One Shots ~ Camren G!P

Algodón de azúcar

Ella ríe suavemente mientras acaricia mi rostro, y deja un suave beso en mi mejilla después de que yo le haya dicho algún chiste que no tenía gracia pero ella ríe sin sentido, aun así se veía completamente hermosa con su risita burlona.

Acaricio su cintura desnuda a causa que su remera que llegaba hasta su ombligo este un poco más arriba de lo normal. Toma uno de mis oscuros cabellos jugueteando con el coquetamente.

Sus dedos acarician el contorno de mi rostro teniendo toda su atención en lo que estaba haciendo, mordía su labio suavemente y eso me volvía loca. Mis dedos en su cintura nunca dejaron de acariciar su suave piel y ni pensaba dejar de hacerlo.

"Tu labio tiembla un poco, amor" susurra con una sonrisita que nacía en la comisura de sus labios, mientras su dedo ahora delinea el contorno de mis labios

"No puedo evitar hacerlo cuando me tocas" le digo con una sonrisa que esperaba le parezca seductora

Se acomoda más contra mi cuerpo haciendo que nuestras piernas se enlacen y mis manos acarician sus curvas por encima de su falda.

"Tienes los ojos más bonitos que eh visto, Camz", ella ríe sacudiendo su cabeza y deja un beso en mis labios

Me encantaba ella, toda ella, no puedo creer que este admitiéndolo pero me tiene enamorada con tan solo una respiración suya, su forma de ser me volvía loca, tanta ternura, tanta simpatía y descaro, ella totalmente me volvía una desquiciada que quería estar las veinticuatro horas del día a su lado.

Me felicito en el momento que le hice creer a mi pequeña hermana Taylor que hay un fantasma en su casita del árbol por que ahora se convirtió en nuestro perfecto escondite solo habían almohadas por todos lados y una sábana que cubría gran parte del piso y unas pocas mantas para taparnos.

Recuerdo como mi padre me había regañado al enterarse lo que le había hecho a la pequeña Taylor con su casita del árbol, pero luego se le paso cuando le dije que era para tener un poco de privacidad con nuestra linda vecina, aquella chica que estoy obsesionada y completamente loca de amor desde que se mudó hace cuatro años.

Papá lo comprendió y me avergonzó regalándome condones.

Si lo hizo, y fue una mierda vergonzosa.

"Duerme esta noche conmigo déjame abrazarte y susurrarte al oído mientras duermes lo mucho que te amo" le digo emocionada por la idea subiendo mi mano por su espalda

"suena tentador, amor" ella dice tocando mi pecho por encima de la camiseta

"Podemos hacer algo de comer y traerlo aquí y ver algo en netflix desde mi Mac" casi parece una súplica ella ríe

"No creo que pueda convencer a mi madre cuando llame por teléfono y me pregunte donde estoy" dice con una sonrisita en sus labios

Mentía, ella tranquilamente podía convencer a su madre podría convencer hasta a la misma reina de Inglaterra, por solo ser ella.

No era la excepción no me salvaba de sus dulces encantos, si ella me decía que saltara de un risco sabia que en dos segundos ya lo estaría haciendo.

"Tú sabes cómo hacerlo bebe" le suplicó "No me hagas parecer una marica suplicándote" ella ríe un poco más fuerte y me pega con su palma en mi hombro

"Necesito que me convenzas" muerde su labio

No necesitó nada más que me motive para posicionarme entre sus piernas y ponerla a ella contra las almohadas, no puedo evitar perderme en el color chocolate de sus ojos tan intensos, se ve completamente preciosa con su castaño cabello expandido por las almohadas y sus mejillas sonrojadas.