Parte 54

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No hay mucho que contar sobre las grabaciones y las ediciones del video, yo no me hice cargo de eso más que de esperar a que todo estuviese listo. 

Comencé a creer que era una mala idea cuando ciertos recuerdos vinieron a mí, pero no lo pensé como tal cuando comencé a ganar más dinero y mi ser del pasado se volvía más ambicioso.
Los videos de Agust D fueron liberados a principios del otoño del mismo año. Recibí buenas críticas y otras tipo "¿Quién rayos es este tipo?". Una vez más fui el centro de atención en los portales de música de Corea y América. Oh, bueno, esto tiene sus pros y contras.

Doyeon se molestó conmigo porque Agust D fue rubio sin previo aviso y por sus palabrotas sin censura, pero nada que un par de palabras bonitas no arreglaran.
Y, debo mencionarlo en serio, parte de la popularidad de Suran se convirtió en mía. Fui reconocido como el productor de Suran y eso despertó mejor el interés del público hacia mí. Pero, por otro lado, eso no quita que también fui criticado por mis ambiciones y el uso "agresivo" de la música. Me dio igual de todos modos.

En la empresa poco a poco fui convirtiéndome en uno de los "hyungs", a pesar de todavía ser el más joven, pero, por supuesto, fui desviando esa reputación hacia el lado equivocado con mi raro temperamento.
Hoseok se dio cuenta de lo que pasaba conmigo de algún modo. No se equivocó cuando dijo que tarde o temprano decepcionaría a todos.

-Te reto a adivinar cuánto costó el vestido de novia. Ni yo he gastado tanto en mi vida.-

Uno de los tantos días de almuerzo en la sala de juntas. Conforme pasaban los días, Seokjin hacía más relajo sobre su estúpida boda. Era de lo único que hablaba en esas fechas.

-¿Qué hay de tu despedida de soltero?- Namjoon le preguntó.

-He salido con ella por casi 8 años, me despedí de la soltería hace mucho tiempo.-

-Vamos, en serio.- Namjoon llamó mi atención con un codazo en las costillas. –Min opina lo mismo que yo, hay que despedir tu soltería.-

-No me metas en esto.-

-Lo curioso aquí es que ninguno de ustedes es soltero.- Hoseok agregó.

Seokjin comenzó a reír. –Solo tú.-

-¡Bien!- Namjoon exclamó. –Entonces hagamos esa noche especial como un plan para conseguirle una chica a nuestro amigo. ¿Te siguen gustando las pelirrojas, Ho?-

Recibí una pausa instantánea debido a lo último. Por la expresión de Hoseok, Namjoon tuvo que disculparse después por haber preguntado eso. La razón es que yo estaba ahí, la razón por la que Hoseok se molestó con su amigo, pero él creyó que yo no tenía idea de nada.

-¿Estás bien, Min Yoon Gi?- Seokjin tocó mi hombro en cualquier momento de mi pausa mental, pero aparté su mano de inmediato.

-Hagan lo que quieran, no me metan en estas estupideces.- salí de ahí tratando de no verme aturdido, pero la verdad es que dentro de mi cabeza había una especie de alarma silenciosa.

Hoseok y una chica pelirroja. En el pasillo del instituto. En el alféizar donde me gustaba estar.

Algo ya debía sonarme familiar.
Nunca recordé el nombre de esa chica. De hecho, me acosté con ella sin saber siquiera su nombre, lo hice por desquite. Tal vez pensarías que Hoseok me odiaba por eso, en parte, pero, por lo que recuerdo, él nunca se enteró de lo mío con esa chica teñida. A menos que él hubiese escuchado que ella murió por mi culpa.
Bueno, mis vagos recuerdos de ese entonces me señalaban eso, pero aún no lo creía porque no tenía todas las pruebas.

...

En esas fechas conseguí que la empresa me diera mi propio estudio, como a Namjoon y Hoseok. Tuve mi propio espacio, mi privacidad, y tranquilidad más que nada. Mi estudio fue el único lugar donde podía estar solo, ni siquiera le permitía la entrada a Suran y eso que debíamos trabajar juntos. Y bueno, a veces ella rompía las reglas pero mi alto perfil temperamental la sacaba de ahí en cuestión de segundos.

Una noche, después de hablar con Doyeon y de reconsiderar mi relación con ella, encontré el anillo de compromiso que mi padre le dio a mi madre. Miento, más bien, Suran lo encontró en mi escritorio y no dudó en hacérmelo saber. Olvidé que lo había dejado entre mis cosas la vez que me mudé de estudio. Nunca dejé de pensar en ese anillo después de que mi lado estúpido y vulnerable le propuso la opción del matrimonio a Doyeon aquella vez.

-¿Esto es tuyo?-

-Déjalo donde estaba y lárgate, ¿quieres?-

-Ella es demasiado joven, ¿lo sabes?-

-Deja que su hermano me lo diga, lárgate.- no debí arrebatárselo de esa manera, mucho menos empujarla.

-¡Eres un idiota! Min Yoon Gi, no es correcto...-

-¿Ahora sabes lo que es correcto? Muévete.-

-Hasta tú sabes que es una mala idea.-

Bien, sí lo sabía.

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Namjoon y yo, por insistencia de él, fuimos juntos a alquilar los malditos trajes que usaríamos en la maldita boda. Por supuesto que fui de mala gana, ¿cómo es que estos chicos, Seokjin y Namjoon, ignoraban por completo mi ira hacia ellos?

-Te queda bien pero, ¿por qué no intentas otro saco?-

-Me da igual.-

-Me probaré este.-

-Me sigue dando igual.-

La dependienta de la tienda nos dejó solos un momento en lo que atendía a otro hombre. No sé por qué creí que sería el momento de soltar algunas preguntas estúpidas. Namjoon salió del vestidor para modelar frente el espejo a un lado mío.

-Respóndeme esto.- le dije.

-¿Qué sucede?-

-¿Cuánto tiempo tienes de relación con tu novia?-

-Hm, dos años y medio, creo.- estuvo más atento en verse bien, creo que ni prestó atención en la intención de mi pregunta.

-¿Y cuánto tiempo llevas de conocerla?-

-Hm, ¿seis? Quizá siete años, éramos compañeros en el instituto.-

Eso no me ayudó en nada. Doyeon y yo apenas habíamos cumplido un año de relación, y menos de uno en conocernos.

-¿Has pensado que te casarás con ella?-

-No lo sé, tal vez. ¿Por qué esa curiosidad, Min? Bueno, no te culpo, las bodas ponen así a la gente. ¿Por qué? ¿Has pensado en ti y Doyeon?-

Lo último lo dijo con burla así que no me inmuté. –No.-

-Bien. Sé que ella quiere casarse contigo pronto.- sonrió. –Es adorable, ¿no crees?-

Hm. -Voy a quitarme esta mierda.-

-De acuerdo, date prisa.-

En absoluto era una mala idea.

Fue una mala idea.

...

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora