Capítulo 20.

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Capítulo 20.

*NARRA DIANA*

Liam estaba sosteniendome por la espalda, y tenía su boca a centímetros de la mia. Sentía como si el corazón me fuera a explotar, literalmente. Batia a más velocidad de a la que estaba acostumbrada a que batiera, y eso me asustaba. Mis ojos hacian un recorrido desde los de Liam hasta su boca. Liam se aproximó un poco más, pegando mi espalda a la pared del lavabo, y en aquel momento me temblaron hasta las rodillas.

-Al fin y al cabo...- susurró en mi oreja- no es tan malo que nos hayan echo encerrarnos aquí.- me sonrió y me dió un rápido beso en el cuello. Fue la primera vez que Liam estableció contacto conmigo de una manera distinta a la que siempre lo habia echo. Una sensación parecida a la de un cortocircuito recorrió todo mi cuerpo, desde la punta de los dedos de mis pies hasta la raiz del cabello.

-Eres idiota.- reí levemente y luego me paré a observalo. Su sonrisa, sus ojos... todo de el me parecia absolutamente perfecto. Pero habia algo que no cuadraba. ¿Porqué él, Liam Payne, estaba en el baño de un salón de billar conmigo, Diana Dawson, una triste chica que llena sus tardes de desesperación con cortes y vomitos? Seguia mirandolo con la misma cara de idiota con la que siempre miraba sus fotos, con una pequeña diferencia, él ahora era de carne y hueso.

-¿Qué?- resopló riéndose cuando se percató de que lo miraba demasiado.

-Nada...- negué repetidas veces con la cabeza y la agaché avergonzada. En ese momento, la puerta del baño se abrió y Liam y yo nos miramos con la misma cara de terror. Liam dejó de tener las manos en mi espalda y las apoyo en la pared, de forma que yo solo estaba apoyada por la pared y por su cadera, que hacia presión para que no me cayera. Acercó su cara a mi y quedamos a menos centímetros de los que ya estabamos. Yo me tapé la boca con una mano y con la otra estaba agarrada a la espalda de Liam para no caerme. Cerré fuerte los ojos, rezando en silencio para que quien fuera que había entrado en el servicio no nos encontrara.

-No hay nadie, Tom. Nos habían dicho la verdad.- dijo una voz femenina mientras salia del servicio y cerraba la puerta con un estruendoso portazo.

Suspiré y me tapé los ojos con las manos. Liam se apartó haciendo que perdiera el equilibrio.

-Oh, perdona.- me dijo él y me dió la mano.

-No pasa nada.- lo miré. Él dió un paso para adelante y nuestros cuerpos se juntaron y eliminaron la distancia que habia entre si. Nos miramos a los ojos y Liam me tomó de la cara. Oh no, me iba a besar, y yo no queria que hiciera eso. Así que lo empujé levemente y lo separé de mi.

-Hace mucha calor aquí, ¿no?- reí intentando camuflar el querer meterme debajo de la tierra y vivir ahí para siempre. Abrí la puerta del baño y fui a donde estaban los grifos. Giré la rueda y un chorro de agua semi-transparente salió y salpicó contra la pica blanca. Me mojé las manos y las pasé por mi cara, tranquilizándome un poco de ese modo e intentando que bajara el color rojo de mi rostro.

Liam resopló detrás de mi y me miró mediante el espejo. Yo lo miré, a pesar de mi vergüenza. No lo podia mirar, simplemente no podia. Sabia que él queria besarme, pero yo no lo iba a permitir. No iba a dejar que besara a una chica como yo, llena de problemas y de cortes.

-Creo que... iré a pedir una botella de agua. Ya sabes, el clima de por aquí es cálido.- le sonreí y cuando me giré, maldecí por lo bajo mi estupidez. ¿¡CÁLIDO!? ¿¡DE VERDAD ERES TAN ESTÚPIDA, DIANA!? Al salir del baño suspiré aliviadamente y me dirigí a la barra.

-Dame una botella de agua.- dije deslizando 3 libras por la barra de madera, en la que tras ella se encontraba un chico pelirrojo. Me sonrió y tomó el dinero después de secarse las manos en un trapo que llevaba amarrado a una de las evillas del pantalón.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2014 ⏰

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Diana //Liam Payne//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora