Un extraño que vive en la luna baja a la tierra para poner un hilo rojo en los recién nacidos esos que el considera son almas gemelas así les paso a dos pequeños, los unió, ahora solo el destino se encargaría de juntarlos.
Namjin ♡
El camino a mi casa se acortaba pero yo no tenía ganas de llegar solo quería caminar por horas, perderme en esta ciudad. Algo malo de vivir aquí es que difícilmente hayas un lugar silencioso.
Una vez en la entrada del edificio lo contemple de abajo a arriba, sin más me fuí.Caminé entre calles sin rumbo, inconsciente incluso de la hora.
Prácticamente parecía haberme despedido de Jin, sus palabras, su mirada, sus labios. Debería de sentirme una maldito pervertido por besar a mi hermanastro pero no me arrepiento ni un poco. Sé que él y yo estamos unidos, la relación de nuestros padres es lo que está mal.
Frustración y tristeza no eran mis combinaciones favoritas, lo peor, es que desde hace mucho eso siento todo el tiempo incluso hacia el departamento donde vivo que debería sentirse como mi hogar pero no era cercano a eso.
Miré al cielo, dejando que la gente me empujara por no prestar atención al camino hasta que uno me desequilibró a punto de hacerme caer aún así seguí mi camino, a lo lejos un señor con un pequeño, seguro su hijo, de al menos 5 años sostenía unos dulces con una sonrisa ofreciéndole a la gente que pasaba. No podía sentirme más estúpido, a veces no vemos o no pensamos que otros pasan peores situaciones que nosotros y yo aquí sufriendo por un amor imposible mientras el señor busca darle de comer a su hijo vendiendo lo que pueda.
Me puse en cunclillas frente al niño con su tierna sonrisa.
-¿Dulces?- los puso cerca mío.
-Hummm ¿Cual me recomiendas?
-Todos.
Reí ante su ocurrencia y tome todos. Saque un billete grande, se lo di.
-Jamas permitas que nadie ni nada borre esa sonrisa.
No necesite respuesta más que ver sus ojos de felicidad al ver cuánto dinero le había dado.
-Gracias, señor.
Su padre hizo una reverencia sin dejar de agradecerme. Después de despedirme tomé el camino de regreso a casa pensando en mi mamá la cual es mi adoración pero que yo mismo estaba pasando de largo por un mal de amores.
Sea Jin o no para mí, el tiempo lo dirá mientras tanto disfrutaré de su compañía como sea, no todos los días podrías estar a lado de la persona que amas ¿Cierto?
Cómo quisiera que Hobi no se hubiera ido a otro continente.*
Suga
Sabía que me esuchaba por eso decidí contarle tal historia, después de Jin el era mi segundo hogar. Tal vez ya lo supiera o no pero quiero que esté consciente del apoyo incondicional que tiene de mi parte. Al fin la confianza y honestidad eran un lazo esencial en la relación con cualquier persona que amara.
Subí a su lado en la cama, el trabajo que le costaba respirar normal me daba risa, quería golpear su cabeza y así dejará de fingir dormir, no lo hice. Seguro estaba apenado por mi historia o nervioso de no saber qué hacer ante mi inesperada forma de ser. Regule mi respiración y la calidez de su cama me arrullo. Alguien debería de dormir en esta cama tan grande.
Jungkook
Fingir estar dormido era difícil y más cuando la notica de mi Hyung e Yoongi besándose me acababa de ser contada.
Cuando terminó de hablar un gran silencio nos rodeó, un peso se incrementó en mi cama aún así no me moví, su respiración se situaba cerca de mi oído, sus brazos alrededor mío; así solíamos dormir por las tardes cuando Jin no estaba y Yoongi siempre quería dormir, no podía evitar acurrucarme por lo cual el sueño nos rodeó lentamente. ~ -¿Hyung?
Abrí mis ojos y el rostro de Yoongi durmiendo a mi lado tan cerca me desconcertó. Sus labios levemente abiertos, su mejilla reposando en su mano dándole una imagen de gatito debido también a sus ojos, era simplemente hermoso. Volví a recostarme cerca de él, con mi índice repase las líneas de su rostro luego volví a cerrar los ojos, me eran tan pesados ahora mismo, no es de extrañar cuando lloras hasta dormir.
* En vez de los disfrutar de él silencio inevitablemente comencé a recordar cómo había llegado a este punto y si en otro universo paralelo sería diferente.
¿Qué pasaría si mis padres no se hubieran separado? ¿Jin y Yoongi serían novios? ¿Jimin estaría a mi lado en ese mismo lugar? ¿Se podría comer sin engordar?
Concéntrate Jungkook. *
Un gruñido me hizo brincar mientras la cama se movía pero no quería despertar, no podía enfrentarme asi a él.
-¿Pequeño?-su mano daba calor a mis mejillas-. Ve cómo estás.
Mis corazón se comprimió ante el tono de su voz, esa melodía que solo la esuchaba en la voz de mi hermano. Me sentía amado cuando yo pensaba ser un ser insignificante en su vida.
Suga
La mano de Jungkook yacía cerca de mi rostro, recargue mi peso en mi brazo para tener una mejor vista.
-¿Pequeño?-toque su mejilla-. Ve cómo estás.
Aún con mi mano en su piel se removió como bebé, no pude evitar sonreír.
-Deberías de estudiar actuación, así aprendes mejor-lo empuje tratando de tirarlo de la cama-. Maldito mentiroso.
-¡Hyung! Espere, puedo explicarlo-decía entre risas.
-Tienes suerte de que te quiero maldito mocoso-me levanté directo a la salida pero el cuerpo de Jin con una mirada pérdida se encontraba en medio de.
-No pude...-dijo.
Flashback
Jin
Una felicidad me embriagó. Asi que Suga tuvo razón todo este tiempo, era yo, era el, nosotros. Tenía ganas de llorar pero no de tristeza sino de felicidad.
Sostuve su rostro entre mis manos, roce mi nariz con la suya dibujando una sonrisa en ambos.
-Todo estará bien-dije sin despegarme.
No es verdad, cualquiera que nos conociera lo sabía, solo no podía arruinar nuestro pequeño momento donde nadie más existía y dónde podríamos ser nosotros mismos sin máscaras, sin facetas falsas, solo el amor que inamanaba alrededor de nosotros ahora confesamos y reconocía lo que me hacía sentir ¿Cómo pude ser tan necio? este momento quería recordarlo por siempre y entonces sería lo único que tendríamos cuando seamos más grandes, a lo mejor encuentre una chica con la que pueda estar, se case y tenga hermosos bebés sin importar que, seré feliz por él.
Apreté mis labios con los suyos sin soltarlo, tenía miedo se apartara pero en cuanto sus manos tomaron mi cintura baje las mías a su cuello suavemente. El ritmo de el beso y respiración se complemento siendo uno mismo. Podría detenerme pero no quería, todos mis sentimientos eran indescriptibles así que me dedique a disfrutar sus labios.
Nos apartamos y nuestras miradas eran las que se unían ahora. Con una mano acarició mi cabello quitando unos necios de mi rostro.
-Te amo, guárdalo en tu memoria y corazón, por siempre.
• • • •
Mientras la escribo voy sufriendo, ya saben normal.
Goodbye^_^
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.