Podríamos haberlo sabido antes

116 4 0
                                    


Esa chica no habló nada en todo el trayecto de camino y solo se dedicó a observar en todas direcciones, podría decirse que era mejor para mí; pero las personas que hablan menos son con las que debes tener más cuidado, algo que aprendí de Alain.

"Ya ves, hay dos puntos a mi favor: Extrañas a Lucy que siempre está hablando y segundo punto, en cada momento quieres que me calle por lo que no puedo ser Alain"

-No voy a hablar de eso contigo-

-¿Hablar de qué?- Claro, cuando dialogas en voz alta sin ninguna razón aparente pareces loco.

-No te importa-

-Tú fuiste quien habló, y si quieres yo escucho- Tenso la mandíbula

-Lo único que quiero que hagas es llevarme con tu líder- Salimos del pueblo pero llegamos a una zona donde todas las casa parecían iguales, puede que la gente las pintara de diferentes colores pero al fin de cuentas son la misma cosa.

-Llegamos, cuidado con las trampas- Echo un vistazo rápido y con el cuchillo de cazador corto los hilos que pretenden tirar botellas y latas que como se supone  cuando algún intruso se acerque.

-¿Quién carajos...? Yuuko, volviste- dice un chico con un pañuelo atado a la cabeza.- ¿Y quién es él?-

-Quiere ver a Kirito- Más personas salen con armas pero son apartadas por un chico vestido completamente de negro de piel morena, es el líder, baja unos cuantos escalones de la casa para decirme

-No me importa porqué viniste, y no me interesa hablar contigo así que mejor vete si quieres salir vivo- Esas amenazas no funcionan conmigo, prácticamente yo fui el primero en ocuparlos.

-¿Ni siquiera te interesa saber cómo es que enviaste a un grupo de seis personas y solo regresa una?- Frunce los labios ligeramente antes de escupir a un lado y darme la espalda. Un tipo pálido con pecas y cabello negro se me acerca

-Síguelo, al final querrá hablar contigo y hay que ahorrarle a Zant la tarea de ir tras de ti- Cómo si pudieran conseguir que me fuera tan fácilmente, no me inmuto y empiezo a subir la escalera pero otra vez el chico pálido me detiene- Has el favor de guardar tus armas mientras estés adentro- Con todos los demás mirándome pero con la cuerda de piano en la otra mano guardo mi navaja en su estuche y siendo seguido por todos me adentro a la casa, no es muy diferente a las casas que por ideal la gente se imagina, comedor, sala, cocina, un patio y escaleras para los dormitorios.

"Wow, creo que deberías tener cuidado con ellos"

-No entiendo por qué te preocupas- digo entre dientes para que sea imposible escucharme, me percato de una sección del comedor donde tienen muchas espadas y demás objetos punzocortantes como dagas y guadañas; curioso que la chica que me trajo no llevara una de esas.

Espero un tiempo sentado observando a las chicas, dos de ellas murmuran entre ellas y una está en una esquina sin decir nada.

-Pues bien, no porque tengamos a un niño pelirrojo de bote tenemos que dejar de comer así que venga- Quien sea que haya hablado sería mejor que no hubiera dicho nada aunque no podría estar más equivocado al llamarme "niño" pero al verlo pasar junto a mí entiendo, me rebasa por 10 centímetros tal vez. Pone una olla en el centro de la mesa y les sirve el contenido en varios tazones.

-He cocinado esto con unas cosas que encontré en un patio aquí cerca- les dice después de que el chico con el pañuelo atado a la cabeza da el primer sorbo.

-¿Es de confianza?- dice dudoso

-Claro, ustedes relájense mientras yo les sirvo aparte de que por algo soy el cocinero- me ofrece un tazón el cual no acepto y lo deja en el suelo

Mente ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora