Capítulo 21 -Prófugos-

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El camino era extenso y confuso de ingresar, los policias los perdieron de vista, con eso ganaron ventaja, además de que el camino no tenía tanta nieve como de costumbre, los desorientarían más de la cuenta.

—Srta, valla agarrando su maleta, ya que una vez que frene, saldremos.— Advirtió Archie conduciendo con la mirada fija al camino que se dividía en dos, giró a la izquierda.

Charlotte tomó su bolso y lo recostó en sus piernas, su cuerpo temblaba demaciado, miraba atrás muy seguido y al notar que los policias no estaban cerca y tampoco un helicóptero en el cielo, significaba una señal de que todo ya está mejor que antes. 

—Estamos llegando. — avisó Archie doblando a la izquierda y pasando un pequeño puente de madera.

El destino fue una casa muy amplia y antigua, llamando la atención de Charlotte completamente, se veía misteriosa para ella.

—¿Qué es este lugar?— preguntó Charlotte con miedo.

—Es una casa que me heredaron, aquí vengo a hacer pinturas y como no tengo bastantes familiares ya, la casa se ve cada vez abandonada.— respondió— descuide, suele dar miedo al principio.

Archie estacionó su auto en una pequeña cochera que se encontraba al lado, Charlotte al despegarse de su asiento fue corriendo hasta la entrada de aquella casa y esperó a que Archie abriera.

—¿Qué esperas?— Preguntó entredientes asustada.

—Tranquila.—contestó Archie bajando su mochila y las llaves de aquella casa, haciendo que Charlotte suspire.

Archie abrió las puertas de aquella casa, era realmente muy amplia y se podría decir que lujosa, el suelo estaba empolvado, los rincones tenian telarañas y humedad, daba miedo visitar este lugar de noche.

—Sepa disculpar la suciedad de este lugar, Srta.— dijo Archie entrando a la casa.

—Descuide, es razonable que no se visita mucho aquí.— respondió Charlotte entrando con su maleta en mano.

—Aquí solía juntarse mi familiares a tomar el té en las mañanas, así como a las cinco de la mañana.—comentó entrando en nostalgia.

—¿Cinco de la mañana?— preguntó asombrada— ¡Las cinco de la mañana es de madrugada!

—Pues , aquí es hora de tomar el té.

La pareja siguieron por un pasillo de la casa hasta que el mayor se puso de frente en una y empezó a buscar la llave indicada para entrar al cuarto. La joven miraba a los lados con atención y nervios, no se sentía segura de pasar más de cinco minutos adentro, soportando la humedad que la rodeaba, una vez más aceptó vivir en otra parte, convivir con su amor platónico le daba seguridad.

—Aquí dormirás— avisó abriendo la puerta— he traido bolsas de dormir, asi que no te preocupes en dormir en un sommier desnudo toda la noche.

¿Dormir sola? Se preguntó en mente Charlotte, sentiría miedo en pasar la noche en el frío y polvoriento suelo de madera, acostada en el suelo dentro de una bolsa cálida iba a parecer un cadaver esperando a ser encremado, eso sería nuevo para ella.

—Está bien, pero, ¿Se podrá barrer?— Interrogó con intriga.

—Claro, yo de todos modos estaré durmiendo en el cuarto de enfrente, si ud escucha algo, puede entrar y avisarme.

¿Qué pasará en la noche? ¿Charlotte tendrá miedo?

Rompiendo Las Leyes De La SociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora