Capítulo 21(SIN CORREGIR)

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Benjamin.

Al llegar a casa observe a Milene dormir, me sente a su lado mientras deshacia el nudo de mi corbata, la tire al suelo junto con mi saco y mis zapatos, me acosté y la rodé con mis brazos mientras acariciaba su vientre.

-Nos haces cosquillas- la oi decir en voz baja.

-Perdón,  te desperte.

-Estoy bien- respondió mientras se volteaba para acurrucarse a mi lado- mañana es domingo, hagamos algo juntos.

-¿Que quieres hacer?.

-Salir un rato.

-Pero Milene...

-El doctor dijo que estaba fuera de peligro desde hace una semana, la única razon por la que me quedo en casa es porque no quiero explicarle a nuestro pequeño en el futuro como lo deje sin padre porque lo mate de un infarto por el susto.

No pude evitar reir, esta chica si que sabia como ponerle comedia a los momentos serios. O al menos lo eran para mi.

-Esta bien, pero no haremos nada agitado.

-Vayamos de compras- la oi decir- se que estas emocionado por saber el sexo del bebe, pero que tal si guardamos hasta el parto.

Wou pero que idea era esa, yo queria saber que era, pero solo a Milene se le ocurren ideas tan malas como estas.

-¿Por que? -pregunte al fin.

-Para saber quien gana, además.. No te parece mas emocionante, sin mencionar que sin importar que sea, de igual manera amaremos a esta nuestro pedacito de corazón.

-Si, si lo haremos-dije y me quédate pensativo un momento- por cierto, te tengo una sorpresa.
-¿Que es?- pregunto.

-Si te lo digo no seria sorpresa- la oi quejarse.

-Vamos dime- insistio.

-Ve a dormir Milene- le ordene mientras ella nuevamente se quejaba.

-Vamos dime- me dijo fingiendo molestia.

-Te amo, descansa cariño- dijo mientras besaba su cabeza.

-No me des la vuelta Benjamin.

Me dijo mientras se levantaba sobre mi pecho, no pide evitar reir con cuidado la acosté de nuevo a la cama y bese sus labios antes de abrazarla.

-Lo dejaré pasar esta vez- dijo y solto un gran bostezo- solo porque el bebe tiene sueño.

A la mañana siguiente Milene me despertó con sus antojos y me hizo llevarla hasta un restaurante al otro lado de la ciudad solo porque queria un desayuno al estilo Hawaiiano y unos panqueques de nuez y pasas.

-Tranquila te vas atragantar- le dije mientras la observaba devorar un panqueque.

-Como por dos Ben, no lo olvides.
-No lo olvido nunca, por eso te digo que comas con mas calma.

Ella me arqueo la ceja y despues sonrio para comer su panqueque con mas calma, bueno al menos era obediente, después de tres panqueques, ella decidió que por fin hora de ir de compras, pense que ella queria algo para ella pero me indicó otras direcciones las cuales seguí confuso pero cuando observe una enorme tienda que decía The baby todo tuvo sentido, mire su rostro que iluminaba un brillo sin igual, baje del auto y le abri la puerta, ella bajo y yo tome su mano mientras nos dirigimos a la tienda.
Al entrar observe los enormes pasillos habia desde un simple chupón como muebles.
Tome un carrito y ella camino con calma pasillo por pasillo, si estaba muy emocionado por mi bebe, pero aun asi, no podia ir con tanta calma pasillo por pasillo me desesperada pero luego recordaba que Milene casi tuvo un riesgo de aborto y eso evitada que me fuera de aqui con desesperación.
Mire el carrito que estaba llena de ropa, amarilla, café, blanca, morada incluso verde, habia sabanas, cobertores, pañales, biberones, Wou ser papá se veía difícil, me acerque a Milene quien miraba su tableta con mucha atención mientras mirábamos las cunas.
Me acerque y mire un diseño de habitacion de bebe incluso venían las medidas del cuarto.

-¿Es la habitacion del bebe?- pregunte.

-Si, es lo unico que podia hacer mientras estuviese en casa ya que papá gallina no me dejaba ni levantarme por un vaso de agua.

-Esta bien, tal vez exagere un poco pero mira el lado bueno- dije mientras la abrazaba- mis dos amores estan totalmente excelentes. No puedo pedir algo mejor.

Ella comenzo a reir y beso mi mejilla, si esto es en definitiva la buena vida.
Cuando estamos pagando no pude evitar notar que bueno, la cajera me coqueteaba de una manera tan extraña, es decir estoy a un lado de la mujer de mi vida esperando a lo que va a ser lo mejor del mundo y esta, esta coqueteando como si nada, mire a Milene quien estaba bastante tranquila, ¿como no podia notarlo?, es decir la pobre chica parpadeaba demasiado que parecia que tenia algo en el ojo.

-Amor- la llame.

-¿Que sucede Benjamín? -pregunto ella.

¿Benjamin?, a no esperen si esta molesta, no pude evitar reir, mujeres saben ocultar sus celos con otras.

-Tengo antojo de algo.

-¿Eh?- dijo ella totalmente confundida- asi, ¿de que?.

-De ti- le susurre y es que no mentía.

-Ya basta Ben- dijo timida mientras me alejaba con cuidado.

Yo comencé a reir y oi como la cajera se aclaro la garganta incomoda, asi es señora aprende tengo dueña y no miro para ningún otro lado.
Al llegar al auto le abri la puerta a Milene y subi las cosas al auto, al entrar senti la mirada de Milene.

-¿Que se supone que fue eso?- pregunto ella con una sonrisa.

Yo me encogí de hombros inocentes.

-Lo unico que importa ahora es que ella sepa que solo tengo ojos para ti y nadie mas, ¿verdad pequeñín? - pregunte mientras miraba su vientre.

Oi su linda risa, yo encendí el auto y comencé a conducir.

-Creo que te vendría bien mi sorpresa.

-¿Que sorpresa?- pregunto ella.

-Ya veras.

Antes de llegar tuve que rogarle a Milene que se colocara una venda para poder darle su sorpresa, la guíe con mucho cuidado por el camino hasta llegar a la entrada, abri la puerta para ella y la introduci en la casa.

-Sorpresa- dije mientras le quitaba la venda.

Milene abrio la boca con sorpresa mientras miraba alrededor, la sala, la cocina miro las escaleras y miro las puertas.

-Ven- dije mientras tomaba su mano para abrir la habitacion del bebe- se que nose parece en nada a lo tienes en mente pero podemos cambiarla.

-Es perfecta- la oi decir con una enorme sonrisa- por eso llegabas muy tarde a casa.

-Si- dije mientras la miraba y limpiaba sus lagrimas de felicidad- hice lo mejor para mis dos adoradas vidas, solo lo mejor para lo mejor.

-Exageras Ben- dijo con un notable sonrojo.

-Eso jamas, eso son ustedes dos, lo mejor de mi vida.

-Y tu la nuestra- dijo antes de fundir nuestros labios en un apasionado beso.

Amarte esta prohibido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora