Jade manejó tan rápido como pudo y llegaron a la bodega de Perrie, sonrió al ver que su plan había funcionado, y confirmó las palabras de su pareja, se sintió tan viva y capaz que su corazón aún seguía latiendo con mucha fuerza. Escuchó un gemido y ahí fue donde sus pensamientos se dispersaron y volvieron a la rubia que acostada en el sillón le sonreía a la morena victoriosa.
-Déjame ayudarte- Susurró
-Estoy perfecta- Dijo pegada a su boca
Ambas se escondieron en el apartamento y empezaron a reír eufóricas por su triunfo. No necesitaban el dinero, claro que no, ambas tenían todo lo que necesitaban y de sobra, pero lo que necesitaban era diversión y eso era lo que encontraban la una a la otra, no había explicaciones, no había palabras.
Cerraron la puerta de metal y Perrie besó a la modelo, le pasó la mano con la que anteriormente cubría su herida por la mejilla, y a ninguna le importo aquella acción, estaban desesperadas por sentirse, muertas de la pasión y la euforia. La mejilla de Jade tenía un poco de la sangre de Perrie, no mucho.
La llevó al sillón y cayeron, se habían olvidado de la herida, de la policía, del mundo que las rodeaba.
La policía...
La rubia se separó recordando su obstáculo, Jade la miró extrañada, pero leyó en su mirada miedo y entendió
-¿Cómo saldremos de acá?- La más pequeña había empezado a temblar, Perrie tomó sus manos y las apretó brindándole algo de tranquilidad.
-Necesito que te tranquilices, todo estará bien- Contestó la fotógrafa viendo a su alrededor
-¡No me puedo calmar, iremos a la cárcel!- Gritó
Perrie suspiró y rápidamente vendó su herida, era la única forma de que pudiera trabajar sin miedo a morir desangrada
-No iremos a la cárcel, Jade- La miró de reojo, la morena se empezaba a tranquilizar- Pero necesito que me respondas un par de cosas
Jade asintió ya resignada a la situación
-¿Qué tanto estarías dispuesta a hacer por mí?
-Todo- Respondió sin pensarlo- Moriría por ti
-Yo también lo haría, pequeña- Susurró besándola
-Perrie, no hay tiempo para declaraciones de amor- murmuró al punto de llorar
Ahí la rubia volvió a reaccionar. Se levantó y empezó a buscar lo que tenía pensado
-Busca mi maletín donde están todas mis cámaras, por favor- Le indicó Perrie
- ¡¿Cómo puedes pensar en eso cuando iremos a la cárcel?!
- ¡Solo búscalo!
Regañada Jade buscó lo que le pedía, sus manos temblaban y sus ojos inspeccionaban el lugar obediente, confiaba en Perrie, más que en nadie, más que en ella misma. Cuando encontró el maletín sonrió y se lo mostró a su pareja como un gran trofeo. Pero cuando vio a Perrie quedó estática, tenía unos galones de gasolina en las manos y estaba dispuesta a derramarlos
- ¿Estás loca? - Preguntó en un hilo de voz
-No- Murmuró
- ¿Qué estás haciendo? ¡¿Piensas matarnos?!- Preguntó asustada
-No, pienso matar a las dos delincuentes adolescentes que robaron ese local- Respondió mientras rociaba el piso de madera con el combustible
-Perrie...- Murmuró; la pequeña no se sentía asustada por ella, sabía que nunca haría algo para herirla, y que el amor que sentían ambas era puro. Perrie vio en sus ojos el temor y suspiró abrazándola
-Eres una persona increíble, cariño, estoy segura de ello- Susurró en su oído- Pero sé que no te gusta tu vida, esta es tu oportunidad para cambiarla; Leigh y Jesy están enteradas del plan, pero si no quieres ejecutarlo no hay problema, podemos decir que solo hubo un ladrón, no lo sé, algo se nos ocurrirá
-Tengo miedo- Susurró
Se hacía tarde y Perrie lo sabía, su plan estaba hecho y si Jade decía que no tendría que pensar muy rápido.
-Dime- Pidió- ¿Quieres comenzar una vida nueva? Fuera de todas las cámaras a tu alrededor, que seas la figura de las revistas, el acoso ¿Lo quieres?
Jade lo pensó por unos segundos y estaba segura de que una vida al lado de la fotógrafa sería todo lo que querría, su amante, sus amigos más cercanos, una vida sin preocupaciones.
-Lo quiero
-Hay que morir para vivir, Jade- Murmuró pegada a sus labios
Entonces empezaron a ejecutar su plan, la modelo le colaboró rociando el lugar con gasolina, mientras hablaba con Leigh como habían acordado; Perrie sentía algo de nostalgia al dejar el lugar, pero era solo un lugar, y sabía que cualquier lugar con que estuviera con Jade sería un buen lugar. Ella había preparado todo, había falsificado documentos, transferido el dinero a otra cuenta con su nueva identificación y le había pedido a Jesy que le ayudara con las cosas de Jade. Ambas sabían que sus vidas eran desgraciadas y que la única manera de que no fuese así era con un nuevo comienzo.
Y así lo sería
Dos chicas tras robar un local se suicidarían.
Terminaron de llenar, y el olor se hacía fuerte, al momento un auto sonó la bocina... Era Leigh y Jesy. Ambas habían buscado una camioneta, habían puesto las maletas de ambas y en la parte de atrás unos colchones para que pudieran caer; la distancia no era mucha, pero eso sería más seguro. Perrie se asomó y les sonrió a las dos chicas.
El callejón donde se habían estacionado era oscuro y cercado, los policías serían poco y no se preocuparían por rodear el lugar. Entonces ahí sonaron las bocinas policiales.
-Cariño- La llamó Perrie- Estaremos bien, lo prometo- Declaró
Jade asintió y la besó con pasión.
-¡Están rodeadas, salgan ahora!
Falso, no estaban rodeadas
-¡No queremos ir presas, antes muerta!- Gritó Perrie sin mostrar su rostro a los policías
-¡No hay salida!- Volvieron a gritar
-Hay que saltar- Indicó
-Tengo miedo- volvió a susurrar
Perrie la besó nuevamente- Estaremos bien- Repitió
Tomó la mano de la castaña y se impulsaron en la ventana saltando a quemarropa. La adrenalina que sintieron junto con el aire en sus caras fue increíble, la sangre corría por sus venas más caliente que nunca y cuando cayeron en los colchones no pudieron evitar reír por lo divertido que fue.
-Chicas- Se abrazaron todas
-Debemos terminar esto- Dijo Jesy
Leigh asintió y tomó una botella con una brecha dentro, la prendió y con una puntería increíble la tiró dentro del apartamento haciendo una explosión dentro. Las cuatro se cubrieron sintiendo el apartamento arder totalmente. Todas entraron al auto y condujeron a toda velocidad riendo y tomando unas cervezas por su triunfo.
Lo habían logrado.
- ¿Cómo sabrán que morimos?- Preguntó Jade
-Deje unos maniquíes llenos de carne- Murmuró Leigh
-Esa no me la sabía- Dijo Perrie sonriente
-Ni yo sabía que tú podrías ser cómplice de un crimen adolescente, Nelson- Admitió Jade
-Facetas ocultas, cariño
Sintieron la brisa fresca del atardecer, se sentían bien, se sentían libres, se sentían como si la una le perteneciera a la otra.
Y así era
-Por un nuevo comienzo- Se acercó para besar a su ahora novia
-Por un nuevo comienzo, Pez- Y ahí se besaron.
Pueden volver al capitulo 9