IX

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Mi vista se pasea por los comensales. Trato a toda costa de ignorar el platillo que tengo frente a mi, admito que soy culpable pero no recuerdo que me hayan mencionado que este restaurante era famoso por una de las comidas que mas detestó: Sushi.

Nada mas de mencionar su nombre el estomago me cruje y las nauseas me invaden.

Tengo aproximadamente 8 minutos y 12 segundos con el plato plantado frente a mi, el cual no ha sido digno de recibir la mas mínima mirada de mi parte.

—Hubieras pedido otra cosa —me susurra Joel, sin respuesta alguna alzo mis hombro y niega con la cabeza—. Tonta.

—Se veía muy bueno —replico observando mi plato al que solo he olido, el platillo luce exquisito y lo pedí porque un comensal en la mesa de enseguida lo había pedido. Pero tenerlo cerca de mi es diferente.

—Ay Lauren —gruñe Joel y disimuladamente cambia su plato por el mio—. Sabia que no te lo comerías.

Lo miro maravillada y regreso la vista al plato con camarones gratinados y arroz que ahora esta frente a mi. Suelto un suspiro de alivio por no tener que saborear la comida a fuerza.

Segundo después de escuchar como algunos tenedores chocan contra los platos, una ligera platica es llevada a cabo por parte de la Señora Alanis y Oliver.

Es una platica tan trivial que tocan asuntos para nada interesantes, ni siquiera mi amigo se molesta en formar parte de tan sencilla conversación. Quizás porque saber, como es la nueva mujer de su exesposo, como viven y si tuvieron mas hijos, son cosas que ni ella debería indagar. Pero así nos enteramos que todas las respuestas fueron des favorecedoras para la mujer.

El señor Robles es un hombre que según su propio hijo dice: "Los años le están pasando factura". Pero aun así vive plácidamente con su segunda mujer en PrinceTown un "pueblo" muy civilizado a las afueras del país vecino. Tiene una de las casa mas grandes del pueblo y es uno de los mas a adinerados de por ahí. Además procreo a otro hijo con la nueva esposa, mi amigo comenzó a prestar atencion y su rostro se tenso al descubrir que tiene una media hermana de 5 años.

El semblante de la señora Alanis era lamentable, sin duda las respuestas no le sentaron del todo bien. Creyó que su exmarido había tardado en forjar una nueva vida y estaría careciendo pero no fue así. Ahora tenia una vida feliz y plena, o así lo comenta su hijo mayor.

Si bien la Señora Alanis es una mujer joven y muy bien parecida, ambos chicos heredaron los maravillosos genes de semejante mujer que a sus mas de 40 años lucia joven y elegante.

Ella suele trabajar durante todo el día, tiene una jornada igual de extensa que la de mi madre. Y su trabajo como secretaria en una importante empresa de maquillaje, le permite brindarse múltiples lujos así como a su hijo.

Comúnmente tiene un carácter un tanto repunante, casi nada le agrada y suele ser muy falsa con las personas. Pero en este momento su rostro esta serio y debo admitir que dolido, se expresa con claridad y sinceridad en el.

Me obligo a dejar de estudiarla y me concentro en el delicioso platillo que esta delante mi. Mas un murmullo por parte de mi amigo me hace prestarle atención.

—No preguntes cosas, de las que no quieres saber las respuestas —Fueron casi inaudibles sus palabras que al parecer nada mas yo logre escucharlas.

A partir de ahí, se desvío el tema y se busco evitarlo a toda costa. Era un conversación de conocimiento, Oliver no sabía de nadie y nadie sabia de Oliver.

Así es como todos terminando conociendo al chico que pronto cumplirá 19 años y aun es fanático de Dragón Ball y Bob Sponja. Disfruta de salir de fiesta, le estresa leer y prefiere ver películas. Además de que su comida favorita es algo tan repugnante como el Sushi.

Un beso de película [AF #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora