Tres horas llevo conduciendo y definitivamente no siento las nalgas, además no he querido detener el auto en ninguna gasolinera para así no tener que perder tiempo.
Ahora me encuentro transitando las calles de Seattle.
Los autos van de allá para acá a una velocidad estable para lograr llegar a sus destinos. Docenas de humanos transitan las aceras con tranquilidad a estas altas horas de la noche; algunos de ellos vienen solos, mientras que otros vienen acompañados. Las diversas tiendas se encuentran cerradas y las únicas abiertas son bares o clubes. Las luces de los vehículos andantes y los faroles de las esquinas, son los que mantienen iluminada las oscuras calles, sino todo estuviera gobernado por la oscuridad.
No quiero sonar paranoica pero tengo un mal presentimiento, de esos en donde estas a punto de encontrarte a alguien del que tienes que mantener alejada. No se si hacerle caso a mis instintos o ignorar mi cabeza, porque a lo mejor los nervios están jugando con mi mente, ya que nunca me he alejado tanto de casa.
Muevo mi cabeza alejando esos pensando de mi mente.
Cruzo varias esquinas, recorro varias calles y paso de largo algunos semáforos, hasta dar con mi destino: Trinity Nightclub.
Estaciono el Jeep en un lugar cercano y antes de abrir la puerta, me arreglo un poco y tomo la cartera de mano para luego salir del auto, así colocándole el seguro.
Observo como hay una multitud de personas haciendo fila para poder entrar, en cambio otras ya se encuentran en la lista del guardia y entran directo al club.
Camino con mucha confianza y me detengo al frente de las dos masas de carne humana, las cuales obstruyen todo el paso hacia la puerta. Dejo que mis iris verdes se vuelvan dorados por unos segundos ante los dos guardias, y los de ellos se vuelven plateados. Ellos se hacen a un lado y me dejan entrar.
En cada manada hay tres tipos de linajes de licántropos: los omegas, los betas y los alfas.
Los omegas tienen los iris plateados, los betas los tienen amarillos y los alfas los tienen azules. Además, he leído que a los licántropos que son rechazados por su propia manada, les aparecen motas amatistas en sus iris, y al ellos intimar con otras especies, nacen los que son llamados: híbridos.
Dejo de estar hundida en mis pensamientos y empiezo a caminar por el estrecho pasillo cubierto por luces de neón. Al salir, veo como el club está repleto de sudorosos humanos, los cuales se frotan unos con otros bajo las luces de colores, mientras se mueven al ritmo de la música que retumba en sus oídos. Mis fosas nasales son invadidas por el olor a alcohol. Me hago paso entre las personas para acercarme a la barra y así pedirle una bebida al barman.
—Hola, hermosura, ¿que deseas tomar?— habla coqueto el chico.
—Quiero un bluemoon.— le pido y el barman enseguida va a prepararlo para luego entregarme la bebida —Gracias.
Le doy un trago a mi bebida y siento como el líquido azul se desliza por mi garganta, así dejando esa sensación de ardor en ella.
—No he visto tanta belleza en una noche.— dicen a mis espaldas.
Me giro y me encuentro a un chico de cabellos castaños, ojos miel y de piel blanca.
—Gracias, creo.— sonrío de lado.
Tomo mi bebida, esquivo al chico y camino en busca de un lugar más privado, para no estar rodeada de tantas personas. Todos sabemos que un club nunca se tiene un poco de espacio personal, pero yo no quiero morir asfixiada por culpa de humanos con hormonas descontroladas.
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La Princesa de los Lobos.
Manusia SerigalaAmanda Blake tiene dos semanas de haber cumplido su mayoría de edad y un secreto le fué revelado ese mismo día, al fin la verdad relució. Ella no tiene ni idea del mundo que la rodea. Ahora tendrá una perspectiva muy diferente de ver el lugar en don...