Los chicos anteriormente fueron descubiertos por un guardia ya que los campesinos, a los que les había robado la ropa, los encontraron con sus respectivas prendas puestas. Los encerró en la mazmorra real del palacio de Buckingham.
—¡Qué sitio más oscuro y sucio!
—Tranquilo John, ya vendrán las chicas a liberarnos de aquí. Recuerda que estarán arriba en palacio.—Comentó Paul.
Los chicos habían sido encerrados en una cárcel mugrienta de la edad moderna. Se escuchaba algo goteando y un viento silencioso que acariciaba a los jóvenes con escalofríos. De pronto, se escuchó una voz de lejos.
*An est quicquam similius insanicae quam ira? Hominum animi immortales sunt. Verba serviunt hominum consiliis et auctoritatibus...
—¿Quién es ese?¿Qué está diciendo?
—No lo sé pesado. Escuchemos más...—Respondió Paul a John.
*¡Sit vobis!—Gritó el extraño parece ser a los cantantes.—Ego regnum obtinere et ego genus regium sum. ¡Kilowski regnante!.
—Parece que está conjurando en latín.—Dijo George escuchando atentamente por las rejas—Seguro que es Kilowski. Si puedieramos avisar a las chicas...
—Tengo una idea. ¿Qué os parece si le quitamos las llaves a ese guardia y vamos a avisar a las chicas? Ahora que el guardia está medio dormido podemos quitárselas—Dijo John en voz baja.
—¿Cómo lo vas a hacer?—Preguntó Paul.
—Ahora lo verás. ¿Tienes un palo largo?
—Aquí en la esquina hay muchos. He encontrado éste. ¿Te servirá?—Dijo Ringo.
—Sí. Dámelo.
Ahora los chicos con cuidado robaron las llaves al guardia, que estaba adormilado, con la punta del palo cogiéndolo así. Consiguieron abrir la puerta con cuidado y sigilo y luego se fueron de puntillas en silencio para no despertar al guardia.
⊙⊙⊙⊙⊙
Mientras Thalia y Fany...
Después de haber revelado al rey Jorge III quien era Kilowski realmente, ellas empezaron a buscar al mago pero no consiguieron dar con él.
—¿Dónde se habrá metido ese mago? Puede ser cualquiera que esté en palacio. Será como buscar una aguja en un pajar.—Dijo Thalia.
—Tranquila ya lo encontraremos. Vamos a seguir buscando.
De lejos, vieron como se acercaban las demás hadas andando
—Thalia, Fany, ¿Habéis encontrado algo sospechoso? Nosotras no hemos encontrado nada extraño por ahora.—Dijo Bloom.
—Nosotras dos sólo hemos encontrado al rey Jorge III y le hemos advertido sobre Kilowski. Le hemos pedido que esté alerta en todo momento.—Le respondió Thalia.
—Bien. Ahora falta derrotar a Kilowski pero necesitamos más tiempo.—Comentó Flora.
—Tienes razón, cuando lo encontremos se le acabará todas las tonterías y volverá la paz a este mundo.—Dijo Stella uniendo los puños en símbolo de venganza.
—Nosotras también seguiremos buscando. Suerte a las dos.—Les dijo Musa.
—Puede que Kilowski esté en el desván ¿No crees? —Preguntó Fany a su hermana.
—Sí, vamos arriba a investigar.—Contestó Thalia.
Se escuchan voces familiares a lo lejos...
*¡Thalia, Fany! ¡Venid!
Ellas se dieron la vuelta sorprendidas casi al unísono
—¿¿Qué hacéis aquí??😲 —Dijeron ambas a la vez.
—Thalia, Fany, tenemos que comentaros algo importante.
—¿A sí Paul? ¿Qué haces tú aquí?¿No quedamos en que os ibais a quedar en la tierra, es decir, en el presente?—Preguntó Thalia desconcertada.
—Lo sé, pero estábamos preocupados y pensábamos ayudaros en lo que hiciera falta.
—¡No podéis estar aquí! Como os descubran...
—Fany, mientras estábamos en las mazmorras, vimos a un tipo haciendo conjuros. Nosotros pensamos que era Kilowski pero no estamos seguros. Hemos venido a avisar.—Dijo John débil de aliento.
—¿Por qué estabais en las mazmorras?
—Ya os lo contaremos después. ¡Ahora vayamos a sorprender a ese mago!—Dijo Ringo.
Cuando llegaron a la primera planta vieron a las hadas y las avisaron también. Luego fueron todos juntos hacia las mazmorras para hacer frente al mago y mientras, los chicos, guiaban a las demás bajando las escaleras hacia las mazmorras... Ahora todos juntos tenían la batalla asegurada
—Pero... ¿Cómo lograsteis pasar el portal? No lo entiendo—Dijo Thalia confusa mientras bajaban las escaleras hacia las mazmorras.
Contestó Paul—Cuando estábamos mirando a través del escaparate de Galanting os vimos y decidimos saltar al portal. Después aparecimos en esta época detrás de unos carruajes y fuimos a buscar ropa de época. Dimos con ropas de campesinos, las cuales, robamos y los mismos nos pillaron.
—¡Ahh! Entonces erais vosotros a quienes escuché. Ahora lo entiendo todo... —Dijo Fany pensativa.
Llegaron al fondo de las mazmorras y los cantantes escucharon las mismas voces. Todavía no se había ido, era ese mismo extraño. Se quedaron un rato observándolo a escondidas detrás de un muro pero no había duda, era él. Estaba en un estudio de madera que había en un aposento enfrente de las mazmorras. Él estaba de pié con un libro y con un bastón de punta luminosa de color rojo y negro, el cual, estaría alimentado de la propia maldad y brujería del mago. Su rostro casi no se veía porque llevaba puesto una capa y una capucha. Movía las manos y miraba al techo medio loco quizás invocando algún espíritu o echando maldiciones...
—¡Thalia, ve a avisar al rey Jorge para que vea con sus propios ojos lo que está pasando aquí!—Le ordenó Fany. (Se fue)
—¡Chicas, tenemos que hacer algo! ¡Si no lo derrotamos será el fin de Londres y de Inglaterra! ¡Este mago hará estropicios con todo lo que se encuentre a su paso y será el fin de todos los ciudadanos!
—¡No grites Stella! Tarde o temprano caerá él mismo en su propia mentira o será derrotado gracias a nosotras pero caerá. Será mejor que planeemos ya un plan para derrotarlo de una vez por todas.—Dijo la líder de las hadas.
—Será mejor que esperemos a Thalia y al rey para que estemos todos juntos. Así será más fácil derrotarlo.—Dijo Fany desconcertada mirando hacia la entrada de la mazmorra para visualizar si su hermana volvía pronto.
*¿Interrumpo algo? Se nota que me apreciáis tanto que estáis esperando a que estemos todos ¡Esto me alaga tanto!—Dijo el mago con sarcasmo.
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Galanting: "Una boutique mágica".
Aventura🥈¿Te gusta la sátira cómica y surrealista? 1963, Londres. Dos hermanas emprenden una aventura por querer trabajar en una nueva ciudad llena de oportunidades y celebridades. Cuentan con la ayuda del propio destino pues, según dicen, ya está escrito...