Rompiendo Las Leyes De La Sociedad

Capítulo 11 -Conociendo Londres-

Era de mañana, Charlotte se puso su vestido de invierno más bonito, sus botas más calentitas, su bufanda más cálida y salió en el Auto con Archie a visitar Londres durante todo el día ya que para ella eran vacaciones y no iba a quedarse nada más encerrada en la casa de su amor platónico, sino también salir con él y emprender nuevas aventuras.

—Siempre he querido salir con usted—Comentó Charlotte mirando por la ventana el paisaje.

—No es nada, yo le voy a cumplir sus sueños ya que para mí no es nada ir al centro de Londres, voy todos los jueves.—Respondió Archie con su vista derecha a la carretera.

—¡¿Todos los jueves?!— preguntó asombrada mirándolo— ¡Eso es tener mucha buena suerte!— exclamó alegremente.

—¿Usted lo cree? —Dijo pensativo recordando lo que hace todos los jueves. — Si algún día usted va se va a aburrir mucho.

—Si estoy con usted no lo creo— Sonrió de manera pícara.

—Acompaño en un almuerzo con algunos amargados adultos que siempre conversan de su miserable vida.. y un poco también hablan mal de Argentina debido a una guerra que hubo hace años— comentó un poco incómodo.

—Entiendo..—Suspiró— En Argentina está muy mal visto llevar algo con la bandera de Reino Unido, es tomado como una falta de respeto. También por esa guerra.

Un silencio invadió la conversación, los ruidos de afuera se escuchaban con más claridad, el ruido del motor del auto y las llantas deslizándose por la calle. Hasta que Archie rompió el hielo.

—Se que las guerras es un tema muy cruel, frío, serio. Disculpa si algún familiar ha sido elegido para participar de aquél sufrimiento. Y también Perdón por habernos adueñado de sus tierras.— Dijo incomodo sin soltar las manos del volante.

—Descuida, Archie. Enserio, todos los años veo sobre esta guerra en la escuela y usted aunque tenga nacionalidad Británica, no es necesario disculparse, pero igual— Lo mira a los ojos— Se lo aprecio mucho.—Sonrió Charlotte, poniendolo un poco avergonzado a Archie.

Llegaron a la gran ciudad, Charlotte y Archie bajaron del vehículo y empezaron a caminar por una avenida nevada, se veía muy hermoso el lugar,pero un poco peligroso también. Subieron a un Routemaster para recorrer no solo a pie y evitar caer en el suelo.

—¿Se está divirtiendo?—Preguntó Archie caminando a su lado.

—Me estoy enamorando más de lo que ví por fotos, me encanta, estoy muy feliz aunque tampoco sea la gran cosa para otros, quisiera quedarme aquí para siempre.— Lo miró a los ojos una vez más y se acercó a abrazarlo con fuerza haciendo que archie se asombre ante esa muestra de cariño que inmediatamente correspondió.

Charlotte sabía muy bien lo que estaba pasando, estaba abrazando a su amor platónico, sentía el latido del corazón en su oido, la tranquilizaba, la poca calidez de su cuerpo que más tarde comenzó a sentir empalagó su piel y el aroma del desodorante de Old Spice embriagó a su olfato y se pegó a su ropa, nunca sintió tanta felicidad al abrazar a alguien, nunca pensó poder llegar a pisar Reino Unido de esta manera cuando en su país natal se lo prohibían. Quizás era un abrazo, pero a ella le hacía mucha falta y a él también.

...............

—Está bien, disculpe la demora, Les daremos el viaje a Reino Unido señora y puede contactar con los policias del país para empezar a buscarla— Aclaró un policia en la sala de la comisaria.

—¡Por favor!—exclamó su madre— No quiero que mi hija esté en ese país, ¡Es una falta de respeto para la familia! La gente de ahí es irritante— comentó tensa.

—¿Por qué lo dice? Usted comentó que su hija ha querido viajar ahí hace tiempo. ¿Tiene algo que ver?— preguntó confundido.

—No, no es eso.. es por la guerra de las Malvinas.

—Ohh.. Ya veo— dijo incómodo, bebió de su vaso de café y la miró nuevamente.— entiendo la situación. Fue una guerra, murió mucha gente ahí y tú lo ves como una gran ignorancia apreciar aquel país cuando hace años se desató una guerra por una isla.

—Correcto.

El policia habló desde un movil dando la voz a los demás policias de la zona para que inicien un rastreo de la joven desaparecida, habían muchas posibilidades de poder encontrarla, pero no sabían nada de ella desde que estaban en el aeropuerto.

...........

La ciudad de Londres se iluminó cuando la noche llegó, las calles nevadas y las luces estaban iluminadas lo hacía ver muy romántico y bonito el lugar, Charlotte estaba encantada con cada cosa que veía, en cambio Archie un poco desconforme con los comentarios de los Britanicos que observaban con atención las reacciones de Charlotte y darse cuenta de que no era de Allí. Pero a la vez estaba feliz por ver a esa chica que la ayudó con su estabilidad emocional demostrando estar alegre en el lugar donde siempre soñó estar.
Ambos caminaban a la par hasta llegar a un restaurante de comidas marinas y deciden entrar, ambos aman la comida del océano.

Una vez ya adentro tomaron asiento y pidieron lo que tenían ya planeado comer.. Camarones, la música ambiental del restaurante era perfecta para la noche aunque esté haciendo frio, ambos estaban demaciado alegres con poder salir a pasear, aunque Archie no lo demostrara.

Su plato fue servido y comenzaron a comer, les parecía riquísimo hasta terminar cada uno su plato, era suficiente para aquella noche.

Por último fueron hasta el "London eye" para ver la ciudad desde lo alto y que tan grande es aunque sea de noche.

Ya no habían muchos visitantes por lo que ambos subieron solos y observaron el paisaje iluminado de luces durante toda la estadia.

En eso Charlotte se sentía segura, sentía un gran valor en demostrar su aprecio y amor hacia Archie. No le hace falta ser correspondida ya que no espera que alguien mayor que él le corresponda tranquilamente.

—Archie.. —Susurró Charlotte, Archie la miró a la cara.

—¿Srta Charlotte? Dígame.

—Esto espero que no se lo tome a mal, solo que.. Agradezco mucho las veces que usted me ha ayudado con mis problemas. Que se haya tomado el tiempo en aconsejarme y darme un buen camino con esto de mi etapa.— Sus mejillas se ruborizaron al hablar mientras lo decía con gran aprecio a Archie mientras lo miraba fijamente a los ojos con grandes esperanzas y un sentimiento cálido que se le escapaba al hablar.

—No me molesta, para nada, no tengo por qué molestarme ante lo que ud dice— toma su mano con calma— usted ha sido una muy buena admiradora durante estos años, sabía que no me fallaría y decido dedicarle mi tiempo a usted, ya que usted se ve más linda cuando rie que cuando llora.

—Archie..—Sus mejillas ardían de los sentimientos y de las emociones amorosas como positivas giraban en su mente, estaba lista, debía confesarlo antes de arrepentirse ya que el momento no se volvería a repetir de la misma manera, se paró firme y su otra mano sostuvo la de Archie— Me gustas.

Los ojos de Archie se abrieron con asombro al oir las palabras de la Joven Charlotte ¿Cómo Charlotte podía estar enamorada de él? ¿La edad será un obstaculo más? No sabía que decir ante lo que ella confesó. Sus labios formaron una sonrisa y sus mejillas se coloraron tanto como las de Charlotte.

—..Charlotte..—suspiró—¿Crees que por el hecho de querer amarnos sea otro problema con la sociedad que nos rodea?— Preguntó.

—Ser de unos paises en guerra.. y con lo de la edad..— Abrió los ojos como platos con sorpresa— Archie, esa pregunta significa qué...— Tapó su boca con su mano.

Archie sonrió de lado y abrió sus brazos, Charlotte saltó a sus brazos y entrelazó sus piernas en la cintura de el, se sentía la mujer más feliz del mundo, no había vivido una noche igual, sentía que un hilo rojo los unía, supo que la relación a distancia existía y ésta era una muy buena evidencia, supo que la relación de diferencia de edad existía, podía ser posible y que nadie salía dañado por eso. Sentía las mismas sensaciones cada vez que hablaba con él por las noches, en sus momentos difíciles, cuando le daba un saludo de cumpleaños o algún alago por su arte.
Esa sensación de felicidad y embriagamiento sentimental, una de las sensaciones más bonitas que ha experimentado en su adolescencia.