Parte 15

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En ese entonces yo no sabía por qué me atacaba de esa manera, pero lo que sí noté es que ese chico temía de mí. Él me conocía, pero yo a él no. Él sabía algo de mí, él sabía quién era el Min Yoon Gi del pasado.

-No sé qué tanto has escuchado de mí... pero no voy a hacerle daño.-

No mentí. Fui sincero. No iba a permitir que él se metiera conmigo y si esto era lo que tenía que hacer... pues bien.

-¿Por qué debería creerte?-

Porque me di cuenta que yo no podría lastimar a Jung Do Yeon aunque quisiera.
Porque me di cuenta que ella era buena para mí a pesar de que yo era malo para ella.

-Porque estoy enamorado de ella.-

Lo dije. Lo dije en voz alta, mirándola a ella, confesando mis sentimientos sin haberlo pensado antes. Amor o no, esa atracción no iba nunca a dejarme en paz.

En fin, haber dicho aquello volvió loco al hermano. La enana se había quedado atónita ante mis palabras y su hermano tuvo que reprenderle y gritarle que entrara a la casa, que se largara, porque obviamente algo ahí iba a suceder.
Pero entonces llegó un auto, dos chicos que jamás había visto.

-¿Qué sucede?- preguntó uno. Se dio cuenta de mí y guardé cautela.

-No vuelvas a acercarte a mi hermana.-

-¿O si no qué?- le reté.

El imbécil se molestó aún más, noté su intención de abalanzarse sobre mí pero su amigo castaño lo detuvo interponiéndose entre nosotros.

-Hey, tranquilos.-

-Tranquilo, Hoseok.- agregó el otro. –Chico, será mejor que te vayas. No queremos problemas, ¿de acuerdo?-

No tenía miedo de enfrentarme a tres patanes como ellos, había lidiado incluso con más en el pasado, pero ciertamente no valía la pena usar los puños por algo tan absurdo. No frente a ella.
Cómo sea, me di la vuelta no sin antes mirarles por última vez y me largué de ahí. La miré a ella, con su pequeño gesto de preocupación al apretar sus manos a la altura de su pecho. Solo la miré y ella a mí.

Me confesé, ahora le tocaba a Jung Do Yeon hacer lo que se le diera la gana con eso.

...

Caminé esa noche de vuelta a mi casa. Pensé en toda esa locura en la que me había metido. Ahora que Jung Do Yeon lo sabía "de verdad" me preguntaba cuál sería su comportamiento conmigo.
En definitiva no anhelaba el lunes.

-Hey, rubia.-

Genial.

Había llegado a mi barrio, estaba tan distraído que no me di cuenta de la manada de idiotas que me esperaban en uno de los cruces del lugar.

-¿Qué quieres ahora?- pregunté con tal flojera, este tipo ya me tenía harto.

-Tú sabes lo mucho que Vince te ama, cara de flor.- se burló en mi cara. –Te tiene una propuesta.-

-Que se joda.- y solo eso.

Pasé a Jisoo de largo y a su grupo de bailarinas feas, gran error. Lo que hicieron después fue jalar de mi chaqueta y, tomándome del cuello, estrellarme contra la pared.

-Creo que aún no entiendes como trabaja Vince.-

-Solo quiere que muera sin que sea su culpa.-

-En ese caso suicídate, Min, así todos ganamos.-

Rodé los ojos. -¿Cuánto esta vez?-

-Ochocientos billetes, ¿eso está bien para ti?- al fin me soltó. –Mañana haremos un trato con el clan enemigo, y sí, hablamos de sangre.-

-¿Y dónde entro yo?-

-La joya.- dijo, sonriendo como el inepto que es.

Pero lo entendí. La joya. El anillo en el cuello del líder del clan enemigo.
Si aceptaba, era prácticamente un suicidio.

-¿Entonces mañana?-

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Ni siquiera ese grupo de gánsteres eran mis enemigos, eran de Vince.
No le tenía miedo a la muerte, mi excusa era que necesitaba el dinero. Lo de siempre.
Pero de verdad no sabía por qué lo hacía. Para mí podía haber sido fácil huir de la ciudad, encontrar una vida en otro lado, siempre que tenía que meterme con las situaciones de Vince tenía que pensar en eso. En huir. ¿Otro país tal vez?

Corea del Norte no me parecía tan mala idea después de que se desató el caos aquella noche.

En resumen: sí, casi muero otra vez ahí. Doka fue quien me ayudó en mi cacería pero me abandonó cuando uno de los líderes me atrapó y casi me apuñala.
Hubo un incendio, fue como una pesadilla. Fue como estar en el mismo infierno.
Recuerdo haber quedado solo mientras las llamas consumían el edificio. Estaba herido, aturdido, y no veía nada más que cuerpos malheridos o sin vida en el suelo. No sé si cumplí la tarea, no importó, tuve que huir cuando escuché las sirenas de la policía y los bomberos.
Corrí mientras me desangraba. Salí de ahí con media vida.

Otra vez.

Llegué a casa y recuerdo haberme desmayado ahí mismo. Recuerdo haber despertado al día siguiente, domingo, pero no tenía fuerzas para levantarme. Me quedé ahí, recostado, pensando en melodías y letras solo para distraerme.

"Ya que tú vives resistiendo, desaparecerás algún día..."

No...

"Cuando la noche oscura pase, una brillante mañana vendrá..."

Ni siquiera tenía planes de ir a clase el siguiente día, pero fui porque tenía que ir a enfermería. A buscar algo que me calmara el dolor, no quería ir al hospital así que me resigné a eso.

-¿Qué pasó contigo?- eso fue lo que dijo la enfermera al verme pero no le respondí nada. –¿Hay algo que deba reportar al director?-

-Haga su trabajo.-

El dolor era tan infernal, no tenía tiempo de lidiar con sus tonterías.
Limpió algunas heridas, vendó otras y me dio pastillas para el dolor. Eso fue todo.

-¡Min Yoon Gi!- o tal vez no. De alguna manera sabía que me encontraría con ella. –Oh, Min Yoon Gi, estás herido. ¿Ocurrió algo? ¿Estás bien?-

¿Por qué se preocupaba tanto por mí? Lo único que pude hacer fue mirarla.

-¿Te lastimaron? ¿Estás bien, verdad? Min Yoon Gi...-

Yo no quería que me mirara así. Pasé de ella sin decirle nada.

Luego insistió y corrió para interponerse en mi camino.

-¿No vas a hablarme? ¿Te lastimaron?- incluso tocó mi brazo una vez en su insistencia. -¿Estás molesto conmigo?-

Para nada estaría molesto con ella.

Lo que hice después fue... reconfortarla. Palmeé su cabeza un par de veces con suavidad.

"Todo está bien". Acto seguido volví a pasarle de largo.

-¡Min Yoon Gi!- me detuve ante su grito pero no giré. Suspiré. –Todo está bien, ¿verdad?- ¿acaso leyó mi mente? -¿Podrías mirarme?-

-Déjame en paz.-

-Pero...-

-Es por tu bien.- fuese una mentira o no, yo tenía que alejarme de ella por el momento.

-Si te han lastimado, yo estoy aquí, Min Yoon Gi...-

Si ella supiera la vida que yo tenía en realidad, ¿me miraría y diría lo mismo?

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~ Cotton Candy ~ Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora