerza hasta el punto que parecen querer reventar, y antes de que mi padre cometa un asesinato, mi abuelo interviene.
—No hay porque alterarse, alfa David, ella apenas esta aprendiendo a controlar sus poderes.— habla mi abuelo con serenidad —Recuerde que ella es la clave para acabar con la oscura guerra que se aproxima.
¿De qué guerra habla?
—O puede ser nuestra perdición.— dice la mujer de rizos rubios así llamando la atención de todos —Esa chica podrá tener el alma y el corazón más puro, pero no olviden que la oscuridad la puede corromper y convertir en un ser despiadado.— hace una corta pausa —Un monstruo.— esto último lo dice con repugnancia.
La piel se me eriza al escuchar a la desconocida mujer decir eso.
¿Yo convertirme en un monstruo? Es algo imposible ¿no?
El fuerte golpe que provoca mi padre al estrechar su puño contra la mesa, me hace sobresaltar del susto y me saca del pequeño trance.
—¡Ella no será ningún monstruo!— grita con notable furia —Mi hija podrá luchar contra su naturaleza, además tengo fe en que no caerá en las sucias manos de esa bruja infeliz.
—No deberías preocuparte por esa sádica mujer,— habla un castaño de ojos amarillos y de voz gruesa —deberías preocuparte por su hermano mellizo, el cual es un cazador.— en su rostro se dibuja una mueca —Él es el más despiadado y el más retorcido, y por desgracia todos se han dejado engañar por su cara de chico bueno, cuando en realidad de bueno no tiene nada.
Trago saliva.
Esto es lo más espantoso que he escuchado.
Yo no quiero que la oscuridad se adueñe de mi alma, no quiero estar en medio de una guerra en donde posiblemente morirá muchas personas inocentes. Con solo pensar que mi poder puede caer en manos equivocadas, ocasiona que mis piernas flaqueen como gelatinas y mis sentidos se aturdan.
—¿Pero como ese simple cazador es mellizo de esa depravada bruja?— veo que pregunta un hombre de cabellos rojizos y con pecas en su rostro.
—Debora es una cazadora, a igual que Kalen.— responde una mujer de piel oscura y cabeza rapada —Ellos perdieron a sus padres en un ataque cuando tenían solo quince años, y desde ese momento se han protegido el uno al otro.— todos prestan atención a cada una de sus palabras —Un año después un miembro del clan «Cobra Negra» los encontró a ambos en el bosque y los acogió. Con el pasar de los años iban creciendo y aprendiendo diferentes técnicas para defenderse y sobrevivir; subieron sus rangos en el clan hasta que llegaron a ser los mejores y los favoritos del líder, pero desgraciadamente ellos no estaban conformes con lo que tenían. Ellos querían más poder.— hace una pausa —Seis años después, en una noche oscura, un novato descubrió a los hermanos haciendo un ritual en medio del bosque, en donde estaban vendiendo sus almas al diablo a cambio de obtener habilidades para poder practicar la magia negra.
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La Princesa de los Lobos.
Hombres LoboAmanda Blake tiene dos semanas de haber cumplido su mayoría de edad y un secreto le fué revelado ese mismo día, al fin la verdad relució. Ella no tiene ni idea del mundo que la rodea. Ahora tendrá una perspectiva muy diferente de ver el lugar en don...