Capítulo 18

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Prepárense para el drama.

La palabra del líder es ley, y, como todos parecen estar poseídos por la curiosidad, no tardamos nada en ingresar al anfiteatro y llenar las gradas.

La inmensidad del lugar me estremece como la primera vez en que lo vi, pero ahora hay algo diferente en el aire. Los ignisios toman asiento con suma rapidez, incluso empujando las filas cuando se forma algún amontonamiento en los pequeños pasillos. Kendrick ya está en el centro de la sala cuando el silencio empieza a apoderarse del lugar.

Yo miro para todos lados: me he separado de Danna, que seguramente se habrá ido con los dos sujetos que se agarraron a puñetazos, y he perdido a Marshall en el lío del camino hacia aquí. A Ashley no la he visto hace bastante, y... a Fénix, menos.

Una sensación de escalofríos me recorre los brazos y me deja un mal sabor de boca. No tener a Fénix a la vista me provoca cierto pavor, sobre todo sabiendo lo mal que la debe estar pasando aquí adentro.

¿Habrá venido a la reunión del anfiteatro, o le importa un comino?

-Cálmense, cálmense. -La voz de Kendrick se abre paso sin problema gracias a la acústica del lugar. Está más serio de lo normal, con un tono diferente en la voz. Mira momentáneamente hacia el suelo-. Sé... sé que están confundidos. Y aunque no toleramos incidentes como el que acaban de armar en el pasillo cerca del comedor, hoy lo perdonaremos. Sabemos que la preocupación es algo habitual en estos días. Sabemos que las cosas no están nada fáciles. -Al final, levanta la cabeza-. Pero, sobre todo, debemos saber que hemos cometido un grave, grave error.

No sé... no sé si me lo estoy imaginando. Estoy demasiado lejos, demasiado arriba... pero creo que el líder mira hacia acá. Hacia mí.

Un grave error. Eso no es difícil de comprender.

Se está refiriendo a lo que pasó en la casa de Frank Hilton. Al hecho de tomarlo como rehén, al hecho de la pelea que se armó en la calle, frente a algunos mundanos.

-Los errores ocurren -añade de pronto, apartando la mirada hacia todos y nadie al mismo tiempo-. Somos humanos; ocurren todo el tiempo. Y han ocurrido desde siempre. Lo diferente ahora, el problema de ahora, es que nuestro principal encargado de mantenernos al margen ha sido encontrado. -El murmullo se arma al instante entre la gente, a mi alrededor y más allá. Está refiriéndose a Derrik Malonne-. Estoy al tanto de que todos ustedes ya se han enterado de eso. Y estoy al tanto de que, lo que les preocupa ahora, es el no saber realmente por qué han tenido que quedarse aquí adentro estos días. Y tienen razón, merecen explicaciones.

Vuelve a mirar hacia el suelo, y ese simple gesto me provoca un nerviosismo inexplicable. Él nunca mira hacia abajo. Por Dios, deja de hacer eso. Déjalo ya.

-Hace unos días -comienza al líder-, nos llegó información de que, a partir de la detención de Derrik Malonne, las autoridades de la ciudad han encontrado ciertos datos sobre nosotros. Los asociados al Gremio que trabajaban en el gobierno para servir en nuestra ayuda se vieron obligados a hacerse a un lado por la falta de Malonne. Ya era tarde. Una persona en particular se dedicó a la ardua tarea de dar con nosotros, aunque no supiera bien qué es lo que somos, qué hacemos, desde cuándo estamos entre ellos...

Sus palabras me golpean en la cara.

Una persona en particular... Sam me habló de una tal Ivanna Orlov que quería dar con nosotros...

-Sé muy bien que el revuelo que acaba de suceder es por lo que vieron en las noticias... -Kendrick suspira y, entonces, sus manos se aferran a la pequeña mesa que tiene en frente. Me quedo viendo ese minúsculo gesto mientras la mirada se le ensombrece-. Ya no vamos a ocultarles nada. Porque, sí, lo que vieron es cierto: tomaron a uno de los nuestros.

Gea: Unidos nos propagamos | #3 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora