Shy ft. SasuHina [Naruto School AU]

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Lo siguiente que pudo ver frente suyo fue a un Naruro quejándose del fuerte golpe que le había proporcionado en la cabeza, con el cual, él mismo tenía que admitir, no había medido para nada su fuerza. Y eso que en ocasiones los golpes que le daba al rubio no eran más unos simple toques algo fuertes. Naruto le parecía débil, así que prefería no "hacerle daño".

—¡Ay, ese sí que dolió, teme! —Naruto se seguía quejando sobándose la cabeza con sus manos, haciendo un puchero que seguramente para la Hyuuga habría resultado adorable pero que al Uchiha sólo le causaba aún más molestia—. ¡Tonto, no hagas eso de nuevo o-!

—Te dije que te alejaras de Hinata, Naruto, no lo hice porque sí —cortó rápidamente a su amigo. Este aún lo veía molesto pero bastante contrariado respecto a sus palabras. Sasuke bufó, cruzando sus brazos y dirigiéndole una mirada de reojo—. Le gustas, dobe.

Naruto dio un mini salto para atrás, casi olvidando por completo el dolor en su cabeza. Su expresión era casi como aterrorizada, más que nada porque se podía esperar cualquier cosa de parte de Sasuke después de conocer esa noticia. Seguro debía de ir avisando a sus padres sobre su inminente muerte prematura. Sus ojos se llenaron de un par de lágrimas.

—¡Wah, no quiero morir, Sasuke, no me mates! —chilló desesperado. El azabache puso los ojos en blanco, ¿qué le había visto la ojiblanca a ese idiota? Naruto seguía sollozando y sorbiendo unos mocos que se le escapaban debido al llanto—. ¡Soy muy joven para morir, dattebayo!. L-Lo único que quería yo hoy era llegar a casa y comer del ramen que mamá preparó.

—¡Ya basta, llorón! No te voy a matar —replicó Sasuke, harto del llanto de su amigo. Naruto le miró inquisitivo, pero aliviado, empezó a agradecerle al mayor que apenas y soltaba palabra alguna.

Un par de minutos después había dejado de llorar por completo y comenzaron su marcha para llegar a la casa del rubio, que era donde se despedían y de donde el ojinegro se desviaba para su propio hogar. El camino fue bastante silencioso, tal como a Sasuke le gustaría que fuesen todos pero como Naruto odiaba que fueran. Por esa misma razón, el menor por apenas meses se ubicó frente al contrario, con un gesto de firmeza ante sus siguiente palabras.

—Lo siento —dijo. Sasuke le dio apenas una mirada rápida para rodearlo y continuar su caminata de frente, con la mirada en alto y con plan de ignorarlo. Naruto se giró, con el ceño fruncido y colocó sus manos alrededor de su boca como una altavoz—. ¡Sasuke, lo siento, no quise que esto pasara. No quería nada de esto!

El nombrado se paró en seco. Naruto sonrió un poco más animado porque no lo había ignorado pero su expresión de alegría cambió de inmediato a una de tristeza y preocupación cuando Sasuke se giró de lado y le vio directamente a los ojos, con una mirada que denotaba bastante dolor cargado en un pequeño niño de apenas ocho años. Y por un segundo, Naruto creyó ver una lágrima deslizarse con sutileza por la mejilla de su mejor amigo.

—No quiero hablar contigo ahora —fue lo que respondió a sus palabras. El Uzumaki se encogió en su lugar, igual de triste cuando escuchó los pasos del otro niño alejarse.

Quizá lo mejor sí era separarse por un par de días, eran sólo niños pero las cosas pasan por algo y si así era como debía ser, estaba bien. Naruto lo iba a aceptar. Sasuke ya estaba seguro de que procuraría evitar al rubio por todos lados, porque sabía que donde él estuviera, estaría Hinata.

Y en ese momento, no quería ver a ninguno de ellos. Sólo quería estar solo.