Un beso de película [AF #1]

II

Dibujar me encanta. Es algo liberador y mágico. Saber que con mis propias manos puedo crear arte es uno de los mayores privilegios.

Mis dedos se manchan con los gises de tonalidades obscuras, nunca fui muy fan de los colores. La escala de grises representa a la perfección la verdad de la realidad.

Solo aquellos que observan con detenimiento y con el corazón pueden ver los colores sutiles que nos muestra la vida. Los grises son para los inteligentes, que  ven colores donde no los hay.

Mi lienzo siempre ha sido la vida, doy contadas pinceladas a cada paso que doy. Pero mis dedos hoy juegan sobre las migajas de gis que no quiso formar parte del papel. Tengo a un lado a Joel que selecciona las canciones que brindan mi inspiración, por eso me gusta la compañía de Joel, que es un soñador al igual que yo y porque posee un excelente gusto musical.

Dejo los gises y mis dedos buscan el lápiz de dibujo que detalla y da los últimos toques de mi obra maestra. Mi amigo ojea todos mis dibujos antiguos de los cuales solo hace muecas y gestos extraños.

—Deberias venderlos— propone mientras deja las hojas sobre la mesa donde nos sentamos.

—Nadie compra arte de un principiante— respondo con sequedad porque es cierto. El arte solo es una pasión, escasamente te da de comer.

—Pues son muy buenos, yo si los compraría— blanqueo los ojos y lo miro con atención, el se encoje en hombros pero no dice mas.

—Lo dices porque eres mi amigo— gruño mientras sigo dibujando.

—Quizás— dice deliberadamente. Continuo con lo mio dando los últimos detalles concluyendo mi obra —Se parece al chico de los lentes.

—¿Chico de los lentes?— frunzo el ceño y miro con orgullo mi dibujo. El solo niega con la cabeza y me lo arrebata.

—Es muy bonito— alaga mi amigo de ojos azules, pero ignoro todos sus comentarios —Explicamelo.

Siempre es igual, cada vez que yo término alguna idea, el termina pidiendo un porque sobre lo que suelo crear. No entiendo por que lo hace pero no me disgusta.

—Representa lo inalcanzable— digo al observar el dibujo —El chico esta debajo alzando sus manos porque ella es su objetivo — expreso con mi vista clavada en el dibujo —Sus manos no se tocan por su objetivo es inalcanzable.

—Es triste, ¿Porque?— me interroga de nuevo.

—Porque no todo el la vida es fácil de conseguir, se debe luchar por sus metas— respondo encarandolo —El tenia opciones para alcanzarla, pero las ignoro.

—¿Cuales?— ladea su cabeza observando con detenimiento.

—Las piedras que están ahí, los relieves de la pared, el como una parte esta inclinada— objeto con sequedad —Le demuestra que es un simple capricho.

—Wow, que profunda— comenta con una sonrisa y el timbre se escucha de fondo —Hora de regresar al salón.

Me ayuda a recoger mis cosas y salimos del salón de arte. Caminamos a paro lento hacia el aula, Matemáticas es una de mis clases favoritas y te preguntara ¿Porque?. No comprendo el hecho de que algunas personas las odien, si para mi es una de las mas sencillas. Sin duda las Matemáticas son indispensables para la vida, o bueno así lo veo yo. Soy fanática de los números así como del arte. Se cuantos pasos hay de mi casa al paradero, cuantos pasos mide el camino de la entrada, cuantos escalones hay en casa, cuantos centímetros mide la hoja de mi bloc, cuantas pulgadas mide el cabello de Joel, cuantas cucharas hay en mi casa. Todo, absolutamente todo lo cuento. Pero no lo veamos como una obsesión, miremos lo como una alternativa de entretenimiento.  Por eso me gustan las Matemáticas porque son una buena manera de pasar el rato y porque deben de ser exactas, así me percate de mi afán por el perfeccionismo.