Capítulo 2

5.2K 506 129
                                    

Día Dos: Creo que está bien.

Louis se detuvo, sus pies cubiertos por unas medias, arrastrándose por el pasillo de madera de su departamento, mientras salía del living. Se mantuvo a un par de pasos alejado de la sala principal, parado en el pasillo, y observó. Sus ojos brillosos miraban a la esquina de la pared, dentro de la sala de estar, pasando sus ojos por el familiar espacio antes de que caigan sobre una mata de rizos que parecían estar más en su lugar de lo que él esperaba.

El chico de rizos estaba, en ese momento, sentado en el sofá en la pieza principal del departamento de Louis y Zayn. Quizás ‘pasando el rato’ sería la expresión más apropiada, pensó Louis en su mente, mientras que veía que el chico se había finalmente relajado lo suficiente para enterrarse en la esquina del sofá en que había estado la mayoría del tiempo de esa noche. Una sonrisa cosquilleaba en los labios de Louis mientras que lo miraba, por alguna razón satisfecho de ver a Harry más y más cómodo en su casa con cada minuto que pasaba. Había algo que era bueno sobre todo esto, mirar al chico bajar sus defensas una por una, relajándose poco a poco. Aunque quizás era solo la calidez que estaba viniendo del calentador un poco demasiado fuerte en esa noche, o la fatiga del chico finalmente llegando a él, y quizás esa mañana todos esos nervios que Louis había pasado el día intentando deshacerse volverían de vuelta al abrir los ojos en la mañana, y el chico estaría nuevamente parado a la puerta con una mirada insegura mostrándose en todas sus facciones.

Buenos días. La frase hacía eco en la mente de Louis y trajo una pequeña sonrisa para llenar sus labios. No sabía porque, pero el pensamiento de despertar y encontrar al chico de rizos aún en su sofá le traía una calidez en el pecho. Había algo tranquilizante sobre eso, saber que él no estaba pasando la noche afuera en el frio de nuevo, y menos en la noche de Navidad.

Al menos, esperaba que el chico siguiera ahí en la mañana. Le había explicado a Harry (después de prácticamente retorcerle el brazo a Zayn para que aceptara) que estaba más que bienvenido a dormir en su colchón, especialmente hasta que la tormenta de nieve pasara.

¿Pero por qué? había preguntado Harry, ni siquiera encontrándose con los ojos de Louis mientras que miraba a su gran taza de chocolate caliente. —¿Por qué estás… haciendo esto, dejándo que me quede?

Louis solo se encogió de hombros mientras seguía guardando la abundancia de lo víveres, moviéndose alrededor de la cocina, mientras que Harry se quedaba sentado sin certeza en la mesa de la cocina. Sus hombros estaban encorvados hacia arriba y su cabeza caída entre ellos, sus rizos cayendo delante de sus ojos que parecían ocultarse cada vez que Louis intentaba divertir un poco la conversación. Mirando hacia abajo como si no mereciera hacer contacto visual. Pero Louis no había notado esta vez, como estaba muy ocupado, dando vueltas por la cocina, guardando diferentes cosas en los diferentes gabinetes mientras que respondía —¿Necesito una razón?

Harry no respondió directamente. Solamente ofreció por lo que parecía la décima vez en el día, —Pero ni me conoces.

—Tienes razón, —Louis coincidió mientras que se balanceaba sobre sus pies, quieto en su posición junto a los gabinetes de la cocina. —No te conozco. ¿Significa eso que no se me permite ofrecerte un lugar donde dormir o quizás una o dos comidas de vez en cuando?

Como En Casa » Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora