Capítulo 2 (Parte 1/2)

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Vuelvo a dormir después del sueño, tal parece, porque vuelvo a despertarme cuando un poco de la luz del día se filtra en el dormitorio. A mi lado sigue sin haber nadie, pero la gran mochila y las cosas de Ashley están allí, en el rincón cerca de su cama.

Cuando me levanto y comienzo a cambiarme la ropa que usé para dormir, la puerta se abre, bastante rápido como para ser alguien que no duerma aquí.

Ashley viene haciendo equilibrio con una bandeja oscura que sostiene dos cafés y un par de tostadas. Me la quedo mirando pero ella me ataja antes de que yo pueda fruncir el ceño y comentar algo al respecto.

—No quiero chistes ni burlas ni sarcasmo. Sí, te traje el maldito desayuno a la cama. Tómalo como si estuviéramos a mano, ya que una vez me lo trajiste tú.

Sonrío un poco cuando Ash deposita la bandeja al pie de mi cama. Ella toma su café súper caliente con las manos, como si nada, y le da un profundo sorbo.

—¿Cómo te encuentras? —pregunta al cabo, con la voz un poco más baja.

—Supongo que mejor. Más aún ahora que puedo comer en mi cuarto y sin mover un dedo por ello.

—Sí, quizás tuve que haber dejado que levantaras un poco el culo y salieras de aquí un rato. Al menos hasta el comedor.

—Ya he salido. Algunas tardes un rato, y ayer estuve todo el día afuera.

—Marshall me lo contó —responde, llevándose a la boca ahora una tostada—. ¿Así que te enfrentaste a un mundano por una manifestación?

Ladeo la cabeza y me hago la estúpida para no responder mientras tomo mi café.

—Mira, que si estuviéramos en otra situación yo te hubiera apoyado con eso —dice Ash—. Pero eso fue jodidamente peligroso.

—Él ya sabía de nosotros, daba igual si me exponía o no —refuto—. Además yo no le hubiera hecho nada si él no hubiera sacado un cuchillo e intentado lastimarme.

—Seguramente era tan idiota como los demás y creyó que por el simple hecho de tener habilidades extrañas ibas a atacarlo. Eso pasa, por eso siempre nos mantuvimos en secreto.

Yo me quito la venda de la muñeca y me observo la piel: el corte ya está curándose, quizás falte muy poco tiempo para que cicatrice.

—¿Crees que sigamos así? ¿Escondidos?

—Si la gente que se encarga de eso lo hace bien... quizás.

—¿Y sabes dónde está Fénix?

Ashley deja salir un largo suspiro.

—Pensé que si él se lo hubiera dicho a alguien, sería a ti.

—No... no hemos hablado.

La voz me sale extraña, y parece que incomodo a Ashley.

—Creo que... —dice— él también debe necesitar su tiempo. Ambas lo vimos esa noche, en casa de Frank. Cómo se puso...

—Las pocas veces que lo había visto así de alterado fueron a causa de sus padres. Pero, diablos, que le hayan hecho eso...

Dejo la frase sin terminar porque no quiero ni pensar en el hecho de que se deshicieron de Luke y Aldana sólo para que Fénix pudiera asistir aquí.

—Bueno, Audrey... —parece que Ash quiere comenzar con un tema, un tema que de seguro ha estado pensando desde que entró aquí—. Hablando de esto —vacila un poco más—, Kendrick me ha pedido hablar contigo. Sabe que soy tu compañera de cuarto y por eso me lo pidió, a pesar de que le aseguré que te había dejado este tiempo a solas.

Gea: Unidos nos propagamos | #3 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora