Te volvería a Elegir

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- Hola, Dulcie – Revoleo los ojos al escuchar a Susan y su alargado saludo - ¿De nuevo tan solita?

- Me gusta estar sola – Replico encogiéndome de hombros.

- No mientas, no tienes amigos y por eso estas sola – Comenta una de ellas – Quien quisiera estar con una rarita como tú

- Prefiero estar sola a estar con la gente equivocada, así como ustedes

- No le den importancia, chicas, ni sus padres la querían. Mejor nos vamos, no vaya a ser que nos contamine una niña huérfana como ella – Sus risas se escuchan aun cuando ya a están a varios metros de distancia. Bajo mi mirada mientras pierdo mis ojos en mi muñeca, mi linda Luli, es mi única amiga aun cuando no puede escucharme. Coqui dice que era la única pertenencia que traía conmigo cuando llegue a su vida.

- Dulcie, ven, mi amor, vinieron por ti – Tomo mi mochila y camino a paso apresurado. Al verla, acelero mis pasos hasta salir corriendo a su encuentro.

- ¡Coqui!

- Hola, vida mia – Deja un sonoro beso en mi cachete - ¡Hasta luego, Lucia! Y ¿Cómo te fue hoy? ¿Algo nuevo que contar?

- No mucho, lo mismo de siempre – Me encojo de hombros – Saque A en mi examen de matemáticas

- No me sorprende, Dul, eres muy inteligente. Rompes el estereotipo de las rubias – Ríe.

- Esos son solo mitos, Coqui – Reprime su risa – El color de cabello no define tu intelecto

- Eres como hablar con mi abuela – Rio - ¿De dónde sacas todas esas palabras?

- No lo sé ¿Libros? – Me da un empujón que me hace reír más fuerte.

- Entonces, sabionda ¿Qué te parece ir por un helado?

- Coqui, no creo que...

- Oye, me mato trabajando diez horas diarias, nocturnas además, podemos darnos un gusto de vez en cuando – Suspiro mientras me aferro a su mano.

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Dakota

Dulcie va a mi lado hablando sin parar, me cuenta cualquier cosa que pase por su cabeza, desde lo que aprendió en la escuela hasta lo que leyó en el nuevo libro de su pertenencia, a su corta edad, es una niña muy inteligente, muy sabia y demasiado audaz, diría que es totalmente distinta a las niñas de su edad. A pesar de no haber tenido un inicio de vida fácil, es una pequeña que no se rinde y ve la vida con otros ojos, para ella no existe lo malo porque su teoría es que todo puede cambiar, aun cuando en su vida parece que fuese lo único que reinara y no digo que ahora viva mal, junto con mi abuela, nos hemos encargado de darle lo mejor, lo que esté a nuestro alcance, aunque ella repite constantemente que lo material no es necesario, que el amor es suficiente. He deseado en varias ocasiones poder darle la vida que merece, y aunque mi trabajo no es el mejor de todos, es el que me permite por lo menos darle alimento.

Daria todo y más por esta pequeña que llego a mi vida hace siete años.

- Oh, se me había olvidado – Remueve con rapidez su mochila – Hoy en artística aprendimos a trabajar con aluminio o lo que sea que sea esto – Su entrecejo se frunce mientras observa su creación – Es...es para ti – Sus mejillas se sonrojan.

- Woa, Dulcie, está lindo – Es un circulo el cual tiene plasmado en relieve un ángel con un niño en brazos. Mis ojos se cristalizan al leer la inscripción "Gracias por cuidar e iluminar mi vida, lindo ángel" – Mi amor, esta hermoso

Damie || One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora