Damie || One Shot's

Super Estrella

- Chicas, acérquense por favor. Antes de empezar quiera comunicarles acerca de la competencia que se viene en dos semana – Mi corazón se agita un poco al escuchar a mi entrenadora – Sé que muchas se han preparado para esto, desearía que fuesen todas pero ya con el director tomamos una decisión

>> Las chicas que voy a nombrar a continuación tendrá un entrenamiento diferente esta semana, un tanto fuerte, pero nada que no puedan hacer. A las demás les digo que no se desanimen, recuerde que la recompensa viene de trabajar tan fuerte, de su esfuerzo, esto apenas empieza...

- ¿Quiénes creen que escogieron?

- No lo sé – Susurro – Seguro están las tres de siempre, de eso no hay duda, Elena comento que son cinco puestos, así que solo quedarían dos

- Tu iras, Ivie, la profesora lo sabe y las demás también, eres una de las mejores

- No lo sé, aún tengo fallas, Kelsey, seguro la profesora no se arriesgaría a mandarme a mí – Respondo dubitativa.

- Y por último, Elva Dornan – Subo mi mirada hasta dar con la profesora y la observo con asombro, me dedica un guiño y sigue platicando con las demás. Me escogió a mí... Masajeo mi brazo nerviosa mientras escucho los gritos de las chicas a mi lado.

- ¡Te lo dije! ¡Es tu oportunidad, Ivie! Sé que vas a brillar. Tienes que preparar la mejor rutina

- Si bueno

- Nada de buenos, tienes que ser la mejor de todas. Para esto fue que te estuviste preparando por tanto tiempo – Le dedico una sonrisa tímida mientras mi mente aun no sale de la impresión del momento. Voy a ir a la competencia.

Y sé que es como dicen las chicas, esto es una gran oportunidad para mí, porque de sacar un buen puntaje, me enviarían a las regionales y quien sabe, podría conseguir mi pase directo a las nacionales, tengo miedo porque no sé si podre con ello, se por cuento de las demás la presión que se siente estar allí y lo que menos quisiera es decepcionar a alguien... Escucho el pitido que nos indica que se acabó la charla y es hora de entrenar.

Tal como dijo la profesora, a las cinco elegidas nos toca un entrenamiento diferente, prácticamente son como entrenamientos privados ya que cada una tendrá un profesor particular, a mí me toco Esteban, por suerte, a pesar de ser uno de los mejores, se caracteriza por el ser el más dulce de todos, suele gritar pero sus gritos no te hacen desear querer salir corriendo y esconderte bajo la cama. Platica un poco conmigo y me hace una mini evaluación indicándome lo que me encontrare en la competencia, evalúa cada uno de mis movimientos y me dice en que trabajaremos estas semanas antes del gran día. Me tranquiliza un poco cuando me dice que mis técnicas son perfectas, una que otro detalle que se pueden arreglar en estas dos semanas asignadas. Con el tema de la rutina, la dejo a mi elección, me comento que la clave para una rutina increíble es la inspiración que coloque la gimnasta, su creatividad es la que lo llevara lejos, por ahí ya mi mente se relaja, solo un poco, se a quien le podre pedir ayuda.

Y si, como leyeron, llevo practicando gimnasia desde los cuatro años, ahorita tengo ocho, así que han sido unos lindos y tortuosos cuatro años de entrenamiento; he trabajado día tras día, he tomado cada consejo que me han dado y sacado lo mejor de ello, ha habido golpes que realmente no quieren saber, lesiones que es mejor no recordar, días de frustración y mucho cansancio, pero a pesar de todo... son cosas que no cambiaría por nada, estar aquí me relaja, siento que este es mi lugar; estar encima de las barras o haciendo aéreos una y otra vez hace que mi corazón palpite con fuerza, con alegría, mi mente esta en otro lugar mientras estoy haciendo cada uno de esos pasos, sin duda diría que mi parte favorita es cuando trabajamos con las cintas, siento que cuento una historia de muchos colores a través de ellas, que bailo con cada onda que despliegan mientras la muevo, soy como una exploradora y ellas son mis guías.