| ᴀᴜ ᴍᴏᴅᴇʀɴᴏ | ʀᴇᴇɴᴄᴀʀɴᴀᴄɪóɴ |
❝ Yūichirō Ichinose recibe notas escritas por su propia mano diciéndole que debe buscar a alguien y dibujos hechos por él mismo que no recuerda.
Ambos sentían un vacío inmenso cuando salían de la cama, acompañado de la...
Declaimer: Owari no Seraph/Seraph of the End (終わりのセラフ) Historia de Takaya Kagami e ilustrado por Yamato Yamamoto.
Pareja: Mikaela Hyakuya x Yūichirō Hyakuya.
Nota: Adivinen quien regresó de las sombras para traerlas una nueva actualización, exacto, su servidora aquí presente.
Lamento haber estado tan ausente, sé que tengo muchas actualizaciones pendientes pero saben cómo soy. Es más, mientras escribo esta nueva actualización estoy escuchando la canción de Aku no Musume (la hija del mal) de KagamineTwins. Con saber que estoy inspirada en esa canción saben que haré que los personajes sufran, tal vez.
Gracias por leer, recuerda que amar es votar ~
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"Percepción visual del reflejo de la luz que ilumina las superficies y rebota en las células conos de nuestra retina."
• Capítulo III, Colores •
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Observé mis manos teñidas de sangre y luego alcé la vista para ver la enorme cantidad de cuerpos inertes que había a mi alrededor.
¿Yo hice todo eso?
Encontré entra aquella montaña sin vida la figura de una chica de estatura media alta y de coletas con una viga de hierro atravesando su pecho, cerca de ella estaba un chico de lentes con las cuencas de sus ojos vacías, como si hubieran sido quemadas.
Me levanté del piso y allí me percaté del horizonte que se extendía frente a mí.
Eran llamas vivas que devoraban absolutamente todo a su paso, no solo los cuerpos de las personas muertas si no también parecían alimentarse de las armas que estaban cerca de ellos.
Miré de un lado a otro y lo que veía me dejó sin palabras.
Había dos cuerpos flotando encima de mi cabeza, ambos luchando con diferentes armas.
Las alas de uno de los oponentes eran blancas, de un tono tan puro como el de un niño cuando llega al mundo, tenía tres pares para ser exactos, y combatía con una especie de espada enorme con detalles dorados.
El otro contrincante tenía también una espada con decoraciones platinadas, sus alas eran negras... si es que podían llamarse alas, parecían haber perdido sus delicadas plumas.
Parecía ser... un ángel caído.
Si, aquel que fue desterrado del cielo y obligado a vivir en las penumbras del infierno por haber roto la ley de Dios. Aquel fue el castigo que se le impuso, hace millones de años en el pasado... cuándo la tierra aún era primitiva.
