003: Sorpresa sin sorpresa.

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Hermosa... es lo único que pude pensar al salir.

La ciudad era como una utopía, era cómo se vieras un paisaje y cada centímetro de él te hipnotizara, las calles estaban bastante bien hechas, estaba bien distribuidas, cada casa estaba pulida al detalle, aunque el camino entre ellas era pura tierra, la ciudad no era tan grande, podía ver todos los extremos de ella desde dónde estaba, estaba rodeada de un sistema forestal y un río a su izquierda, no tenía muros pero tenía torres de vigía por varias zonas, me sorprendió ver que yo estaba en el mero centro de la ciudad, un edificio con muchos pilares y una estructura muy parecida a la griega, te sentías como hormiga al lado de un fuerte, sabía que mi papá era importante pero no me imagine que fuera el rey de la ciudad.

Mi papá me agarro con un solo brazo y empezó a bajar los largos escalones, pude observar que la mayoría de los hombres tenía la ropa que vestía mi papá, era como ver un espectáculo de exhibicionistas, aunque también había algunos que vestían túnicas blancas, sin embargo eran algo diferentes de las mujeres, en cuestión estos hombres parecían tener pergaminos y libros con ellos, por otro lado las mujeres vestían la misma túnica blanca, todos eran bellas y las que no, tenían una apariencia por encima de mi viejo mundo. Al terminar los escalones mi papá giro a la derecha y empezó a rodear el edificio, hasta que llegamos a un campo de entrenamiento, su piso era tierra sin más y un punto de él había varios guerreros observando lo que parecía un encuentro, había dos guerreros peleando a mano limpia.

No podía creer lo que estaba viendo, los hombres lanzaban golpes tan fuertes que parecía que estaba golpeando con una masa de metal a algún muro de concreto, y era tan veloces, apenas podía ver lo que hacían, esquivaban los golpes del otro, bloqueaban, daban piruetas, era todo un espectáculo salvaje, parecían cómo si se fueran a matar, pero los demás guerreros solo se reían ya que parecían hacer chistes entre ellos, mientras los dos guerreros estaban concentrados en los movimientos del otro, ahora entiendo porque tienen estos músculos, con estás batallas sacadas de alguna película de acción fantasiosa cualquiera estaría así de fornido, mi padre y yo nos quedamos observando por alrededor de dos horas, el sol había empezado a ponerse y los guerreros apenas si parecían cansados, se movían a la misma velocidad y sus golpes eran igual de brutales , hasta que uno logró agarrar al otro del cuello mientras había logrado esquivar una patada con una mortal, fue un movimiento magnifico, no soltó al otro guerrero ni aunque éste intento librarse con todo lo que pudo, al final parecía que había dejado de respirar, el guerrero vencedor lo dejo caer al suelo, yo estaba asustado pero los demás parecían satisfechos, de un momento a otro el guerrero vencedor extendió su mano al que estaba tirado en el suelo y está la tomo, me quede con la boca abierta, se levanto como si nada hubiera pasado y soltó un sonrisa.

-¡Waaah! ¡Waae!

-¡Oh! ¿Qué pasa pequeña Ellestior?

-¡Wweeuu! ¡BAaau!

-fue un buen combate ¿Verdad?, algún día tú también pasaras las tardes mejorando tus habilidades.

Definitivamente no quiero enfrentarme a ellos, ¿Mi padre también hará esto?

Mi padre empezó a caminar por la calles de la ciudad, al principio pude ver a varios niños de entre 4 años jugando, al parecer estaban en un momento recreativo aunque dos ellos parecían bastante nerviosos, llamaron mi atención ya que parecían los más grandes...

Después pasamos por lo que parecía un mercado, pero no vi más allá de comida y una que otra artesanía, ¡ah! y túnicas blancas de distintos diseños... aunque para mí era prácticamente lo mismo. Al pasar el mercado empezamos a llegar por los límites de la ciudad... parecía bastante sombrío, había uno que otro niño en arrapos, con heridas y moretones, ¿No era ésta una clase de utopía?, me sorprende que aquí haya niños en estas condiciones a pesar de ver esta ciudad de fantasía.

Estuve viendo todo el final de la ciudad aunque me daba pena ver a los niños de entre 7 y 12 años en extrema pobreza no podía más que apartar la mirada, si puedo intentaré mejorar el futuro de estos niños en el futuro, aunque a decir verdad se ve que son de carácter fuerte, me pareció extraño ya que la mayoría tenía una mirada de determinación. Al llegar al límite de la ciudad, mi padre se subió a una roca, un acto muy arriesgado considerando que cargaba conmigo, el punto es que llego a lo más alto de la roca sin ningún problema, miro hacia el horizonte el cuál se podría ver una planicie y enseguida de ella un bosque rodeada de montañas, miro por unos momentos hasta que empezó a hablar.

-Es hermoso ¿no?, hija. Troborkia no tiene igual, jamás ha perdido una batalla y todo es debido a sus guerreros... en unos años tú aprenderás ese sentimiento, el de conseguir con tu propio esfuerzo el poder de cambiar tu entorno.

Trenaurus volteo a ver a la pequeña Ellestior, sus miradas se encontraron, Trenaurus miro con confianza y Ellestior parecía confusa.

-El camino siempre es difícil, debes construir cada parte de él con tu sudor... pero siempre dejas un legado que muchos serán capaz de ver, lo importante es nunca rendirte a pesar de que tengas todo en contra, ese es el lema de un guerrero Trobor

-Bauue ¡Brrrr!

Trenaurus soltó una pequeña sonrisa y se quedaron vieron por un rato más el horizonte hasta que llego Deila, al parecer era la hora del baño de Ellestior.

Demonios, no deberían meter a un bebé en un baño tan grande con una pequeña tina bastaría, aunque debo decir que es bastante sorprendente, con tantos pilares y con agua caliente saliendo de las tuberías, un piso tan limpio y con buenos jabones que lo hacen oler flores, y lo mejor de todo es un baño público, sin embargo no es mixto ¡Puedo ver tantas mujeres desnudas en cualquier rincón! Sin temor de ver... algo más. Aunque hace unos días vi que lo estaba remodelando, al parecer iban a incluir algo nuevo, espero poder verlo hoy, solo tengo que esperar que mi madre termine de ponerme la toalla.

-Nunca creí que me tocaría ver a una bebé tan calmada.

Deila se encontraba dejando las toallas de Ellestior y suya en una barra de metal en el cuarto de cambiado, quedaron completamente desnudas, al poco tiempo llego una amiga de Deila, una mujer de tez blanca, ojos verdes, a la misma estura de Deila, con cabello largo y rubio y buenas proporciones.

-Buenas noches mi señora.

-Buenas noches Reaven.

-No creí encontrarte a ésta hora, sueles venir más tarde, ¿O es que estás ansiosa por el espejo?

Deila soltó pequeña risa.

-Hoy no había tanto trabajo, y sí, quiero ver cómo quedo el baño con el nuevo espejo.

Deila y Reaven entraron al baño, lo primero que se ve al pasar las telas que separan el cuarto de cambiado es una gran tina con escalones, llena de agua caliente, con pilares guiando un camino y lado de cada fila de pilares, mujeres lavándose la espalda con cubetas de madera, justo detrás de la gran tina de agua se encuentra una pared curveada con un gran espejo que refleja gran parte del baño, Reaven y Deila se acercaron a la gran tina, las mujeres presentes hicieron una pequeña reverencia para después seguir con lo suyo, al llegar a la tina, subieron unos escalones, y llegaron a los espejos lo cuales tenía en sus lados pilares con figuras de ángeles tallados en ellos, Deila miro con satisfacción y volteo a la pequeño Ellestior hacia el espejo, Deila soltó una pequeña risa y Reaven sonrió al ver la cara de sorpresa de Ellestior.

-¿Awwhu?

Troborkia: el guerrero definitivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora