Capitulo 3

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Los primeros rayos de sol comenzaban a salir, eso hizo que me despertara, abrí poco a poco mis ojos encontrándome con un hermoso a cielo azul, oía el hermoso canto de las aves, por un segundo todo era perfecto, pero entonces recordé todo había sido una equivocación haberlos abandonado, si no me quería quedar aquí tenía que salir lo antes posible, saqué mi cuchillo e intente romper la atadura, después de un par de minutos lo había conseguido, todo iba a la perfección, pero entonces escuché una voz a lo lejos.

Empecé a ver cómo la jaula poco a poco iba bajando e inmediatamente guarde el artefacto, observé la mirada de Pan la cual se veía ¿alegre?¿y a este qué le pasa? "pensé con ironía"

-De seguro dormiste cómodamente- el decía cínico y una risa inundó mis oídos, lo fulminé con mi mirada, pero el solo se rió más fuerte e incluso pude observar que se le había salido una lágrima entre risas.

-Muy gracioso Pan- dije seria y lo mire con los ojos entre cerrados

-Relájese su Alteza-dijo burlándose de mi, de nuevo al oír eso me molesto, ya verá cuando me saque de aquí, le daré su merecido.

-Ya deja de burlarte de mi y no me digas así, soy Lilian- inmediatamente me giré para no tenerle que ver la cara de idiota.

-Mira este es el caso, yo te puedo decirte cómo quiera, soy el que manda aquí -No dije nada, solo me quede en silencio, era incomodo estar en silencio.

-Se que extrañas mucho a tu mamá y a tu hermano- dijo el en tono suave, me volteé sorprendida, ¿Como sabía aquello?

-Como sabes eso- exigí

-Yo se muchas cosas- observé que caminaba hacia un tronco y se sentaba, pero también llegué a observar que en una de sus manos tenía una manzana, escuché mi estómago exigiendo comida.

-Se que eres huérfana, te molesta si te llamo "niña perdida"-su ceja se había alzado era ¡odiosa!, a cada minuto, tenía que hacer ese gesto, mi paciencia estaba al borde, lo único que quería era hacerme enfadar, juraría que cuando saliera iba a atarlo a un árbol y rapar su linda y poblada ceja con mi daga, para no verla nunca más.

-Cierra la boca no quiero oírte- dije gritando, pose mi mirada lejos de su cara, "percibí el enfado"

-Te lo buscaste niña, ahora te quedarás en la jaula y no comerás nada- gritaba lleno de ira, al oírlo lo mire de vuelta observé que se había levantado y caminaba perdiéndose entre las plantas, la jaula había vuelto a elevarse en el aire. ¡Genial¡ ¡Ahora moriría de hambre!

-Y ya que vi que intentaste escapar, bueno eso no funcionará, ya que yo no te dejaré salir nunca, amenos a que yo quiera- escuche su voz a lo lejos, definitivamente odiaba a pan, era tan  malo y fastidioso, debí haberme quedado en casa, no sabía que había pasado, pero la jaula se había vuelto más resistente y más difícil de romper, de seguro pan la reforzó con magia, esto va a ser más difícil de lo que creí, solté un suspiro.

Pase todo el día intentando romper las lianas, y apenas había logrado romper dos, pero no me rendí y seguí adelante.
Volví a escuchar sonidos entre las plantas me animé a hablar

-Ahora regresas para volver a burlarte de mi pan-pensé que era el pero al no escuchar respuesta decidí mirar hacia abajo encontrándome al mismo chico que me había dejando inconsciente con aquel polvo raro, él esta encapuchado, observé cómo una de sus manos se acercaba a su cabeza y tiraba de la tela dejando ver su rostro, él era bastante apuesto de rasgos finos.

-No he venido a burlarme, de hecho vengo a darte esto- el sacaba de una bolsa una manzana jugos, moría  por comerla, pero fue ahí cuando lo mire confundida. ¿A caso pan lo había mandado?

-¿Pan te mando?-decía sería mientras lo miraba, se vía algo tenso por mi pregunta.

-No, de hecho si lo supiera me mataría- al oírlo me reí un poco, me sentí más tranquila, él se acercaba a un árbol y mire cómo lo escalaba hasta llegara a la altura exacta de la jaula, se sujeto a una rama, se estiraba tratando de llegar a mi con la manzana, estiré mi mano tomándola, al instante en que la tuve entre mis manos la comí.

-Gracias- decía con la boca llena, me detuve a mirarlo un poco más, seguía sujeto de la rama con una expresión tranquila y sería.

-Soy Félix-

-Lo se, como olvidar el nombre del chico que me dejo inconsciente- reí levemente mientras limpiaba mi boca con mi mano, el había formado una pequeña sonrisa ante lo dicho.

-Lo siento- dijo el encogiéndose de hombros mientras él descendía del árbol.

-Te veo luego- ví como sus comisuras se alzaban levemente mientras se iba dejándome completamente sola.

Después de unos minutos solo quedaba el corazón de la manzana, así que lo tiré, volvía a mi trabajo, pero de nuevo escuché ese sonido esta vez fingí estar durmiendo.

-Se que estas despierta- rodé los ojos mientras que me giraba viendo a Pan con un plato de carne, al ver el plato sentí que se me hacia agua la boca, Pan se veía relajado, pero eso cambió en el instante en que divisó el corazón de la manzana en la tierra, su cara se ponía roja.

-Fue Félix no es así-

-No, fue alguien más- dije sería tratando de ocultar la verdad.

-Nadie se atreve a desobedecerme, excepto una persona- lo mire angustiada, yo sabía que apenas conocía a Félix pero fue muy amable al arriesgarse de esa forma para poder alimentarme.- ¡lo voy a lastimar de la forma más dolorosa!- había tirado el plato, dejando la comida impactarse en la tierra.

-No le hagas daño por favor- en sus ojos observé una mirada asesina.

-Pan ¡no!-grite desesperada, trataba de romperla jaula pero no funcionaba,el solo me había ignorado, mientras se iba de ahí ignorando mis gritos.

-¡No lo lastimes!- apresuradamente saque mi cuchillo y comencé a romper la ultima liana de la jaula y con eso aseguraba que iba a poder salir, finalmente lo había logrado, así que destape la parte de arriba y mire hacia a bajo, no era tan alto, con suerte podría lastimarme un poco.

De verdad quería salvarlo, era lo que siempre hacía, solo que esta vez era diferente. Era saltar y salvar a Félix de las garras de pan o dejar que Pan lo lastimaría y tal vez hasta lo mataría .

Estaba al borde de la jaula, tenía algo de miedo por lo que podría pasar, si mi cuerpo resistía podría salvar a Felix.
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True love is the most powerfull Force  ( Robbie kay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora