Capítulo 21

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Salir del Gremio después de lo que se han montado Fénix y Marshall no resulta nada sencillo.

Desde que anunciaron abiertamente que se iban de la academia y algunos ignisios los siguieron, los guardias se han puesto más firmes que nunca. No sé si Kendrick no quiere que haya otro como Charlie, descubierto por los mundanos, o es que simplemente quiere tenernos a todos bajo control.

Ashley y yo estamos en una de las ventanas más altas, observando el gran portón. Dentro del patio no hay tanta gente, pero es mucho más de la que suele haber.

—Tienes que salir por ahí —dice ella, y yo la miro al instante.

—¿Por el portón?

—No hay otro sitio. Podríamos buscar y buscar algún recoveco por donde huir, pero nos llevaría todo el día. Hay muchos guardias, igualmente.

Y, desde que Danna me vio regresar del bosque por la puerta vieja y escondida en las enredaderas, ya no pienso en ese lugar como salida.

Además... me quitó las llaves.

—En el portón hay aún más guardias —replico.

—Le pediremos a alguien que te las abra.

Ese alguien suena muy a Danna. Siempre es así.

—No va a abrírmelas —respondo secamente—. Y si lo hacen, todos se van a enterar de que salí.

—Que se enteren. —Ashley no aparta la mirada del patio, pero nota cuando frunzo el ceño hacia ella—. Se van a enterar... —Se voltea hacia mí—. Así que más te vale regresar con un mensaje de los hawas que valga la pena para convencer a todos.

Ella vuelve su atención hacia la ventana y no decimos más nada.

Como siempre, Ashley no me mete nada de presión...

Cuando llegamos a la oficina de Danna, nos encontramos con una larga fila de personas queriendo hablar con ella

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Cuando llegamos a la oficina de Danna, nos encontramos con una larga fila de personas queriendo hablar con ella. Ashley arruga todo el rostro al instante, y es entendible: nunca nadie viene a quejarse con Danna o a hacerle preguntas. Supongo que, desde que es una sublíder, la ven como alguien más capaz para tranquilizar sus inquietudes.

Como nosotros siempre la hemos visto.

—¡A ver, ábranse paso! —Ashley estira los brazos y aparta a un par de ignisios sin pensárselo dos veces. Los presentes se giran hacia ella, todos con muecas distintas, y yo reacciono con un sobresalto para moverme y alcanzarla—. ¡Permiso, permiso! Muy bien. Vengo con la multi, por favor, un poco de respeto.

Ash llega al picaporte y lo abre sin antes golpear... y sin antes esperarme. Me abro camino como puedo, sin aguantarme mucho las miradas fijas mientras no paro de disculparme en voz baja.

Cuando la puerta se abre, Danna y una muchacha frente a ella se voltean hacia nosotras con asombro.

—Tenemos que hablar.

Gea: Unidos nos propagamos | #3 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora