Las risas de Hinata eran encantadoras para los oídos de Sasuke. Delicadas y para nada exageradas o forzadas para dejarle en claro que les parecía hilarante como hacían otras niñas apenas él abría la boca.
Lo único que no le gustaba de escucharlas en ese momento era que estas no eran provocadas por él sino por Naruto. ¿Él le causaría gracia si le contara algún chiste?
Era muy poco probable, ya que él no solía hablar con mucho ánimo y casi siempre parecía estar de mal humor. Cosa a la que su amigo rubio se había acostumbrado naturalmente pero bien sabía que quizá eso no era algo común para un niño de su edad.
Todos a esa edad literalmente se la pasan correteando de un lado a otro, disfrutando de la convivencia diaria con sus amigos de la escuela. La verdad era que eso tampoco le entusiasmaba mucho al Uchiha. Normalmente apático ante las situaciones, excepto cuando tenía relación con Hinata.
Se quedó mirando hacia el frente, donde Naruto estaba sentado al lado de la susodicha. El oji-azul parecía decir cualquier cosa sin mucho sentido pero la pelivioleta se veía realmente entretenida.
Frunció el ceño, antes de darle una pequeña patada a la pierna izquierda de Naruto quien exclamó adolorido tras esto. El agredido se giró a verlo con un obvio gesto de molestia plasmado en su rostro que cambió igual de rápido al contemplar el de Sasuke, el cual era mucho peor.
—He-ey, Hinata —Naruto se volvió hacia la oji-blanca. Al escuchar que fue nombrada y recordar que se encontraba cara a cara con él, Sasuke disolvió su expresión a una seria, buscando disimular sus nervios. Lo que sí logró.
—¿Sí, Naruto? —preguntó la niña, aún sonriente.
—Creo que llevamos un rato aquí pero... —jugó con sus dedos, temeroso de la mirada profunda de su mejor amigo que se turnaba entre él y la pelivioleta— ¡No los he presentado aún!
Exclamó, sin dejar de reír con nervios. Hinata miró de reojo a Sasuke, lo mismo que él hacía en ese momento. El azabache desvío la mirada, cruzando sus brazos. —Oh... Sí, es cierto, lo siento —se disculpó la niña. Bajando un poco la vista.
—No importa, ahora, Hinata te presentó al querido teme alias el mayor idiota de toda la escuela, ¡Sasuke Uchi-ah! —en medio de su introducción, recibió una patada aún más fuerte que la anterior que le provocó un pequeño grito. Para suerte de Sasuke, Hinata pareció no notarlo.
—¿Sasuke... Uchiha? —mencionó confundida. Ladeando la cabeza ligeramente antes de volverse hacia Sasuke, quedando ambos finalmente cara a cara. El oji-negro se removió en su lugar, apenado pero sin hacerlo denotar demasiado.
—Sí... Eso mismo —habló el Uzumaki, adolorido, acariciando múltiples veces la parte en la que fue golpeado.
—Creo que una vez me tocó un trabajo con alguien apellidado Uchiha, pero no se presentó conmigo... —murmuró. Hinata miró hacia el techo de la cafetería, con una expresión dudosa tratando de recordar.
Naruto y Sasuke se sobresaltaron de inmediato al ver que recordaba el incidente. El Uchiha pidió con la mirada a su amigo que lo sacara de esa.
—¡Eh, no, no! —negó el rubio. A lo que la niña le miró no tan convencida—. ¡Te aseguro que es la primera vez que tú y Sasuke se hablan, dattebayo! Con esa cara tan tonta no te podrías olvidar de él tan rápido, te lo aseguro.
—Naruto —gruñó Sasuke por lo bajo, lo suficiente para que sólo el susodicho le oyera. El oji-azul le sonrió temeroso, encogiéndose de hombros.
—Oh, bueno —Hinata se volvió hacia Sasuke otra vez. Con una gran y amable sonrisa sobre labios—. Es todo un placer conocerte, Sasuke.
—... —se quedó mudo ante el gesto. Ahora el que recibió patada fue él, a ver si así lograba soltar palabra alguna—. Eh... Sí, digo lo mismo —comentó cortante y no queriendo dar más declaraciones al respecto. Hinata rió levemente incómoda y tímida sin saber que decir para la ocasión.
Antes de convertir todo en un auténtico desastre, como Naruto preveía que pasaría. La campana de reanudación de clases se dio a conocer. El Uzumaki soltó un suspiro de alivio puro.
La Hyuuga se levantó de su sitio para, al estar de pie, despedirse con un pequeño sacudir de su mano en el aire y una sonrisa tras las palabras de "Hasta luego, Naruto-kun", del rubio (quien gustosamente se la devolvió). Sasuke se quejó mentalmente de esto pero no pudo prever que la niña haría lo mismo con él para empezar a alejarse seguido de un "Adiós, Sasuke-kun".
Con eso bastó para que Sasuke prácticamente olvidara que las clases proseguían y que Naruto le gritara incesante acompañado de unos golpes o advertencias de que llegarían tarde a las clases. A Sasuke podía importarle menos.
Una auténtica sonrisa hizo aparición en su semblante. Asustando un poco a su amigo que no estaba aún para nada acostumbrado a eso.
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Shy ft. SasuHina [Naruto School AU]
Fanfiction[♧] Porque Sasuke era realmente tímido al estar cerca de Hinata