El Amor No Ex(ch)iste

Para empezar...

... Suele ser lo mejor, arrancar por el principio. ¿Por qué digo que El Amor No Existe? Bueno, ese es justamente el final del cuento; así que espérense un momento, o saltéense directamente a las últimas páginas del libro. Porque en estas primeras palabras voy a confesarles ¡Que yo antes era distinto! Era un enamorado del Amor, que buscaba por todos lados a la mujer que siempre soñó.

Me llamo Ramón, y tuve muchos apodos a lo largo de mi vida. Creo que el primero fue "Rulero" (Por los bucles en mi cabeza), otros con más simpleza me apodaban "Rulo", lo que les dio cabida a algunos, para hacer un sinfín de rimas expresas. "Ra" me llamaron muy pocos (Y más que nada las minas), "Ramy" solo una, que era mi amiga y vecina. "Changuito"y al mismo tiempo fui "Isidoro" durante todo un año, en aquel colegio privado. Y "Krusty" (El payaso) para mis compañeros de la ENET del estado. Hay quienes me han dicho "Bob", y otros "¿Dónde esta Wally?".

Ahora para evitarles leer una auto descripción, imagínense en su mente, todos esos personajes en uno solo... ¡Ese soy yo, físicamente!

Y entiendan que no me describo, ni les cuento de donde vengo, porque soy alguien cualquiera, de cualquier tiempo. Que gusta de la mujer, y tiene más o menos el mismo conocimiento, al respecto del Sexo Opuesto; del que ustedes pueden tener.

Y sin embargo; como es sabido, cada cual según su experiencia, inventa su propia ciencia para explicar lo que ha vivido, pues tengo un amigo que ha dicho, Que "La mujer es un Bicho", otro ha venido a decirnos, que "Es un mal necesario", y otro; que "La Mujer es un adversario, con el cual nos gusta rendirnos".

De seguro ustedes mismos a esta altura del partido, ya sacaron conclusiones. Muchos habrán advertido; que Ellas son templo de más de mil emociones. Aunque algunos dirán y opinarán distinto, cada cual; según sus propias desilusiones.

Yo por mi parte les digo, que en mi vida no he conocido dos que sean igual, cada Mujer tiene algo, que la convierte en un ser especial (Y como todo; algunas nos hacen bien, y otras tantas nos hacen mal).