Capítulo 31

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-Hola. -saludo mientras me monto en el coche.
-Hola.
Me da un pequeño beso en los labios y arranca.

-¿Qué tal el día? -pregunta.
-Bastante bien, a última hora hemos estado preparando el musical y me está encantado.
-¿Qué papel eres?
-Protagonista, claramente. -Río.

Él sonríe.

-Tengo ganas de verte cantar. -murmura.
-Tampoco es para tanto. -digo.
-¿Ah sí? Pues al nuevo creo que le encanta como cantas. Y como le llamas cariño.

Suspiro y río, sabía que el tema tenía que salir.

-Lo de cariño fue con ironía. Es un imbécil. Le dije que si no me dejaba mi novio iría a pegarle y él saltó con que en el fondo me gustaba.
-Pues tenías razón en eso, al final algún día se me va a ir la mano en el instituto y va a acabar mal.
-No entiendo porque te pones celoso, Ángel, solo me gustas tú. -murmuro.

Coloco mi mano sobre la suya, que se encuentra en la palanca de cambio, y él me sonríe con ese brillo particular en la mirada característico de él.

-Llegamos. -exclama.

Pone el freno de mano y los dos nos bajamos del coche.

-¿Sabes qué? -preguntó.

Me mira, con una ceja alzada, esperando a que hable.

-Esta vez sí me he traído bikini. -exclamo.

Quito mi camiseta y se la tiro a la cara. Él la coge en el aire y me guiña el ojo.

A pesar de ser principios de noviembre, todavía hace días de bastante calor por lo que un baño no le viene mal a nadie.

Termino de quitarme la ropa que me queda y meto un poco el pie en el agua, comprobando que el agua no está demasiado fría.

-¿Te vas a bañar? -pregunto.

Me giro y ya me encuentro a Ángel solo en bóxers, preparado para bañarse conmigo.

Sonrío mientras le miro.

¿Cómo yo, una niñata indecisa y nada experimentada en el amor de diecisiete años, he podido conquistar a este hombre?

-¿Qué miras tanto? -pregunta, mientras avanza hacia mí.
-Lo guapo que eres.

Él ríe y termina de colocarse ante mí. Rodea mi cintura con sus brazos y yo con los mío su cuello.

-Cuélgate con tus piernas. -ordena.

Lo hago y, poco después, caemos los dos al agua. Río mientras subo a la superficie con Ángel aun sosteniéndome.

Une sus labios con los míos en un lento beso y, me siento como protagonista de película. Como la escena de tres metro sobre el cielo en donde Hache y Bebi están en la piscina juntos.

-Esta noche voy a salir con los compañeros del instituto a tomar algo. -me informa.
-¿Profesores divirtiéndose? Estarás de coña, ¿no?
-Muy graciosa. -ríe.

Pasamos la tarde bastante bien, entre risas y tonterías de parte de los dos. A las siete, decidimos que es hora de que me lleve a mi casa ya que él tiene que arreglarse para esta noche.

Mañana es fiesta municipal por lo que no hay instituto y no lo podré ver por la mañana. Pero, lo bueno, es que voy a poder dormir hasta las tres de la tarde. Y dormir es lo que más me gusta en esta vida.

Por la noche, me dormí temprano. Me había despertado demasiado pronto para ir al instituto por lo que no iba a aguantar demasiado tiempo despierta.

Él, mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora