La Anatomía de un amor; Eternos

Capitulo 50

Alexander

- ¡Kara nos dejara el avión!.-  Le grita por quinta vez Addison a mi queridisima esposa en media hora.- ¡Dios!

Ella baja con Alisson en brazos, se que no quiere dejarla sola por tres dias, es la primera vez desde que nació que se separa de ella.

- ¿Enserio debo dejarla?.- Pregunta por enesima vez ella con los ojos llenos de lágrimas.- Es que no la quiero dejar.

Yo la miro boquiabierto, en dos meses de nacida ella solo sabe cuestionar mi embobamiento con nuestra hija y hoy cuando debemos viajar a Nueva York a la premiacion no quiere separarse de ella.

- Yo la cuidare demasiado bien.- Dice mi madre tomando de los brazos de mi mujer a mi hija.- Vayanse que perderan el vuelo.

Kara besa por enesima vez a mi hija y luego por la obligación de Addison se aleja.

- Portate bien con abuela.- Le susurro a mi hija dandole un beso en su frente.- Papa y mama vuelven pronto.

La vuelvo a besar y me despido de mi madre.

Han pasado dos meses desde el nacimiento de mi hija, yo obviamente he regresado a mi trabajo casi de inmediato pero a mi esposa aun le falta un mes de licencia en el que se dedica enteramente a mi hija.

Hace una semana que cumplí 28 años, lo mas hermoso que pude ver fue a mi hija y mi mujer dormidas encima de mi pecho, el mejor cumpleaños que haya tenido.

Ese mismo dia hace un año mi esposa me hizo demasiado feliz al decirme que seriamos padres y verla ese dia conmigo fue la mejor manera de celebrar mi cumpleaños.

El vuelo a Nueva York fue demasiado agradable y un dia después estabamos alistandonos para recibir nuestro premio por el que tanto trabajamos.

Kara por fin aparecía ataviada en un vestido negro que la hacia lucir como lo que ella es, una reina, luego de incontables llamadas a Baltimore para saber de nuestra hija, por fin podriamos marcharnos.

- Estas demasiado guapa cariño.- Le digo mirandola descender por las escaleras de su casa.- ¿Quieres matarme?

Ella se rie y me acomoda la corbata borgoña que he combinando con mi esmoquin negro.

- Estoy ansiosa por quitarte esa corbata.- Dice ella derrochando sensualidad.- Pero mientras seamos los médicos del año.

Ella se da la vuelts y yo le pego un azote en su trasero, ¡Dios, que mujer tan guapa!.

Ella me mira y me guiña un ojo con demasiada sensualidad para mi salud.
Decido dejar esos pensamientos tan indecorosos o de lo contrario hoy no llegaremos a la premiacion.

Salimos del edificio y media hora despues estamos en la entrada del salon de convenciones del hotel, todos los flashes en nosotros, preguntas sobre nuestra hija y cuando nos unimos a nuestros amigos las sonrisa y bromas no se hacen esperar.

La ceremonia da inicio y con el pasar de las menciones es hora de nuestro turno.

- La medicina es una combinacion de amor, arte y ciencia.- Empieza a decir una señora de algunos 40 años.- Cuando todo eso es mezclado con una buena dosis de lealtad y otra de amistad, ser medico se convierte mas que en una profesión en un estilo de vida.

Hace una pausa y las personas aplauden mientras nosotros nos sonreimos unos a otros.

- Hace dos años y tres meses el hospital Johns Hopkins adopto entre ellos seis medicos que revolucionaron la medicina.- Dice dirigiendose a nosotros.- Seis jovenes menores de treinta años que explotaron todo su potencial y lograron hasta lo inimaginable, proyectos sociales, cirugías imposibles y situaciones emocionales aterradoras fueron derribadas con la union inquebrantable de seis médicos que demostraron que no existen imposibles para el que cree.