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Para solo ser un joven de diecisiete años el chico conocido como Joker era todo un RockStar en el mundo de la magia e ilusiones ópticas. Era tan especial y talentoso que hasta en países que ni imaginaba tenía fans que le admiraban como si fuese un Idol de Kpop.

Todos aquel que tuviese red social conocía su nombre, o al menos le había visto en algún vídeo en Instagram, Facebook, Youtube u otra red social. El mundo hablaba y compartía videos donde el joven coreano caminaba sobre el agua o escapaba ileso de jaulas que estaban a punto de explotar.

Aquellos dias su rostro aparecia en cada pantalla o letrero de Seúl debido al gran espectáculo en vivo que realizaría Joker para toda persona que tuviese acceso a Internet en el planeta, donde pondría a prueba sus habilidades de escapista a un nivel nunca antes visto ni transmitido a televisión abierta. Él demostraría que merecía el título de el verdadero sucesor de Houdini.

Tras la máscara del personaje que la sociedad conocia como el joven ilusionista Joker había un chico.
Era tan solo un muchacho que nunca  había asistido al colegio cómo los demás adolescentes de su edad, por esa misma razón no tenía amigos. El trabajo era duro, le impedía revelar su verdadera identidad, incluso no podia ver a sus padres por los constantes viajes de promoción que lo llevaban a través de todo el país o el extranjero y si aún no era lo suficientemente terrible,  tenia prohibido enamorarse, pues el poder de la fama acabaría con el.

Joker era un chico que lo tenía todo, fama, dinero, talento y carisma, pero de que le servía todo ello si por dentro se sentía sólo y vacio.

Cansado de tener que estar atrapado en aquella vida donde no podía elegir que hacer, ni como ser, Joker habia  ideado un plan maestro que sería su escape para comenzar a vivir como realmente deseaba.

Durante un año planificó hasta el más mínimo detalle, esta era su obra maestra, la ilusión más grande de todos los tiempos, fingir su propia muerte.

Todo estaba perfectamente calculado, realizaría su último gran acto como Joker en la producción más elaborada de toda su carrera artística, donde todo mundo pudiera ser testigo de la que sería la última noche del ilusionista más joven de Corea.

La ilusión estaba basada en un escape con manos atadas de esposas y múltiples cadenas que impedirían mover sus extremidades, además estaría atado de pies dentro de un bunker prendido en fuego sin opción de escape imaginable.

La vida es un ciclo, donde la muerte es el comienzo de una nueva vida y Joker estaba listo para morir.

JOKER | JENO NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora