Lilian, una chica que va en busca de aventuras, ella buscaba respuestas acerca de su pasado, pero nunca imagino que terminaría encontrando algo más que sólo su pasado, un chico que le cambiaría la vida para siempre pero lo que no sabía es que el alg...
La desesperación me carcomía, me aferré a los barrotes e hice magia, sentí fluir la magia a través de mis manos, una luz morada hizo que la puerta se destruyera.
Al instante que se destruyó, salí corriendo, tenia que encontrarlo, tenía que saber que estaba bien, salí de la tienda y corria por las calles vacías del pueblo. Al dar vuelta a la derecha, vi a mi familia inmóvil, Rumple tenía una daga en su mano y apuntaba a Peter.
Corrí y corrí, lo único que quería era detenerlo, eso era lo único en lo que pensaba. Al llegar Rumple me vio al igual que Peter
-¡Nooo!¡Déjalo!- le grite, tratando de acercarme pero Rumple hizo un hechizo para que mis zapatos quedaran pegados al piso.
-Pagará por lo que hizo- y en ese momento lo abrazó y lo apuñalo por la espalda, Peter soltó un gritó de dolor.
¡Peter!
-Lilian, te amo, no lo olvides- su mirada reflejaba dolor y total sinceridad.
-Peter, no quiero que te vayas- dije mientras lo miraba, las lágrimas salían de mis ojos.
-Es hora de que me dejes ir- dijo, no podía evitar dejar salir lágrimas, lo amaba y no quería que esa fuera la última vez que lo viera, pero no quería admitir que no lo volvería a ver.
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Lo último que vi fue su sonrisa... Esa hermosa sonrisa, que me llenaba de tanto amor, en ese instante, una luz segadora apareció, me cubrí los ojos, la luz de había ido en cuestión de segundos.
Al volver a abrir los ojos pude obsérvame que Peter y Rumple, se encontraban tirados en el suelo, todos fueron liberados del hechizo y pudieron recuperar la movilidad al igual que yo.
-No no,no,noooo- dije en tono desesperado, sentí como una parte de mi corazón se desgarraba, era una sensación extraña, sentí un cálido abrazo, mis padres me rodeaban, apoyé mi cabeza y cerré los ojos con fuerza.
-Lo perdí, lo perdí- susurraba una y otra vez, no me lo podía creer, cuando por fin estábamos juntos, pensé que todo iría bien, que yo estaría con mi familia, Peter y yo juntos, pero es nunca más sucedería.
-Tranquila Lilian, estamos aquí, todo estará bien- dijo mi madre en tono suave, mientras que mi padre acariciaba suavemente mi cabeza.
-No lo entienden lo perdí para siempre- susurre con la voz entrecortada, con mis manos quitaba las lágrimas que resbalaban por mis mejillas.
Gire mi cabeza un poco, observé a Bella, ella estaba igual de destrozada como yo. Me separe del abrazo de mis padres, camine hacia donde estaba Peter, al estar enfrente de él me hinqué, lleve una mano hacia su cara, la acaricié suavemente, pase mi mano por su cabello y luego se me vino a la mente su sonrisa sarcástica y su mal humor.
