Parte 43

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Como sea, no me quedé para averiguarlo. Apagué todo el equipo y tomé mis cosas, porque simplemente no quise lidiar con lo que sea que Suran tuviese que decir. A pesar de tener a una niña eterna como mi novia, nunca fui bueno lidiando con los lloriqueos. Entonces me fui. Suran irrumpía la salida pero solo bastó posicionarme frente a ella para que se moviera. Al menos no me dijo nada más para detenerme.

­-Estoy harta de quien eres. No eres mi hijo.-

La primera visión que tuve de mis recuerdos fue de mi madre. La primera imagen que tuve sobre mi pasado; ella. Llorando. Aunque suene difícil de creer, estuve convencido de que mis recuerdos aparecían acorde algunos momentos. Como claves. Nadie me dijo que esto alguna vez pasaría. Nadie me dijo que todo volvería... y por eso estaba asustado.

-Eres un monstruo.-

Por eso estaba enojado.

Volví a casa antes del anochecer. Lo habitual era entrar al edificio y tomar el ascensor. Rara vez compartía con alguien. Esta vez fue el chico de mi piso, el que Doyeon llama "Junior". Por supuesto que noté esa mirada frívola hacia mí. La ignoré. Nunca había sentido un silencio tan incómodo. Este tipo me odiaba en serio, pero no creo que cómo Hoseok.
Cuando se abrieron las puertas en nuestro piso, él salió primero e hizo la típica reta de chocar su hombro con el mío. Es más que claro que no me gustó, entonces lo que hice fue correr hacia él, voltearlo del hombro y empujarlo hacia la pared del corredor. Esto fue muy rápido. Coloqué mi antebrazo en su cuello mientras hacíamos continuación a la batalla de miradas. Él no resistía, estuvo tan tranquilo como yo.

-Cualquier problema que tengas conmigo no me interesa, pero más te vale que no vuelvas hacer eso.-

Fue lo único que dije y lo único que escuchó. Me di la vuelta y entré a mi departamento. Holly vino a ladrarme y a brincar a mis pies. No me quedó de otra que tomar al eterno cachorro y recostarme en el sofá. Solo... relajarme. Eso necesitaba ahora.

...

-¡Yoongi Oppa!-

-¡Mi sombrero!-

-¡Yoongi Oppa!-

Bien, no supe cuánto tiempo fue que cerré los ojos, pero no creo que lo suficiente como para empezar a soñar tonterías.
Noche del viernes, se supone que Doyeon estaría en ese estúpido baile con su amigo retrasado. No dudé que fuera ella la que hacía todo el escándalo en el pasillo, tuve que ir a la entrada.
En cuanto abrí la puerta la encontré a ella sentada en el suelo.

-¡Min Yoon Gi!- y notablemente ebria.

-¿Qué haces aquí?-

La primera idea en mi cabeza fue que aquel tarado la embriagó y la dejó en mi entrada. A pesar de eso no había señales de él en el pasillo. Me costó entender toda esa mierda.
Le ayudé a levantarse y volvimos adentro.

-Quiero agua, Oppa. ¡Holly!-

-Jung Do Yeon, ¿estás...?- ni siquiera sé cuáles eran sus señales de ebriedad más que la palabra prohibida en su diccionario de nuestra relación. Ni siquiera supe como sentirme con eso.

Y bueno, más adelante tuve que arreglármelas para dejarla sentada y quieta en el sofá, fui por ese maldito vaso de agua.

-¡Es agua!-

Seguidamente me senté a su lado, y todavía aturdido por la inesperada situación. Olía a cerveza. ¿Cómo pudo siquiera aceptar eso? Maldita sea.

-Estás ebria.-

-No, soy un koala.-

Hm, esa fiesta. Cada vez tuve más en claro que su patético amigo tuvo que ver en eso.

Alcohol. Nunca, desde que la conocí, se me cruzó por la cabeza combinar a Doyeon con el alcohol. Aquel idiota no le tuvo miedo a la muerte, de seguro.

-Doyeon, escúchame.-

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-Te escucho, te escucho, no estoy sorda. Tengo orejas grandes de koala que me ayudan a escucharte muy bien, Yoongi oppa. Oh, pero debo acércame para escucharte mejor, ¿verdad?-

Bien, aquí es donde debo dar una leve explicación sobre los caracteres de ebriedad que conozco, ¿verdad? Solo el mío, más bien, por ejemplo: cuando yo me embriago, suelo volverme más agresivo. Lo normal, pero Doyeon solía tornarse algo... ¿cariñosa? ¿Atrevida?

Atrevida. En el momento que abrió sus rodillas para sentarse sobre mí, esa fue la palabra correcta, creo. Pero creo que no tuve la palabra correcta para describir el momento en el que comenzó a brincar sobre mi pelvis implorándome que la mirara.

Dolió. Solo eso voy a decir.

-No hagas eso. Mierda.- tuve que detenerla pero, el lugar concreto donde ella estaba sentada no era el adecuado. ¿Ni siquiera se dio cuenta de ello? ¿Ella no sentía... eso?

-Deberías besarme.- o creo que sí. –Te dejaré tocarme si quieres.-

Tentador. -¿Qué?- pero una completa locura.

-Sí, y estar sobre mí como tanto quieres, Yoongi oppa. Mira, mi falda se quita por aquí.-

¿Desde cuando sus faldas de una pieza se quitaban de esa manera? Esa prenda voló como mis pensamientos más impuros al ver por completo ese pequeño traje, sobre todo su entrepierna sobre la mía.

-No sabes lo que estás haciendo.-

-¡Sí lo sé! Cosas de adultos.- podía jurar que mi trago de saliva se escuchó desde afuera. –Si Suran lo hace contigo...-

-Basta, eso no es así.-

-¡Sí lo es!-

¿E incluso ebria no podría olvidarse de Suran? ¿Por qué rayos bebió?
Tuve que quitármela de encima antes de que algo fuera de lugar ocurriera. Maldita sea.

-Quédate aquí.-

-¡Yoongi oppa!-

Lo que se me ocurrió por el momento fue ir y hacerle un pacífico reclamo nada agresivo a Youngjae. Golpeé la puerta un par de veces.
Quien atendió el llamado no fue él sino Junior. Perfecto, podría armar la escena perfecta, pero entonces... algo ocurrió.

Antes de que pudiese decir algo escuché un estruendo de metales chocando en mi piso. Doyeon y su desastre. No le tomé importancia y busqué reclamarle al idiota frente mío. Pero entonces:

-¡Min Yoon Gi!-

No fue su típico grito de euforia. Este fue tan desgarrador que rápidamente tuve que correr.

-¡Min Yoon Gi!-

Encontré a mi novia, sangrando de su mano, asustada y temblando. Los cubiertos de metal en el suelo a su alrededor y Holly ladrando como loco, no fui el único que miró esta escena, Junior entró detrás de mí. No recuerdo que Doyeon haya gritado su nombre pero lo dejé pasar.

-¿Qué hiciste?- llegué a mi novia.

-Yo... no sé.- no dejaba de temblar, de igual manera no dejaba de mirar la sangre brotar de sus dedos. –No puedo respirar... Min Yoon Gi.-

Sufrió un ataque de pánico debido a su fobia. Al final... sufrió un desmayo en mis brazos. Fue uno de los peores sustos que tuve en mi vida. Pero a pesar de eso mantuve la calma, sabía que esto no era grave.

-Lárgate.- le dije a Junior y, sin más, se fue.

Estuve seguro de encargarme de esto solo.

... 

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora