Capítulo 32 -Hotel para parejas-

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Después de un tenso recorrido en bus,   por fín marcó a su destino.

—Hemos llegado a Liverpool.— dijeron las vocinas que habían en el techo, Archie abrió los ojos y tragó saliva con pesadez.

—¿Qué?—preguntó Charlotte confundida observando por un orificio de la ventana.

—Liverpool, srta.— respondió archie tomando su abrigo.— póntelo, no te van a identificar con mucha ropa puesta y que tu rostro esté cubierto de telas abrigadas, menos.

Charlotte asintió y empezó a vestirse rápidamente mientras su vejiga pedía que acuda al baño, la chica ignoró por completo el llamado de su naturaleza y cargó su mochila en la espalda.
Archie bajó con un sueter y su mochila, Charlotte envuelta de abrigos sin mostrar su rostro, salieron de la terminal y a unos kilometros más tarde ingresaron a un hotel para parejas.

—Un cuarto, porfavor. —ordenó Archie, el recepcionista asintió y entregó una llave que abría uno de los cuartos del piso más alto.

—Eviten hacer ruidos durante el día.— avisó el señor, confuso al ver a esa mujer cubierta de abrigos.

Una vez ya ingresados en el cuarto, trabaron la puerta con llave pero antes, colgaron una corbata en el picaporte advirtiendo a los huéspedes como empleados que detrás de la puerta se está teniendo un encuentro íntimo.

—¿No es un poco arriesgado, Archie? —preguntó Charlotte, quitándose los abrigados tapados que la ayudaron a ocultar su identidad. — No me cubriré con nada porque aquí dentro hay calefacción.

—Cada vez que entre alguien— susurró— te metes dentro del baño y abres el agua de la tina.— Charlotte asintió.

Archie decidió prender la televisión que se encontraba frente de la cama y buscó el canal de noticias, Charlotte seguía siendo buscada, la casa de Archie había sido investigada, no encontraron documentos de el ya que por su precavidad guardó todos sus documentos en una carpeta y lo guardó en su mochila, tenía miedo en que encuentren algo que lleve su ADN. Ser delatado donde ahora se encontraba y los dueños del hotel lo manden al frente, junto a su chica.
   Las noticias mostraban los recorridos que se hicieron y hasta donde llegaron a investigar. Los padres de Charlotte empezaban a perder el interés de seguir buscándola, sabían que no saldría viva de aquel país europeo.

—Creo que debemos hacer un gran cambio de planes.— comentó Archie mirando a Charlotte como sacaba las cosas de su mochila.

—¿Cuál?— se dió la vuelta con una carta abierta en sus manos.

—Nos tintaremos el cabello y nos pondremos lentes de contacto con un color de iris distinto.

—¿Qué? —abrió los ojos con sorpresa— ¿Por qué tú también debes tintarte?

—Fingiremos ser de una tribu, esas modas de adolenscentes.— Charlotte lo miró desconforme con la idea.

—Tienes treinta y dos años. —recordó.

—Y tú dieciseis y te vas a casar. — respondió.

—¿Ah ,sí? —Se levantó del suelo— ¿Con quién me voy a casar, Rebelde Archie? —Empieza a acercarse lentamente a donde el se encontraba.

—Nada. —cruzó los brazos con seriedad.

Charlotte se sentó a su lado, con una carta vieja en sus manos y lo miró a los ojos esperando a que el le corresponda la mirada.

—¿Lo dices enserio, Archie? —preguntó la joven susurrando, no recibió respuesta alguna. — ¿Recuerda esto?— tomó su mano y dejó la carta que Archie le había escrito hace años, esa carta que Charlotte escondía y leía cada vez que se sentía sola y angustiada.

El adulto miró su mano y se topó con esa tarjeta que compró en aquel negocio, sus pelos se erizaron al recordar ese día en que Charlotte recibió aquel presente.

—Sí.— respondió — ¿Qué tiene?

—Nada, es que ... —Suspiró— me encantó el detalle que me hizo esa vez. Quisiera que repita este tipo de sentimientos, una vez más. —Sonrió.

—No me lo agradezca, espero que le haya servido pa...— sus palabras fueron interrumpidas por unos tres golpes en la puerta, acto seguido, Archie señala la puerta del baño y la joven Charlotte corre a encerrarse ahí. Una vez ya adentro Archie se levanta de la cama y abre la puerta.

—Disculpen la interrupción , les traigo su cena, viene incluida por el alquiler.— dijo el mesero con un pequeño carrito donde cargaba unos lujosos platillos dentro. — ¿Y su pareja, señor?

Archie parpadeó hasta entender a lo que se refería, apuntó nuevamente a la puerta del baño indicandole que "Su pareja" estaba en el baño. El mesero asintió y salió por la puerta que ingresó, dejando nuevamente a solas a ambos.

—Ya puede salir, Srta.— susurró Archie, la chica abrió la puerta y salió de ahí.

Ambos observaron el banquete que les habían traido, todo para dos personas, la comida muy tentadora abrió sus estómagos y decidieron comer hasta llenarse.

—¿Podemos pasear por Liverpool?— preguntó Charlotte, Archie sin despegar la copa de Champagne negó con la cabeza. — ¿Está usted loca?

—Podríamos visitar la caverna.

—¿Qué?— la miró confundido— ¿Cuál Caverna?

—Donde los Beattles tocaban. —sonrió.

—Vamos a ver. —respondió.

Archie y Charlotte quitaron las migas que quedaron en la cama y decidieron ir a dormir de una vez, ¿Qué es lo que quiere hacer Charlotte al ir a esa caverna?

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