PURE | Billy Hargrove

✧OO2

capítulo dos
CARRIE
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La llegada de Billy Hargrove dió de qué hablar, ese nombre comenzó a invadir cada rincón de la secundaria. Si no hablaban de su trasero, hablaban de su auto, de dónde venía, de cuál era su problema o de cualquier cosa mínima. Supuse que esas preguntas definían al chico y aún así, todo era un misterio. Él lo era. Billy era un misterio que todos querían descubrir.
Excepto yo.

Porque decir verdad los suficientes misterios colmaron el año pasado, y lo que menos me preocupaba era saber algo de la vida de ese chico.

—¿Qué tal les fue en la casa de los Holland?—corté el silencio con inseguridad, debido a que a ninguno de nosotros tres era fácil charlar de esto, sabíamos muy bien que la muerte de Barb traía de por medio asuntos de confidencialidad.

—Ya sabes la respuesta—respondió Nancy en susurro y sin alzar la vista—. Están gastando todo su dinero en un detective.

No supe que decir, y tal cuál estaba yo se encontraba Steve.

Quería salir y gritarles a todos la razón por la cuál Barbara ya no estaba a nuestro lado, pero eso era algo imposible. Y en cierta forma me convencía de que esto era mi culpa.

—¿Lo has visto?—cambió de tema Steve con el mismo tono que yo había usado.
Entre sus manos yacía un papel anaranjado que se veía a cada segundo en la secundaria.

—Lamentablemente sí.

—Quizás sea lo mejor Brynn, debemos divertirnos aunque sea por una noche ¿Verdad?

Le arrebaté el papel para buscar el horario en que se organizaría la fiesta.
No pensaba hacer nada enHalloween, no había decidido aún pero hasta al momento estaba convencida en que elegiría la opción de acompañar a Jonathan para ir a pedir dulces junto a Will.

—Muy bien...iré.

Steve sonrió agradecido y luego se despidió de nosotras ya que el entrenador lo necesitaba.
Quedé junto a Nancy, sin tardar en ver su estado de amargura e impotencia.

—¿Crees que haya sido nuestra culpa?

Por más de que se pudiera pasar desapercibida noté como una lágrima se desprendía velozmente del ojo derecho de Nancy.

—Claro que no—negué con la voz queda y apoyando mi mano sobre la suya—. No esperábamos que esto sucediera.

—Pero la dejé sola, Brynn—murmuró negando con la cabeza como si así demostrará el arrepentimiento—. Si tú no te ibas, tal vez podrías haber tenido el mismo final que ella ¿No lo entiendes? Ambas podrían haber muerto y yo...

Bajó la mirada y secó sus lágrimas rápidamente, luego de mirar lo que había detrás mío.
Giré confundida y comprendí de que ya no estábamos solas, ahora nos acompañaban Tommy, un chico moreno que nunca supe el nombre y el chico que casi me atropella esta mañana.

—Lamentamos mucho interrumpir esta deprimente charla—bromeó Tommy al descifrar el estado de mi amiga, lo cual hizo reír al chico de nombre desconocido; mientras que al que fumaba cigarrillos, como si su vida dependiera de ello, me mirara sin expresión alguna.

—¿Qué quieres Tommy?—suspiré cansada al sentir que su brazo rodeaba mis hombros luego de que tomara asiento junto a mí.

—Venimos a pedir la tarifa necesaria para lo que beberán en la fiesta—extendió su mano esperando que le pagáramos—. Supongo que irán.