♡ d o s ♡

1.4K 183 13
                                    

Jeno cerró la puerta del despacho del director conteniendo su rabia y molestia. Había obtenido malas noticias, el cambio de curso que solicito al hombre era imposible hasta el próximo año académico, eso significaba que tendría que compartir durante un año entero con sus compañeros que había conocido el primer día de clases.

La decisión más sabia era evitar a los mellizos, quienes eran los más propensos a descubrir su identidad. Durante la segunda semana de clases tomo una serie de medidas preventivas como llegar temprano para usar otro puesto, uno que estuviese sólo pues no quería compartir banco con nadie por ahora ya que socializar no era tan fácil como había pensado.

El segundo Lunes de escuela fue el primero en llegar al salón, se sentó en el escritorio del profesor para tener vista general de los asientos, tenía que pensar estratégicamente el lugar adecuado donde sentarse sin tener que compartir con los demás chicos de la clase, observando toda la habitación vacia se llevó una gran sorpresa al descubrir que el único banco solitario estaba en un rincón al final de la sala, aparentemente esa era su única opción.

Aburrido de esperar a que las clases comenzaran, sacó un par de cartas de su bolso para hacer unos cuantos trucos básicos y no perder la práctica, con sus habilidosos dedos mezclo las cartas, primero transformo el mazo en sólo cartas de corazones, luego las mezclo, le parecía aburrrido tener cartas de un sólo tipo, por lo que las regreso a la normalidad y así fue que pasaron los minutos hasta que la puerta del salón se abrió, en el mismo instante hizo desaparecer las cartas con un chasquido de dedos, no quería que le atraparan jugando con magia.

El profesor ingresó a la sala con un par de hojas bajo su brazo e informó que habría test con la posibilidad de ser individual o en parejas; Rápidamente todo en el salón, menos él, se colocaron en dúos para resolver la prueba en conjunto.

Jeno estaba perdido pues había estudiado poco de esa asignatura y además que se le hacía un poco difícil el contenido de la prueba, estaba seguro de que terminaría en una muy mala calificación que tendría que remontar en algún futurl.

Así trascurrió su semana, siendo totalmente excluido del curso tal y como quería, todos se habían olvidado de su existencia y él no hacía nada para cambiar las cosas, estaba tan acostumbrado que todos llegaran hacía él por su fama pero ahora que nadie le reconocía le costaba trabajo intentar encajar en un grupo social.

No sabía que era peor, estar excluido o no intentar socializar con los demás. Aquella interrogante dio vuelta en su cabeza toda la semana y con el pasar de los días la respuesta se le hacía más clara, odiaba estar sólo, después de todo ese fue uno de los motivos por los que dejo de ser Joker.

Aunque pareciera que ya era invisible para todos sus compañeros los mellizos eran quienes se volteaban a mirarle con preocupación siendo los únicos que recordaban su existencia y Jeno estaba considerando seriamente volver arrepentido con ellos, sin embargo, cuando estaba completamente decidido a intentar hablarles la vergüenza le invadía y abandonaba la idea hasta que la soledad volvía.

Pasar de ser un chico muy popular, colega de grandes idols, actores y famosos a ser el chico más impopular de la escuela era un golpe duro que muchas veces le hacía sentir triste, incluso nostálgico, pero con aquellas memorias también recordaba todos esos episodios de acosos, exposición de su vida privada, el no ver a sus padres y no tener amigos le daba ánimos para seguir adelante con esperanza.

La tercera semana de clases terminaba y Jeno camina sólo con dirección a un minimarket para comprar algo de comida, al entrar en el local se dirigió al pasillo de bebidas en buscar de una Sprite. Era el único cliente en la tienda hasta que la campanilla de la puerta resonó indicando que alguien más había entrado, sin fijarse mucho se acercó a pagar a la chica que atendía.

A su costado sintió el sonido que producen las cosas de plástico cuando caen al suelo, Jeno volteó a mirar que era lo que había caído a sus pies encontrándose con un par de anteojos, alguien estaba acercándose a él, amablemente recogió los lentes para entregárselos al dueño pero cuando levanto la mirada hacía el rostro del hombre lo reconoció, sintió un escalofrió recorrer su columna, se le formó un nudo en la garganta, desvió la mirada tratando de evitar que la persona notara quien era realmente, entregó los anteojos con evidente torpeza y luego salió del negocio casi corriendo sin comprar nada.

Una vez que llego a su departamento se largó a llorar, había visto a su padre en aquel negocio y no supo cómo reaccionar frente a el. Para ellos Jeno estaba muerto, habían sido víctimas de su montaje al igual que todos y el enterarse que la realidad era otra, que su hijo estaba vivo sería un choque emocional muy fuerte, sin embargo necesitaba de sus padres, se sentía tan sólo que necesitaba de ellos como cuando era tan sólo un niño, era momento de regresar a su hogar.

La ansiedad lo consumía mientras esperaba a que la puerta de su casa abriera, los segundos eran una eternidad y la preguntas invadían los pensamientos de Jeno ¿Lo reconocería con el color negro en el cabello?, ¿Estarían molestos por haberles hecho creer que estaba muerto?, ¿Aún sufrían por su perdida? ¿Estarían en casa siquiera?

Todas esas dudas fueron despejadas de su mente cuando la puerta finalmente se abrió y vio a su madre frente a él, su expresión era indescriptible porque eran una mezcla de emociones; la madre de Jeno se llevó las manos a la boca sin pronunciar ninguna palabra y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Hola mamá —pronuncio nervioso.

Su madre estiró su mano para poder tocarle el rostro, era su hijo y estaba frente a sus ojos, estaba vivo. El chico se lanzó a los brazos de su madre para llorar junto a ella de felicidad.

Jeno había vuelto a su hogar.

JOKER | JENO NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora