Nadie cuenta: más que un sofá
—Creo que lo conservaremos.
Y así fue como Niall saludó a Louis un sábado por la noche a mediados de marzo cuando vio al rubio y a Zayn en el bar.
Louis arqueó una ceja, parando de quitarse el abrigo. —¿A quién conservaremos?
—Al rizado. —Niall respondió y señaló a un pequeño grupo de personas en el otro extremo del bar. Estaban apiñados alrededor de la máquina de discos de antaño que en realidad era el punto culminante del establecimiento, y a Louis le bastó sólo una mirada para encontrar aquella cabeza cubierta de rizos a la que Niall se refería. Enfocó más su mirada y se dio cuenta que estaba al lado de Josh junto con otros de sus amigos –Dan y Sandy, pensó que eran sus nombres– pasándola bien. Ellos eran todo sonrisas y pequeñas risas de vez en cuando, y los brazos colgando alrededor de los hombros. Lucían felices.
Pero lo más importante; Harry lucía feliz.
Louis sonrió a la vista y, antes de que pudiera ser descubierto mirándolos, desvió sus ojos lejos del grupo. —No sabía que estábamos considerando nunca dejarlo. —Le dijo a Niall mientras se deslizaba en uno de los taburetes. Él fingió no darse cuenta de la mirada que Niall y Zayn compartían a través de la barra.
—¿Dejarlo? ¡Nunca se me ocurriría! —Niall declaró y colocó una cerveza en frente de Louis ya abierta. —Y espero que no lo pienses porque cada vez el pequeño sinvergüenza crece en mí y mierdas. Ahora, bebe tu cerveza. Me voy. El deber llama.
Ambos asintieron hacia Niall en un breve adiós, cuando regresaba a su turno, y Louis volvió su atención hacia Zayn tan pronto como se fue. —¿De dónde salió eso? —Le preguntó, sin perder ni un segundo.
Zayn levantó una ceja, sin molestarse en levantar la vista de su vaso. —¿Qué?
—¿Conservar a Harry? —No era una conversación normal, de todas formas, discutir sobre “conservar” o no a una persona.
—Oh, —dijo Zayn, y tal vez sus mejillas se enrojecieron un poco de vergüenza, pero Louis no lo notó. —Bueno, estábamos hablando, como... arreglos y cosas, y si él se quedará a dormir en el sofá por siempre y bueno, ahí fue cuando llegaste.
Louis asintió en respuesta y tomó un largo trago de su cerveza antes de elaborar una respuesta. —Ya veo... —fue todo lo que logró decir.
Tampoco dijo más nada en los minutos que pasaron. El tema quedó en el aire, sin embargo, aun colgando ahí, grueso y pesado y un peso sobre ellos cada vez más dolorosamente cuanto más tiempo se deje intimidar discutirlo. Cuanto más tiempo pasó sin nada que decir, más difícil la situación se volvería a ordenar. Ambos sabían esto, pero tampoco quisieron hablar de ello –la responsabilidad que continuaba de puntillas alrededor, sin saber si aceptarlo, pero incapaz de negarlo. Tampoco querían reconocer que están manteniendo el futuro de un chico en sus manos.
Luego de aclarase la garganta, Zayn rompió el incomodo silencio. —Deberíamos conseguirle una cama. —dijo.
Y eso no era para nada lo que Louis se esperaba.
—¿Una... una cama? —le hizo eco, levantando ambas de sus cejas.
—O algo parecido. Tal vez un sofá-cama o algo más adecuado. —Zayn se corrigió con un encogimiento de hombros.
Louis se limitó a sacudir su cabeza. —Espera, espera, espera, lo siento. ¿Qué? ¿Una cama?
Su mirada estaba aun fija en su vaso, Zayn asintió. —Bueno, no podemos contar con él durmiendo en el sofá para siempre. Es una molestia hacerle quitar las mantas y almohadas cada mañana sólo para ponerlas todas de vuelta cada noche. Además, —hizo una pausa y finalmente, encontró los ojos de Louis, una ligera sonrisa curvando sus labios, —Eso tiene que ser doloroso como el infierno para dormir, amigo. Los dos sabemos que no es el sofá más cómodo del mundo.
ESTÁS LEYENDO
Como En Casa » Larry Stylinson
FanficLouis está en su camino a un encuentro cuando un cierto chico con rizos color chocolate y sin hogar llama su atención, tanto que le da su abrigo para que se proteja. Él no esperaba ver al chico nunca más, pero el destino quiso dar unas vueltas, haci...