Él no es uno de nosotros

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Pov. Tadeo

Cuando recupero el conocimiento noto que estoy sobre un colchón, lo cual es impresionante porque para como son con los demás de Alpha (Generalizando) pensé que me dejarían ahí en el suelo.

A mi lado siento como alguien me pasa un trapo húmedo por la cara, abro los ojos y veo a Elízabeth que me observa también. Me incorporo con dificultad y ella se sobresalta.

-No estoy muerto- bromeo- así que no te asustes-

-No pensé que lo estuvieras- me dice seria

-¿Qué pasa, por qué me ves así? – Su cara refleja algo de miedo y me atrevería a suponer que tiene ganas de llorar.

-Me dejaste sola- reclama- Te dije que no tenía amigos y después estuve contigo y me abandonaste-

Frunzo las cejas desconcertado. Yo no la abandoné en realidad, ella se fue antes y a mí me costó más tiempo alcanzar al equipo.

-Lo siento...- digo a la fuerza (Porque en realidad no tengo nada de qué disculparme)

Ella solo se queda de pie sin decir nada, y tras unos momentos Ezra llega para decirle

- ¿Por qué te quedas ahí parada? Léylany estuvo insiste e insiste en que tenemos que avisarle cuando se despierte, ha estado toda inquieta desde que te desmayaste-Se dirige a mí y toma a Lizy del brazo- Ven-

Me quedo solo de nuevo, y pienso en lo que acaba de pasar. Ese tipo estuvo repitiendo que debía evitar que mataran a D ¡Yo apenas me he topado con D una vez! Y ahora tengo que idear un plan para salvarlo.

Puede que parezca extraño pero el hecho de haber sido "despertado" de la alucinación por un extraño (Porque definitivamente fue eso, tengo muy claro que no estoy drogado ni nada parecido) fue sin duda algo importante aunque aún me estoy preguntando ¿Por qué a mí?

Por un momento consideré que pudo haber sido un engaño, pero si eso fuera no creo que un científico estuviera con ese tipo que gritaba la indicación.

Además de que si no lo hago él dijo que mi equipo iba a morir también y no puedo arriesgarme a esa posibilidad, por primera vez me toca a mí tomar una decisión de vida o muerte en lugar de a Léylany.

Y Léylany...aun no sé si voy a decirle, porque ¿Cómo explicas "Me sacaron de la alucinación y un extraño me dijo que evitemos que maten a D"? Quien me escuche me va a tomar por loco.

Miro de reojo mi espada, es genial, y aunque no sea igual que el regalo de Ley, también tiene lo suyo. Tal vez me gusta más porque se la quité a Kirito tras haberlo tumbado al suelo; pero es su culpa por intentar atacarme de sorpresa y además yo estaba desarmado.

Aun así logré ganarle porque sin duda yo pienso más, él solo blandía la espada al azar y gritaba sin sentido. Tuve que pelear únicamente con mi navaja y aunque yo gané no dejé que el líder de los Zeta fuera devorado por los zombies. Y D, ese es otro asunto, D estuvo buscando a Kirito y tengo que admitir que habilidades de rastreo no le faltan, pero a mí me sobran ideas para pasar desapercibido.

Y tras todo el puto martirio que pasé: la espada se queda conmigo.

Léylany llegó corriendo y al verme despierto miró al techo y exhaló fuertemente, lo cual interpretaré como su alegría por verme vivo.

-Buenos días "Querida!"- la llamo por el apodo que usamos para molestarnos entre nosotros.

-Ahora no es momento de bromear..." Querido"- siento que quiere hacerse la enojada, pero no lo logra. -Tengo que revisar tu herida-

Mente ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora