El Proyecto No Aceptado.

Capítulo 1: Leonor

-Y recuerden muchachos, la ciencia no tiene fin, ustedes son ciencia y pueden hacer cosas inimaginables. Lo mejor que les puedo dejar de mí es conocimiento, espero que hayan aprendido muchísimo conmigo y también espero verlos en el futuro como Médicos, Abogados, Maestros, Veterinarios, Policías, Científicos, etc. -

En el momento que el Profesor Stiven mencionó la palabra "Científicos" mis ojos brillaron como la luna y el sol juntos, ser científica ha sido mi sueño más grande desde que tenía 8 años, siempre he intentado sobresalir y ser la mejor en todo lo que hago, especialmente en la clase de Biología ya que es la más cercana a la Ciencia.

-Pueden retirarse muchachos -exclamó el profesor Stiven desde su escritorio.

Al momento en que la clase terminó pude observar la tristeza y decepción del profesor ya que ningún alumno se le acercó para decirle adiós, darle un abrazo o un gesto de cariño, creo que es porque a diferencia de los demás maestros él aprovechaba hasta el último minuto de la clase mientras que los otros solo escribían las actividades y ya.

El Profesor Stiven en el año impartía dos semestres de Biologia, un semestre de Química y un semestre de Física. Era perfecto.

Para mí ese profesor alto, blanco de ojos café era el mejor que he tenido, él siempre ha estado al pendiente de mí y me incluía demasiado en su clase por ser la mejor alumna; incluso me eligió para participar en la feria científica con el proyecto de energía solar, fue algo difícil y complicado, pero valió la pena ya que gané.

- Es una pena que se vaya profesor -.

- Lo sé Leonor, educar es mi pasión y me cuesta creer que me voy de aquí -.

- No se ponga triste, yo sé que usted tendrá mejores oportunidades -.

- Gracias Leonor, siempre has sido una buena muchacha -.

Finalmente le di un abrazo, ambos contuvimos las lágrimas y las sustituímos por una sonrisa forzada, tenía la curiosidad de saber porque lo despidieron o porque renunció y sin mas preámbulos le pregunté:

- Profesor, ¿Por qué se va del colegio?.

- Leonor, he tenido problemas de salud, yo ya no soy el mismo de antes, he perdido mi energía debido a mi edad, lo mejor es irme ya que ustedes merecen un profesor joven que tenga todas las fuerzas para educar -.

- Ya veo -.

- Hablaré con su próximo maestro acerca de ti, le diré lo excelente que eres -.

- Muchísimas gracias profesor. Bueno ya tengo que irme, espero verlo pronto -.

Salí triste del salón de clases, de repente escuché algo que no me agradó.

- Hey, se va tu noviecito el profesor Stiven -

Era Jack, el típico patán que no falta en los colegios, él era repitente y parecía no importarle ya que llevaba un mal rendimiento académico.

- No seas estúpido Jack, el hecho de que tú no te preocupes por tus clases y odies a todos los maestros no significa que me puedes insultar de ese modo -.

- Solo decía, como se secretean tanto -.

No sabía que decirle y no por ignorancia sino por lástima, solo le hice un mal gesto, me di la vuelta y me fui.

Terminaron las clases y sigo mi rutina de ir a tomar el bus para regresar a mi casa, camino sola ya que soy de pocos amigos porque es raro que los mejores estudiantes tengan una verdadera amistad. Camino tranquilamente cuando de repente alguien toca mi espalda, doy la vuelta y es Brandon.

- Hola Leonor -.

- Hola Brandon, ¿Cómo estás? -.

- Muy bien, gracias por preguntar ¿y tú?.

- No muy bien, me siento un poco triste al saber que el profesor Stiven se va -

- Sí, que mal -

Pude observar su cara, en realidad no le importaba.

- Me preguntaba si podíamos ir al cine este fin de semana -.

- No puedo Brandon, le prometí a mi mamá limpiar la casa -

En realidad era mentira, no quiero un noviazgo con Brandon, desde que entramos a la Secundaria me empezó a piropear, pero creo que una relación no es importante y menos en la adolescencia cuando tenemos otras prioridades como estudiar.

- Vaya que mal -

- Sí, que mal -

Hice exactamente lo mismo que hizo él cuando le comenté lo del profesor Stiven.

- Adiós Brandon -.

- Adiós Leonor -.

Me subo al autobús y Glenda ya estaba ahí, ella es mi compañera en el salón de clases, puedo decir que es una amiga ya que chateo con ella, hablamos ciertas cosas pero no le cuento ningún secreto o problema personal. Me siento a la par de ella y empieza la pesadilla.

- ESTABAS HABLANDO CON BRANDON -.

- Si, me estaba invitando al cine y obviamente le dije que no -.

- ¿Por qué rayos eres así con él?, es un chico guapo.

Probablemente entra en la categoría de los guapos (supongo), él es alto, pelo rizado y ojos café, yo lo miro como un chico más, pero todas las chicas del colegio se mueren por él.

- Será guapo para ti y para todas las chicas, yo solo lo veo como un amigo -.

- Leonor, a ese paso te quedarás soltera por el resto de tu vida -

No le dije nada porque siceramente no me importa, soy feliz con la ciencia y mi gata.

En el camino hacia a mi casa es un momento incómodo ya que no sé qué hablar con Glenda, ella considera un poco aburrido hablar sobre ciencia y yo no soy la indicada para hablar algún tema de noviazgo que es lo que la mayoría de las adolescentes de 16 años como yo piensan. Finalmente se me ocurre algo y le pregunto.

- ¿Cómo será nuestro nuevo maestro? -.

- Ni idea, solo espero que sea guapo -.

Me molesto y le digo.

- ¿Por qué guapo?

- Para que me den ánimos de ir a clases - ríe de manera pervertida.

- Que asco Glenda -.

- Ok, cálmate -.

Llegamos a la parada de mi casa y me despido de Glenda, bajo del autobús y camino a mi casa que queda a una cuadra. En lo que camino paso por un parque donde estaban un grupo de hombres, me empiezan a decir estupideces (piropos), solo los ignoro y sigo caminando, paso por una casa algo vieja donde parece que mataron a alguien, unas cuantas casas más y finalmente llego a la mía.

Abro la puerta y me recibe Frida mi gata, la acaricio, saludo a mis padres, entro a mi habitación, pongo mi mochila, me quito los zapatos, me cambio de ropa y me acuesto un rato.

Luego escucho a mi mamá que me dice.

- Leonor, ven a comer -.

- Voy mamá -.

Bajo las escaleras y mi papá y mamá están sentados esperándome.

- ¿Cómo te fue hoy hija? -Me pregunta papá.

- Un poco mal, el profesor Stiven renunció -.

Mis padres se sorprendieron un poco con la noticia pero no le prestaron mucha importancia.

Termino de comer, subo a mi habitación, hago mi tarea, reviso un poco las redes sociales, lavo mis dientes, apago la luz, me acuesto en mi cama, tomo mi teléfono y empiezo a leer un libro de Anatomía que el profesor Stiven me había pasado a mi celular, finalmente me quedo dormida.

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Mis queridos lectores, espero que les este gustando el libro, estaré subiéndo capítulos los Domingos y si tengo tiempo otro día también lo haré.