Viaje en el tiempo Parte 3

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Al caminar, todos los ojos se posaban en él con sumo escrutinio, se sentía sofocado y aunque trataba de parecer neutro, su rostro demostraba parte de sus emociones; aquellos rostros que tanto recordaba ahora estaban frente a él, tan reales, tan..., vivos, lo miraban con detenimiento y él se sentía intimidado tratando de no quebrarse pues en su mente solo se podía maquinar aquella horrenda escena que tantas veces lo había torturado repitiéndose una y otra vez, mientras que  desfilaba por la calle sintiéndose como si fuese un condenado a muerte.

Fugaku sonrió, se veía el temor en el hombre y eso le gustaba, ese desconocido estaría bien vigilado por su clan y con él a su cargo no haría nada que atentara contra la aldea.

Sasuke avanzaba autómatamente, sabía que debía controlarse pero se le hacía difícil y, cuando acordó, ya se encontraba frente al que había sido su hogar, a la vez que su corazón se paraba al apreciar como de éste salía su madre para reunirse con su padre.

Al observarlo, Mikoto examinó al desconocido detalladamente, mientras que Fugaku se aclaraba la garganta y le hacía señas para hablar con ella en privado.

El pelinegro se quedó estático, esperando a que aquellas personas que tanto conocía volvieran a su encuentro y cuando lo hicieron, el hombre mayor informó:-te quedarás con nosotros, estamos a tu cargo, pronto te asignare un trabajo, así que por lo pronto quiero que ayudes a mi esposa "Mikoto Uchiha" con algunos arreglos que faltan a la casa; ya que eres un campesino me supongo que eres bueno con los trabajos pesados así que espero cumplas con nuestras expectativas, mientras estés aquí no se te permitirá salir del distrito Uchiha, hasta que yo lo diga, no tolero gente revoltosa ni rebelde, así que espero que no me quieras desafiar o pasarte de listo, ¿entendido?-.

Sasuke asintió y suavemente contestó con un "sí", a lo que Fugaku agregó:-bien, Mikoto, se quedará en la habitación de huéspedes, informale todo lo que debe saber y el primer trabajo que debe hacer; eventualmente mientras ganes nuestra confianza se te asignaran tareas más importantes, me retiro por ahora, no perderé más tiempo aquí, en los siguientes días te daré un paseo por el distrito, por lo pronto estarás confinado a mi casa, ¿alguna pregunta?-.

Sasuke negó y Fugaku continuó:-como te dije Mikoto, él es Daisuke Sato y de ser posible no quiero que se relacione con mis hijos por el momento, mi hijo mayor no necesita distracciones y mi hijo menor no tiene porque fraternizar con un desconocido-.

Con estas palabras se fue y Mikoto rápidamente lo invitó a pasar a la vez que le decía:-vamos, entra ahora, un hombre tan guapo como usted causará revuelo por aquí, disculpa a Fugaku, él solo quiere lo mejor para el clan, es muy duro pero también es bueno cuando se le conoce, más tarde conocerás a mis hijos, pero por lo pronto, te mostraré donde dormirás-.

Sasuke nuevamente asintió, siguiéndola, tratando de enmascarar sus emociones que gritaban por salir, quería abrazarla o decirle cuanto la extrañaba, pero ninguno de esos pensamientos eran correctos, ella no era su madre, era la madre del Sasuke del pasado, aquel niño que era feliz y que no conocía realmente el sufrimiento, aquel que era inocente y correcto y no del Sasuke manchado de sangre que ahora era y aunque era feliz con su familia, nada cambiaba los pecados que había cometido y el monstruo en que se había convertido.

Mikoto lo dejó un rato solo en el cuarto y éste se dedico a ocultar algunos de los objetos que traía, tomó aire y se limpió algunas lágrimas que salieron sin que él se diera cuenta, recordó por qué hacía aquello y deseo que no fuese descubierto a la vez que algo sonaba en su mente: ~Ten mucho cuidado y no te acostumbres a la vida en el pasado, pues corres el riego de no querer volver y si te quedas, nadie sabe que pueda pasar o que tanto de la historia puedas cambiar, lo que ha pasado el destino lo ha elegido, no puedes alterarlo o tarde o temprano ese mismo destino buscará rellenar los huecos y cambiar la incongruencia a lo que debía ser~, antes de partir su suegro se lo había dicho; tenía que ser cuidadoso ya que habían muchas razones por las cuales todo podía salir mal o quedarse en esa línea de tiempo y no poder volver al futuro que le daban vueltas en la cabeza.

Sacudió la cabeza y despejó aquellos pensamientos a la vez que se decidía a enfrentar aquello, era una dura prueba mental donde además debía de convencerse de que todo era real y no un genjutsu y a su vez detectar si lo sumergían en alguno, cualquier error podría hacer que lo descubrieran y con ello atentar contra su vida  o peor, alterar todo lo que había conseguido, no era fácil, cualquier otro hubiese sucumbido a la locura por todo lo vívido y la gran carga emocional que conllevaba el encuentro con su familia, sin embargo, él trataba de llevarlo lo mejor posible, no podía quebrarse, no podía tampoco exteriorizar sus sentimientos los cuales al lado de Hinata había cultivado y los había hecho florecer al tener hijos y convivir con su pueblo y su familia.

Después de un rato salió y buscó a la mujer quien le dio su primer trabajo, empezó a cambiar algunas maderas del suelo y luego a mover varios objetos pesados, todo esto sin rechistar ni un poco; parecía de piedra pues se veía como si no sintiera nada, solo hacía lo que le ordenaban a la vez que comenzaba a sudar, pero no le importaba, un poco de sudor no le molestaba, sentía un poco de cansancio por su falta de chakra,  pero no era nada que no pudiese manejar ya que era muy fácil hacer aquello.

Después de unas horas, Mikoto le ofreció comida y lo felicitó por su buen trabajo, él comía lo más calmado posible mientras la mujer se dedicaba a ordenar algunas cosas, no obstante, al hombre casi se le cae la comida a la vez que su cara se transformaba a un gesto de  sorpresa y temor al ver a su "yo" del pasado quien llegaba corriendo por la puerta hasta su madre, muy feliz y entusiasmado, a la vez que ambas miradas se encontraban y el pequeño Sasuke preguntaba:-¿quién es él mamá?-.

A lo que la mujer contestaba sonreida:- él se llama Daisuke Sato, vivirá aquí por un tiempo-, a la vez que el niño no dejaba de mirarlo descaradamente de pies a cabeza y Sasuke sentía un nudo terrible en la garganta al verse frente a frente con su yo del pasado, sin saber que consecuencias podría traer eso y sin haberlo pensado antes, aunque a esas alturas era obvio que iba a suceder, dejando la incertidumbre clavada en su pecho.

Luna Y Oscuridad, RECUERDOS DEL PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora