◇ c u a t r o ◇

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- ¡Tienes que creerme! -insistió Nya a su hermano mellizo, quien parecía no estar interesado en el tema.

- Dejame ver si te entiendo, dices que viste a Jeno con ropa que no era suya, además transformó una carta en mariposa -dijo Renjun intentando imaginar la escena-. Suena difícil de creer, no creo que le guste la magia ¡Ni siquiera sabía quién era Joker! -respondió totalmente incapaz de creer en lo que su hermana le decía.

- Puede que tengas razón... -dijo algo desanimada por la desaprobación de su mellizo-, quizá estaba alucinando por el hambre.

Sin darle mucha importancia más al tema, le dio un vistazo a la pierna de su hermano que tenía un color lila oscuro en la zona golpeada.

- Voy hablar con Jaemin mañana -soltó consiguiendo llamar la atención de Renjun.

- Sólo fue un accidente, estoy bien -dijo Renjun con su tono más convincente.

- Le pediré a mamá que te lleve al doctor -respondió firme la chica siendo ahora ella la que ignoraba a su hermano.

Nya sabía que Renjun jamás pediría ir al doctor, era muy tranquilo e inocente para enfrentar a Jaemin y su grupo.

Hace mucho tiempo que Nya no caminaba sola a la sala de clases, pues siempre contaba con la compañía de Renjun para todo.

Antes de ir a clases debía pasar a secretaria e informar los motivos de la ausencia de su hermano; tocó la puerta para luego ingresar encontrándose con Jeno en el interior.

- Hola jovencita -saludó la mujer mientras recibía una bolsa por parte del chico, la mirada de Nya se cruzó con la de su compañero por una fracción de segundos, era guapo, muy guapo y no podía quitarse la idea de que su rostro era familiar.

- Buenos días -saludo haciendo una reverencia para la mujer y Jeno, vengo a notificar la inasistencia de mi hermano por una visita al médico agendada para hoy.

- Joven Renjun ¿Verdad? -preguntó la mujer mientras escribía algo en su computador.

- Así es, muchas gracias, hasta luego.

Ambos salieron de la oficina y caminaron por el pasillo en dirección al salón de clases uno junto al otro en completo silencio hasta que el chico se animó a preguntar para romper el hielo.

- ¿Está bien Renjun? -soltó tímidamente.

- Ayer tenía morado en el sector del golpe, hoy irá a revisar que todo esté bien -respondió Nya igual de tímida-. Por cierto ayer sólo hablaban de lo genial que eras jugando, todos hablaban de ti, hoy todos querrán sentarse contigo! -dijo la chica ahora con un poco más de confianza recordando todo lo que había escuchado el día anterior de Jeno.

- ¿Tú crees eso?

- Te lo aseguro.

- Entonces ¿Puedo sentarme contigo? -preguntó Jeno, lo único que quería era volver a ser amigo de los mellizos-. Lamento mucho mi actitud de hace unos días y la verdad es que me agradan ustedes -murmuro con sinceridad-. Sólo ha sido difícil para mí el cambió de escuela.

- Nos hubieses dicho eso desde un comienzo, no hay problema, eres nuevamente bienvenido -sonrió amablemente la chica para hacerle sentir cómodo y acogido-. Por cierto, ¿Puedo preguntar que hacías en la oficina?

- Jaemin con sus amigos rompieron mi ropa después del partido, estaba sólo en el camerino cuando sucedió y tuve que pedir algo para vestirme de las cosas perdidas, ahora las estaba devolviendo -reveló el chico algo avergonzado.

Nya comenzó a mover los engranajes, aquello podía explicar el porqué le había visto con otra vestimenta que no era la suya, ahora tendría que averiguar sobre la ilusión que vio de una carta transformándose en mariposa y podría sacar más conclusiones acerca del misterioso chico.

Al ingresar al salón, todo mundo, excepto el grupo de Jaemin, saludó a Jeno invitándole a comer juntos en la hora de almuerzo o a sentarse con ellos durante las clases; el chico sólo agradecía y siguió los pasos de su compañera hasta el mismo banco que había usado el primer día.

Aprovechando que el profesor aún no llegaba, Nya le pidió a Jeno que esperara sentado allí y sin decir nada más se dirigió al puesto de Jaemin quien estaba rodeado de sus amigos y las chicas populares del curso.

- Hola guapa -saludó a la chica que se había plantado en frente de él con su típica sonrisa encantadora e impecablemente blanca.

- Ni una palabra Jaemin -amenazó la chica- ¿Hablamos aquí o hablamos fuera? A mí me da igual que todos escuchen -dijo Nya en volumen moderado pero a esas alturas todo el curso tenía los ojos puestos sobre ellos.

Cambiando la expresión de alegría a una seriedad total, Jaemin se puso de pie respondiendo que prefería hablar fuera lejos de los oídos curiosos.

- ¿Qué ocurre Nya? -preguntó confundido por el comportamiento de la chica.

- ¡Lo que ocurre es que le pegaste a mi hermano y estoy muy segura de que fue a propósito Jaemin! -gritó ya molesta de la actitud indiferente del popular.

- Fue un accidente -mintió- Renjun se cruzó, te recuerdo que jugábamos fútbol.

- Y yo te recuerdo que sé claramente que Renjun no es de tu agrado -se defendió Nya-, además me enteré que tus soldaditos rompieron la ropa de Jeno, ¿Tanto miedo que alguien sea mejor que tú?

- Mira, no me meteré más por ahora con tu hermano, pero lo del chico nuevo no debería importarte, ¿Acaso te gusta? -Jaemin también comenzaba a enojarse.

- Que cosas dices, sólo deja a Renjun y Jeno en paz o me las pagaras Na Jaemin -con esas palabras terminó la conversación y regreso al salón.

Jaemin, insatisfecho por la respuesta, corrió tras Nya hasta el interior donde todos estaban en silencio y expectantes a la escena que estaban protagonizando, sin importarle mucho tomó la muñeca de la chica para detenerla.

- Espera, no hemos terminado de conversar -murmuró el chico esperando a que ella accediera a salir nuevamente para concluir mejor la charla.

- Yo sí terminé, suéltame por favor -respondió Nya con evidente enojo en su voz.

Sin hacer caso de la advertencia de Nya, tiró de su brazo para quedar frente a ella, pero fue lo peor que pudo hacer. Una bofetada recibió en el rostro por parte la chica, quien ya libre se fue a sentar junto a un boquiabierto Jeno.

- ¿Es... Estás bien? -logró susurrar luego de que su compañera se sentó a su lado.

- Yo sí, él no -respondió en tono triunfante.

Jaemin se llevó la mano a la mejilla, estaba impactado por el golpe que había recibido, no sabía que hacer o cómo reaccionar en una situación así por lo que seguía parado en frente de todos, quería ser tragado por la tierra pero el profesor le salvó entrando a la sala.

- Joven, vaya a su asiento -ordenó el hombre-. Buenos días alumnos, comenzaremos la clase de hoy. Hablaremos sobre la física que explica muchos de los fenómenos ópticos que nos rodean, presentes en cosas cotidianas como anteojos, cines, celulares, hologramas hasta magia o herramienta para la astronomía.

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JOKER | JENO NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora