Tres: No decidas por mí

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Cuando abrió los ojos se encontraba recostado en una camilla de la enfermería, no había nadie ahí. Por un momento deseaba que el azabache estuviera con él, pero esa idea se esfumó al recordar lo alterado que se había puesto por culpa suya.

Cuando trató de levantarse su cabeza se mareó haciendo que cayera de nuevo en la camilla, el picaporte comenzó a girar para que la doctora entrará con unas pastillas en su mano izquierda y un botella de agua en la derecha. Le regalo una sonrisa amable al chico que se encontraba adolorido y con hematomas rojizas en sus mejillas.

— Toma, esto ayudará a que no duela tanto. — Le ayudó a levantarse para después entregarle las pastillas con el agua.

El rubio puso los pequeños círculos blancos en su lengua para después tomar agua y tragar las amargas pastillas dejándole un mal sabor de boca.

— ¿Cómo llegue aquí?

— Un chico te trajo — Su corazón dió un vuelco al escuchar eso.

Él lo había llevado a enfermería.

— ¿Un chico? — Intentó hacer que su voz sonara lo más tranquila, intento que falló rotundamente debido a la gran emoción que se apoderaba de su corazón.

— Sí, te trajo cargado hasta aquí — La doctora le regaló una sonrisa de complicidad.

Jimin había pasado mucho tiempo en la enfermería desde que el rumor de su homosexualidad se esparció por todo el colegio. Se llevaba bien con la doctora, pero solo era la doctora de la escuela, más no su amiga ni nada parecido.

— Deberías cuidarte más, esos moretones no se cubrirán tan fácilmente — Le susurró la mujer.

— Lo haré — Trató de ponerse de pie y visualizar ahí su mochila en una silla — Gracias — Dijo para después salir del consultorio.

Las clases habían terminado, no había ya nadie en el edificio del colegio y eso le agradaba ya que tendría un pequeño espacio para caminar por los pasillos sin sentir todas las miradas posadas en él.

No podía dejar de pensar en Jungkook, ese chico lo había pasado de lo más horrible en su primer día y todo había sido su culpa. Aún recordaba la mirada llena de terror y sus movimientos involuntarios que predominaban en el azabache, el rubio se sentía culpable, había asustado al pobre chico nuevo.

— Sí, te trajo cargado hasta aquí

Una sonrisilla se escapó de sus labios inconscientemente, lo había cargado hasta la enfermería, Jungkook se preocupó por él, había sido la única persona que se había preocupado por él.

Sus pensamientos terminaron cuando se dió cuenta estaba a unas cuadras de llegar a su casa, giró hasta un pequeño parque recreativo en donde tomó asiento en una de las bancas más alejadas y sacó un polvo de maquillaje para hacer el vago intento de ocultar sus horribles hematomas.

Nadie podía verlo así, su labio seguía hinchado, no se podía hacer mucho con ello. Sus padres casi nunca se encontraban en casa, era rara la vez que estaban ahí cuando volvía del colegio.

Pasó la esponjilla por sus hematomas deslizando suavemente el maquillaje sobre su cara, dolía, los golpes estaban recién hechos y el tacto gentil que se daba no le ayudaba en lo absoluto, el dolor predomina en todo su rostro, tal y como dijo la doctora, esos golpes no quedaban totalmente ocultos, ya que eran muy notorios.

Para su buena suerte no había nadie en casa, como de costumbre. Se dirigió directo a su habitación para encerrarse en su mundo y terminar los tediosos ejercicios de álgebra.

Pero, había un problema. Ese chico no lo dejaba pensar en el álgebra.

Había comenzado una discusión mental consigo, le había arruinado el día al primer chico que le hablaba sin murmurar nada de él o para conseguir una mamada como todos decían, nunca había tenido un amigo y hoy, lo había estropeado todo.

¿Qué haría?

Su lado razonable le decía que lo mejor era hacer como que si nunca hubieran hablado, ignorar al chico para que no lo molestaran en un futuro.
Pero, ¿qué le diría?

Es mejor que te alejes de un chico problemático como yo.

Él solo quería proteger al chico que hace los sonidos raros, él solo quería tener un amigo, pero había muchos riesgos, jamás se perdonaría si algo le llegase a pasar al chico por culpa suya.

Después de meditarlo por horas y horas se dió cuenta que él no debía decidir nada, sabía que el chico huiría de su lado sin tener que pedírselo.

Sólamente un chico muy tonto se quería juntar con alguien como yo.

Pensaba a sus adentros, era lógico el azabache para el día de mañana ni siquiera le diría «hola»
Después de hacer callar sus voces terminó las tareas extra y las propias, rogaba al cielo que la pesadilla de su vida terminase pronto.

Al día siguiente se alistó como todos los días para ir al infierno del estudio.

Tomó sus cosas y salió de su casa, colocó los auriculares en sus oídos para inundarse en las notas tristes que le gustaba escuchar. El día estaba gris, las violentas ondas de aire hacen que su cabello danzará de una forma que lo molestaba ya que sabía llegaría al colegio con el cabello hecho un nido de pájaros.

Los pasillos se encontraban desérticos, era muy temprano y la escuela se encontraba prácticamente vacía. Jimin disfrutaba la soledad, pero como cualquier otra cosa en exceso, termina dañandote internamente.

Sus pasos eran lentos cuando se fue acercando al su respectivo salón de clases, sacó los audífonos de sus oídos cuando notó al chico de ayer sentado en su mesilla.

Huye de mí, por un demonio.

Tomó asiento en su silla haciendo lo posible por ignorar al chico que estaba a su lado, posó su vista despistadamente en él, tenía puesto su uniforme de una manera impecable y su cabello estaba de igual forma, parecía que no había llegado el aire por sus cabellos color negro azabache.

— ¿Có-como...ack. Estas? — Preguntó con un sonrojo en sus mejillas.

— Deberías dejar de hablarme Jungkook — Soltó monótonamente, le había dolido de una forma horrible, pero ¿qué otra cosa podría hacer?

— Pe-pero... Ack.. No-no-no en.. Ngh, entiendo — Había comenzado a temblar de una forma algo rara, sus ojos comenzaban a cristalizarse, no podía perder al único chico que se había convertido en su amigo.

— Sólo te meterás en problemas si sigues conmigo, como pasó ayer...

— No decidas por mí, Jimin. — Soltó con voz quebrada y sin tartamudear.

— ¿Querrás tomar el riesgo?

— L-lo haré.

Hola dulces personas♡

Ayer quería seguir editando pero mi internet falló por el apagón de mi ciudad ;; 

en fin, aqui esta un capitulo mas corregido, o bueno, eso creo yo jsjs 

Besos y abrazos escritos, ~Dem.

Туретта ღ kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora