Si eres de las que piensan que el amor no siempre es dos más dos, sino algo así como sesenta y tres por cuatro, divido entre ocho y multiplicado por infinito.
Tienes que conocerlos a ellos.
"Lo prohibido es la tentación más deseada y lo deseado es l...
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POV's Julieta
Hoy era un día normal como todos, sinceramente no estaba ocurriendo nada nuevo en este momento, nada fuera de lo común, esto era algo...
¿Cómo decirlo?
Monótono.
— ¡Maldito Idiota! — grite mirándolo con odio.
— ¡Niñata malcriada! ¿Qué te pasa? — frunció su ceño.
— ¡Tú empezaste! — estaba con él en el suelo llena de barro.
— ¡Tú te cruzaste por mi camino! — se levanta, y sacude sus ropas haciendo que más restos de lodo cayeran en mi rostro.
— ¡Fíjate! — cogí una bola de lodo en mis manos y se la arroje en la cara cuando se giro a verme — ¿Sabes? Así te vez mejor.
— ¡Maldita niña! — gruñe de mal humor.
Y si, esta era una de nuestras constantes discusiones diarias que no podían llegar a faltar, y si lo hacían, la escuela explotaba en miles de cientos de comentarios como en las redes sociales.
— ¿Qué le pasó al bebé de mamá? — puse mi cara de pena fingida — ¿Te has ensuciado? ¡Oh por Dios! — lleve mi mano a mi boca sorprendida pero termine escupiendo el lodo que había en ellas.
El explotó en carcajadas. — Veo que la princesa de papá tiene la boca sucia de mierda. — sonríe sancarron — ¿Por que sera? — abrió su boca sorprendido — ¡Claro! Por qué lo único que hablas es mierda.
Abrí mi boca indignada.
— ¿Con esa boca besas a tu mamá? — negué refiriéndome a su vocabulario — Vaya, creo que la parte decente se a perdido.
Me puse de pie y nos quedamos mirándonos mal, todo el odio – sin sentido – acumulado del mundo dirigiéndose al otro, por que nosotros no teníamos una razón del porque odiarnos, solo habíamos lo que nuestras familias dijeran.
— ¡¿Qué pasó aquí?! — estábamos a la entrada de la cafetería con todos los cien pares de ojos puestos en nosotros.
Si en la cafetería, una broma de su mal gusto callo en mi como la víctima y él el culpable.
Bufamos a la vez y nos miramos mal al haber tenido la misma acción.
— Señor Decano podemos expli... — empieza Jackson pero es interrumpido.
— Joven Ross. — lo mira y luego a mi — Joven Moon. — suspira — A mi oficina ¡Ahora!
¡Morí! ¡Muero!
Esta ya sería la décima vez en menos de tres días en ir a la oficina del Decano.
Salí junto a él, teníamos la oportunidad de escapar pero ya lo habíamos hecho una vez y fue peor, nos llevamos una suspensión... Y nuestras familias casi nos iban desenredando por haber salido en noticieros como:
