¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una semana.
Una semana entera en la que todo había sido prácticamente silencio para Sasuke.
No porque faltase a la escuela siendo que ese lugar no carecía específicamente de bullicio, sino a algo más cercano, como alguien dirigiéndole directamente la palabra.
Sasuke había asistido toda la semana a clases en completo silencio y no hacía nada más tomar apuntes de la pizarra y escuchar vagamente las explicaciones de los profesores.
Oh, y algo más, observar tristemente de reojo a Naruto y Hinata, quienes no se atrevían a dirigirle la mirada.
Supuso que con el rubio sería por su sentimiento de culpa que Sasuke realmente no quiso imponer sobre él de ese modo, y ahora enserio se arrepentía de hacer sentir mal a su mejor amigo.
Y Hinata... Ella no lo miraba por temor a que, de hacerlo, quizá distanciaría aun más a los amigos al asumir que todo recaía sobre ella. O que era el principal motivo para el corte de interacciones entre Sasuke y Naruto.
Ella no se había dejado de juntar con Naruto, porque él, a diferencia de Sasuke, le había dejado en claro que no querías dejar de ser su amigo y que nada del distanciamiento era su culpa.
En el transcurso de los 5 días de clase, Sasuke había experimentado la necesidad de acercarse a ambos amigos suyos y disculparse al borde de derramar lágrimas arrepentidas. Múltiples veces imaginó que Naruto y Hinata le perdonaban, le decían que todo estaba bien y que seguirían siendo amigos.
Había otros escenarios en su mente donde le rechazaban totalmente por sus acciones tan impulsivas y por hacerlos sentir culpables de todo cuando esto era solo responsabilidad suya. Sasuke hubiera aceptado cualquiera de las posibilidades si eso incluía el quitarse el remordimiento de sobre sus hombros; incluso si eso implicaba el nunca hablarle ni a Hinata ni a Naruto.
Era lo que se merecía y estaba de acuerdo.
Pero no se armó del suficiente valor para levantarse de su asiento, acercarse a ellos y admitir conciente y arrepentidamente sus errores, productos de simples malentendidos.
Y tampoco lo haría.
El fin de semana solo marcó los cinco primeros días en los que Sasuke se mantendría en total silencio para todo y todos.
No era la mejor opción para arreglar sus problemas y lo sabía muy bien, pero no encontraba alternativa mejor. Y no, disculparse no se sentiría del todo honesto.
Y lo que menos quería ahora era mentirles tan bruscamente a sus mejores amigos.
Quizá lo mejor para los tres era que él se mantuviese a un lado y dejase a los otros dos ser amigos cercanos tanto como quisieran.
Sí, resultaba lógico.
Pues no.
Hinata no consideraba esto una solución y aun si se mantenía en silencio y alejada de Sasuke; tenía en mente arreglar esto.
Fuese como fuese.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.