Pasadas las semanas, el negocio salía bien parado porque la clientela confiaba en ellas como dependientas por la amabilidad recibida. Entraban todo tipo de personas desde simples o extravagantes ricos hasta personalidades famosas de aquella década como Sir McLefou, Charles Chaplin o la mismísima Monroe. La verdad es que con ellos no tuvieron mucha conversación porque tenían prisa para que los admiradores no armaran follón en la tienda pero Mr. Padington les había caído bien y él sí que confiaba en ellas.
Tilín🎵(se abre la puerta)
(Traducción al castellano)
—Buenos días, había venido a recoger mi traje encargado.
—Por supuesto señor. —Thalia fue corriendo y trajo un ¿vestido?...
—¿Eh?
—Aquí lo tiene señor.
Fany miró al señor Padington y luego rieron como nunca antes hasta que Thalia se dio cuenta de que había traído un vestido encargado por otra clienta. Las risas entre ellos seguían y nunca se habían visto tan coloradas como aquel día.
—No importa querida, un error lo tiene cualquiera. —Dijo el duque cubriendo su boca con pequeñas carcajadas.
—¡Venga! ¡Trae el traje del señor Padington! Y no vuelvas a equivocarte.
—¡Qué siiiiiiiii ya voy!
Thalia trajo al duque su traje encargado.
—Muchísimas gracias Mr Padington.—Dijeron las hermanas a la vez despidiéndole con las manos.
—¡El placer ha sido mio! —Dijo haciendo una reverencia.
Cada vez la tienda era más famosa entre la multitud y eso les alegraba pero lo mejor era que el señor Padington había hecho una rueda de prensa en la que le preguntaban dónde había comprado su traje nuevo. El señor Padington ayudó en la publicidad porque en esa rueda de prensa comentó cómo era la tienda y comentó ,también, sobre las dependientas. Eso les agradó. Vieron la rueda de prensa en televisión y fue toda una sorpresa. Pero esto sólo es una introducción de lo que vendría más adelante.
De pronto, sonó el teléfono y Fany lo tomó. Eran sus padres preguntando por sus hijas en aquella gran ciudad. Al fin ellos recibieron la carta que ellas les enviaban dándole muchos ánimos por la nueva soledad que les acontecía pues ya no tenían a sus hijas correteando, haciendo trastadas o riendo en su casa natal y tarde o temprano la melancolía volvería al hogar. La carta les llegó tarde a España, sobre un mes de diferencia y ellas añadieron en ella el número de teléfono de la tienda por si había asuntos urgentes o preocupaciones familiares.
Primero se puso su madre y le comentó a Fany acerca del dinero ,el cual, deberían ahorrarlo para que la propia economía de ellas fuera beneficiosa para ambas. También que tuvieran cuidado por las calles, los ladrones, terroristas... Ya sabéis como son las madres pues se preocupan por todo.
Su madre se llamaba María y siempre se había criado en Algeciras aunque se opuso en un principio a que sus hijas abandonaran el hogar así como así aunque fuera para trabajar. Era muy temperamental, educada y conservadora pues a las dependientas les costó convencerla de sus partidas. Su padre se puso luego y , además de repetir las prevenciones que ya dijo su madre, bromeó acerca de que si el negocio no salía bien siempre tenían la opción de casarse con un famoso o cantante que estuvieran atraídos por esta bella tienda. Justo después, se cortó la línea por un momento y luego él dijo con tono alarmante que tuvieran cuidado porque presentía que les ocurriría algo peligroso. Les dijo que ocurriría algo que no podía explicar con palabras porque era un sentimiento nuevo que le surgió en el instante de la propia llamada telefónica.
Su padre se llamaba José y también se crió en la misma ciudad. Era campechano, cocinero y conservador pero tenía, además, un don para adivinar los acontecimientos futuros. En ocasiones, días antes de llover le dolía las rótulas de las rodillas y a los dos días llovía. Días antes de temporales muy grandes le dolía siempre una cicatriz de una operación de ernia y también los hubo e incluso sueños premonitorios que también se cumplían mayoritariamente. Parecía un hijo nato de la propia naturaleza que le avisaba de catástrofes medioambientales. Desde el momento de ese aviso, Fany sabía que algo extraño les pasaría.
Cuando ya colgó el teléfono, su hermana le preguntó desconcertada por su cara de preocupación pero no quiso alterarla y se fue a tomar el aire fuera.
—¿Qué te pasa? ¿Y esa cara? —Dijo Siguiéndola afuera —¿A dónde vas? ¿No vas a atender a los clientes? Yo sola no puedo y has estado mucho tiempo hablando con papá y mamá. ¿Qué te han dicho? No me ignores sé que me estás escuchando.
—Por favor Thalia, necesito respirar aire fresco. Tengo que ordenar en mi cabeza algunas cosas. Ya te lo contaré cuando pueda.—Dijo mientras se sentó en un escalón bajo que había en el portón de al lado con la cabeza agachada.
Esa misma noche Fany tuvo una pesadilla quizá producido por el acontecimiento de preaviso de su padre. Al amanecer, ella despertó con el corazón a mil pulsaciones y justo después, aún en la cama, le contó a su hermana con todos los detalles lo ocurrido en la llamada telefónica y también el sueño que tuvo en consecuencia.
☆Flashback☆
—Yo estaba en una boda y luego me di cuenta que quien se casaba era yo. Recuerdo que iba con un vestido blanco precioso de encajes y lentejuelas. Y también recuerdo que estaba esperando a mi pareja en el altar de una bella iglesia y cuando entré me quedé sorprendida.
Thalia miraba en silencio y espectante a su hermana que seguía contando su sueño.
—Era un chico extraño con corte de pelo a tazón, flequillo y su estatura era igual que la mía. Se comportaba de manera nerviosa y recuerdo que me apretaba el brazo ya en altar. Cuando el párroco dijo "Puede besar a la novia" me caí en un túnel sin fin y luego me viste gritando. Era por eso.
—Interesante... —Dijo mirándola fíjamente a los ojos —Tienes razón. Es un sueño raro. Pero no te preocupes porque todo pasó. Levántate que tenemos a clientes que atender pero antes vayamos al bar de abajo a tomar el desayuno. Estoy muerta de hambre ¿Y tú?
—Esto no me gusta nada. Tengo un mal presentimiento.
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Galanting: "Una boutique mágica".
Aventura🥈¿Te gusta la sátira cómica y surrealista? 1963, Londres. Dos hermanas emprenden una aventura por querer trabajar en una nueva ciudad llena de oportunidades y celebridades. Cuentan con la ayuda del propio destino pues, según dicen, ya está escrito...