Luna Y Oscuridad, RECUERDOS DEL PASADO

Viaje en el tiempo Parte 5

Habían pasado ya varios días desde su llegada a la aldea y otros tantos desde que tuvo permitido pasear por los terrenos del clan, aunque aún sin poder deambular por la aldea, pero ya podía moverse por el distrito sin un chaperón de por medio.

En un principio Fugaku o algún otro Uchiha lo acompañaban en sus recorridos y no pasaba de hacer labores en la casa o para los dueños de ésta, ahora, poco a poco ganaba libertad y, sin tener a alguien consigo todo el tiempo, las miradas de más de alguna mujer en aquel clan no se hacían esperar ya que  descaradamente lo miraban y cuchicheaban a sus espaldas, cosa extraña para el pelinegro pues no  recordaba que aquellas mujeres fueran de esa forma, aunque también estaban las miradas indiscretas de los hombres que no se fiaban de él y lo observaban con recelo, pues éste no pasaba para nada inadvertido y llamaba mucho la atención por ser extranjero.

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Las cigarras cantaban aquel día de verano mientras él se sumergía en recuerdos olvidados, aquellos eran memorias felices de tiempos mejores, las pesadillas solían aparecer aún, sin embargo, con menos frecuencia al ver  aquel sitio tan lleno de vida, era un proceso lento pero poco a poco se acercaba a su objetivo, aquel que lo llevaría a salvar a su familia, la cual estaba presente en sus pensamientos.

Trataba de dormir plácidamente cuando de la nada sintió una hoja de espada apuntándole y de inmediato desenfundó la propia para contrarrestarla, fueron escasos segundos los que tuvo para reaccionar pero debido a su historial como criminal su cuerpo se movía solo a cualquier señal de peligro, no obstante, al abrir completamente sus ojos estos se abrieron con sorpresa pues frente a él se encontraba Itachi Uchiha con el Sharingan activo.

Sasuke intentaba comprender la situación pues no sabía que hacer, no dañaría jamás a su hermano pero cualquier error en su estado lo llevaría a la muerte, así que con todo el temple que pudo hablo:-¿qué significa esto Uchiha?-, aquellas palabras las sintió tan raras y ajenas a su persona pero no permitiría ver en él ni un mínimo rastro de debilidad o emoción.

Itachi lo miro por un tiempo y luego habló con una disimulada sonrisa ladina:-sabía que eras un ninja, lo sospeche desde un principio y vaya que hasta mi ototo se dio cuenta, no entiendo como los demás no lo notaron o..., tal vez sí y lo dejaron pasar como yo, tienes buenos reflejos, dime, ¿cuál es realmente tu objetivo?-.

Sasuke chasqueo la lengua frustrado y prosiguió:-creo que no vale la pena ocultarlo más, soy un campesino y antes de que me calles, también soy un ninja o al menos lo era, si vives en un país donde la guerra es el pan de cada día no debería sorprenderte de ello, sin embargo, lo que dije es verdad, quiero vivir una vida pacífica en su aldea, lejos de aquel infierno, así que ahora yo te pregunto, si dices que lo sabías o al menos lo sospechabas, ¿porqué me atacas hasta ahora?-.

El menor no se mostró sorprendido, se encontraba neutro como si no tuviera ni una pizca de emociones, ni siquiera cuando volvió a hablar:- quería advertirte, un solo error y la pagarás caro, mi padre quiere darte libertad para moverte por ciertas partes de la aldea y pronto te dará un trabajo mejor del que ahora tienes, ignoro si sospecha lo de que eres ninja pero si lo sabe creo que hace aquello por las mismas razones que yo, queremos ver hasta donde llegas y que tramas, si el clan Yamanaka no pudo ver en ti intenciones malignas debiste usar algún truco o jutsu poderoso y averiguaré cuál es, no puedo tragarme el cuento que nos diste y sigo sin confiar en ti, solo un error espero para demostrar que no eres alguien bueno, esos reflejos no los tiene cualquier persona, solo alguien que ha derramado mucha sangre y visto muchas cosas, con un aura asesina no tan común-.

Sasuke sonrió un poco ante lo que su hermano le decía pues todo aquello era tan cierto, no obstante no caería en su juego así que contrarrestó su argumento con una simple frase que dejo helado al menor:-que esperabas, ya que por lo visto tu y yo participamos en la misma guerra-.

Itachi trató de disimular el impacto de aquellas mordaces palabras pero era tarde, en su rostro se mostraba su efecto, sin embargo, solo duro una pequeña cantidad de tiempo, pues volvió a su rostro neutral y sentenció ante el mayor:-descubriré que es lo que realmente quieres Daisuke Sato, "si ese es tu verdadero nombre" y si osas perjudicar a esta aldea caerás ante mi mano, es un juramento-, con esto apartó su espada  y así como llegó, se marchó.

Sasuke maldijo por lo bajo llevándose las manos a su rostro a la vez que afligido veía la tenue luna que se asomaba por una pequeña ventana que había en la habitación, realmente se sentía imbécil al creer que podría burlar a aquellos ojos que todo lo observan a detalle y, ahora que lo pensaba bien, se había percatado de que el Hokage tampoco creyó del todo su teatro, ¿acaso estaba perdiendo sus facultades como ninjas? o ¿todo era obra de aquel viaje del cual no se había recuperado totalmente?, cualquiera que fuese la razón, sentía que cada vez más se hundía en el fango y eso en definitiva lo ponía más que enojado.

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Al día siguiente, Itachi lo trató como en los días anteriores a ese, sin mostrar ningún indicio de lo que había pasado entre ellos la noche anterior, de hecho, todo parecía igual que siempre.

Comió lo que se le ofrecía y se dirigió a hacer su trabajo como de costumbre, sin embargo la voz de Mikoto lo sacó de su rutina: -tengo un encargo para ti, necesito que entregues esto (sacando un paquete debajo de la mesa) a la siguiente dirección-, lo dijo sacando un papel con algo escrito en él, Sasuke rápidamente asintió, tomó el paquete y se marchó.

Sabía exactamente a donde ir, estaba un poco curioso del contenido del paquete pero trató de no prestarle atención, así que se dirigió al lugar en completa calma y al llegar, una mujer  muy voluptuosa se apresuró a colgarse de su brazo mientras lo miraba descaradamente y con una sonrisa muy pícara.

Sasuke en ese momento se sintió incómodo y trató de rechazar su toque de la manera más amable que pudo, no lográndolo, aunque,  de igual forma no pudo evitar compararla con su esposa, pues sin duda ella era mejor en "todos los aspectos", recriminandose mentalmente por pensar aquella absurda idiotez y ahora suponía que pasar mucho tiempo con Kiba Inozuka le estaba pegando lo tarado, despejo su mente un momento y se dio cuenta que seguía con el "problema" colgado de él, recordándole sus días de juventud, irritándolo cada vez más hasta que una señora de mayor edad apareció y carraspeando su garganta, hizo que aquella mujer indiscreta se soltara como por arte de magia del Uchiha mientras ella  intentaba parecer una blanca palomita.

Sasuke entregó su paquete y se marchó, aliviado de que aquello acabase, no obstante, eso estaba lejos de acabar, pues un grupo de féminas iban a su encuentro para preguntarle cosas indiscretas, deseando él en ese momento poder asesinar a aquellas revoltosas mujeres y entendiendo un poco el porqué su hermano asesino a su clan.