Capítulo 7 -Una llegada inesperada-

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Una vez en la puerta tomó aire y se paró firmemente para conocer a ese hombre que tanto fantaseaba, su dedo temblaba al dirigirse al botón del timbre hasta que lo tocó, un Ding Dong sonó en el interior de la casa, unos crujidos de la madera se escuchaban cada vez más fuertes hasta que el mayor se detuvo a observar por el visor de la puerta.

Quedó impactado a reconocer aquel rostro que vió muchas veces en Internet, la vio por fotos y sabía muy bien de quien se trataba, la Srta que admiraba su arte y le aconsejaba de sus problemas para que no sean peores y deba sufrir.

Abrió la puerta y sus miradas se cruzaron, quedaron a muy pocos centimentros , separados nada más por una puerta.

—¿Cha-Charlotte? — Preguntó el sorprendido, de la nada se le había quitado el sueño.

En la mente de Charlotte gritaba que era un artista hermoso, no podía reaccionar, no quería despertar de este sueño si es que siempre lo fue. Parpadeó dos veces y sonrió.

—Sí, Soy yo — Respondió con una sonrisa hasta que derepente se apagó.

El Artista le había cerrado la puerta en la cara.

—¡¿Cómo sabes mi dirección?! — gritó desde el otro lado de la puerta — ¡¿Dónde están tus padres, Srta?! — volvió a exclamar molesto.

Claro, pensarán que él es un pedófilo o un sicario. Desde ahí, Charlotte supo las consecuencias, no podía inventar alguna escusa, sabía que saldría mal y terminaría en prisión, además que las leyes de ese país son distintas que su país natal.

—Escucha... he venido a visitarte, quiero conocer a ese hombre que me ayudó en mis tiempos difíciles, es el mejor regalo que puedo yo dar, entienda ud mi razón, vivimos durante años a una gran distancia, cuando por fin la pude recorrer TÚ decides rechazarla, hice un esfuerzo para nada — miro al suelo y giró a sus talones retirándose de la propiedad.

El artista observó por la ventana como se iba, notaba una tormenta de nieve acercándose en la televisión. Decidió acomodar un poco su solitaria casa hasta dejarla aceptable para que Charlotte no sepa que el tiene una muy mala organización con la limpieza. 

Charlotte empezó a sentir más frio del que había, sus manos se estaban congelando además de continuar arrastrando su valija hasta algún destino, observó a su alrededor, estaba nevando.

El artista se abrigó y con un paraguas corrió dirección a donde Charlotte se fue, inesperadamente se tropezó y calló en el medio de la avenida.

Charlotte se dió vuelta y se encontró con el nuevamente.

—¡Señor!— exclamó, soltó su valija y lo ayudó a levantarse — ¿Se encuentra bien, señor?

—Pensé que te habías ido lejos— Dijo levantándose con la ayuda de Charlotte— Gracias.

—De nada— Dijo un poco avergonzada tomando su valija — ¿Qué hace usted aquí?

—Mejor dicho, ¿Qué hace usted aquí? Y ¿Cómo descubrió usted mi dirección? — Arqueó una ceja mientras cruzaba los brazos.

—Una larga historia.— Respondió sonriendo de lado. — A partir de sus fotos vi sucursales y direcciones y sabía muy bien que estaba aquí y muy cerca.

—Menudo punto de vista.. — la miró sorprendido— Venga, está empezando a nevar y hará mucho más frio, además por el cambio climático le dará un resfriado, seguramente.

Charlotte estornudó  cubriendo su boca con el codo.

—Con más razón, vámonos— Dijo el artista tomando la valija de Charlotte y dándose la vuelta.

—¿Y usted cómo se llama?— Preguntó con mucha intriga Charlotte.

—Vienes de más de diez mil kilometros, descubres mi dirección, nos hemos hablado por internet durante unos tres años y no sabes mi nombre. — Suspiró — Archie.

—Es un nombre bastante bonito— Alagó Charlotte caminando al lado de el artista, Archie.

¿Con qué se encontrará Charlotte al ingresar a la casa del apreciado artista Archie?

Rompiendo Las Leyes De La SociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora