Capítulo 4

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-Te ves del carajo, ¿qué pasó? –Preguntó Wonsik a su amigo al inicio de la segunda clase, pues lucía pálido, estaba demasiado callado y definitivamente su mente no se encontraba enfocada en donde debería.

-Nada. –Murmuró al vacío.

-Me dices por las buenas o por las malas.

-No vino Sanghyuk.

-¿Es por eso? –Por un momento no creyó que esa fuera la razón absoluta, y se levantó de su pupitre, con la mochila a sus hombros.

-... Sí. –Soltó un suspiro hondo y comenzó a guardar sus cosas en la mochila, para poder ir a la biblioteca durante la segunda hora que tenían muerta debido a que el profesor se ausentó por enfermedad.

-Presiento que me mientes.

-... ¿Cómo está tu tía?

A pesar de saber que Hongbin evadía el tema, platicaron de ello, Wonsik no cabía en felicidad, y preocupación, con su nuevo primo quien estaba en cuidados intensivos por haber nacido prematuramente a los siete meses, y el resto del día les fue sin mayores problemas ni discusiones. Para el martes, Hongbin volvía a estar callado, desenfocado y pálido ya que Sanghyuk había faltado una vez más, y el miércoles esa ausencia empeoró en su cabeza. Wonsik estaba por perder la paciencia, pues estaba consciente que había algo que desconocía y Hongbin no planeaba contarle. Durante el descanso del miércoles, en la mesa se habían reunido ambos amigos, junto a sus ahora tres mayores, Wonsik era demasiado obvio con el gusto que sentía por Jaehwan y tal vez todos lo notaban menos el rubio, sin embargo no hacían mención de ello y continuaban con sus alimentos con normalidad mientras platicaban sobre cualquier cosa como tareas, películas o música.

-Sigues muy callado, Bin. –Mencionó con cierta tristeza Hakyeon, recargando su cabeza en uno de los hombros de Taekwoon en lo que éste terminaba de comer.

-... Dice que no es nada. –Murmuró Wonsik con cierta molestia en su voz, ya que Hongbin no reaccionaba a su entorno, dejando de ver a su mejor amigo o juraría que le sacaría la información a golpes.

-Yo creo que está enamorado. –Sonrió Jaehwan, tratando de aligerar el ambiente en la mesa.

-Podría ser. –Susurró Taekwoon, apartando la mano de Hakyeon que le estaba acariciando la rodilla. –No seas empalagoso.

-¿Mande? –Preguntó un distraído Hongbin, mirándolos a todos, sintiéndose aturdido de pronto.

-¿Qué te pasa? –Preguntó el moreno, insistiendo con la caricia en la rodilla ajena.

-Ah, nada... -Sonrió con naturalidad, tratando de ignorar el hecho que todos le estaban observando como si fuera un bicho.

-Ni siquiera has comido, Lee. –Le acentuó Taekwoon, luchando por debajo de la mesa contra la mano de Hakyeon hasta que la tomó y enlazó sus dedos, ya que solo así su pareja podía mantenerse quieta.

-Mh... Perdón, es... La tarea.

-Hasta ahorita no nos han puesto tarea. –Gruñó Wonsik, rodando sus ojos un momento. –Ya dilo, Sangeun, digo, Sanghyuk te rechazó ¿cierto? Es eso... O más bien tú lo rechazaste y por eso no ha venido a clases en tres días.

-¿Quién es ése? –Curioseó Hakyeon al instante, mirando a Wonsik con asombro y luego a su vecino. –Te conozco de toda la vida y no me has dicho nada de eso, te romperé la ventana de la habitación, Hongbin.

-No es... Agh, no es eso... Y deja de hablar de él como si lo conocieras, Kim. –Su rostro de fastidio delató la irritación que sintió dentro, incorporándose de la mesa que compartía con los cuatro para marcharse de la cafetería.

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