~ Cotton Candy ~ Suga - BTS

Parte 63

"De Kim Seok Jin:
Es un chico de su clase, no tengo idea. Hoseok ha dicho que han tenido un par de citas nada más. ¿Qué hay de ti?"

Conocí a Lee Sun Mi pocos días de firmar mi contrato con esa nueva agencia en Daegu. Era una pequeña empresa, algo irrelevante en la industria, pero que tenía buena suerte en vender música a los cantantes de Seúl. Sunmi una vez fue número uno en los mejores lugares de música de Corea incluso internacional, eso, hasta que llegó Suran y su nuevo productor, o sea yo. Entonces Sunmi se tomó un ligero descanso antes de volver a los escenarios, regresó a Daegu en busca de carne fresca que le ayudara en su próximo regreso. Entonces aparecí yo, en el estudio de Je Hyuk, su mejor amigo.

-Soy Min Yoon Gi.- me presenté al momento de estrechar su mano.

Ella me dio un ligero vistazo de pies a cabeza, con esa expresión de incertidumbre. -¿Por qué te conozco?-

-Agust D.-

-Oh, ya veo.- di en el blanco. –Fuiste productor de Shin Su Ran, ¿qué me garantiza que puedes hacer algo mejor para mí?-

-Conozco tus conceptos y tus habilidades vocales, y conociendo los altibajos de Suran, ¿por qué dudar de mí?-

A ella le gustó bastante mi seguridad. –Me gusta tu estilo.-

Sunmi era una mujer decidida a hacer lo que fuera para volver a la cima de la industria. Era agradable, lo admito. Ambos congeniamos muy bien.
Trabajamos en su próximo álbum por meses, y en esos meses algo tenía que suceder debido a sus constantes coqueteos.
Al principio lo ignoré porque de verdad no tenía idea, pero una noche, tarde en el estudio, fuimos un poco más lejos. Y simplemente pasó a algo más grande.

No hablo de sexo.

No pude hacerlo.

No pude.
Ocurrió en mi departamento, tal vez pudo ser porque ambos estábamos ebrios, pero el ardor en nuestros labios y la excitación eran más fuertes que nuestro uso de la razón.
Me dejé caer en el sofá y ella, sin romper el beso, tomó el mando encimándose sobre mí. Sosteniéndome del cuello, luego para bajar botón por botón hasta quitarme la camisa.
Rompió el beso a mitad de una sonrisa traviesa. Bajó hasta ponerse de rodillas entre mis piernas. Y ahí fueron sus manos a desabrochar mi cinturón junto con mis pantalones.

-No lo hagas.- justo la detuve cuando vi su intención de sacar mi... –Lárgate.-

-¿Qué?-

-¡Largo! Vete.-

-¿Estás loco?-

Me levanté antes que ella, volviéndome a ajustar los pantalones y quitándome los restos de labial en mi boca. –Lárgate.-

Y sí, se fue, con toda la indignación del mundo. Me odió por el resto del mes en que terminamos su lista de canciones.

Nunca me pregunté con exactitud por qué no pude hacerlo. Quería, eso es seguro, tenía una conexión buena con Sunmi y ciertas cosas en común, pero nunca me enamoré de ella como tal.

"De Kim Seok Jin:
Ayer fue el baile de primavera en el instituto de Doyeon, el mismo chico fue su cita. Al parecer es extranjero. ¿Estás seguro que quieres que siga contándote de esto?"

¿Por qué a Doyeon le resultó más fácil olvidarme? Ella tan rápido encontró a otro chico. Un chico que sí la llevó a ese maldito baile, al maldito parque de diversiones y a un puto circo.

"Tú eres tú, yo soy yo, esa es tu fórmula..."

¿Por qué de alguna manera mi relación con las mujeres resultaba ser más tóxica que en mi pasado?
Intenté cambiar, dejé de ser tan borde con las personas. Mis tíos fueron siempre demasiado buenos conmigo y yo con ellos, dejé de lado el rencor hacia mis padres e intenté superar todo mal hecho que cometí.
Con ayuda de mi tía, intenté limpiar mi corazón. Lo intenté.

Pero aún tenía que lidiar con mis malas decisiones. Y aquel agujero negro llamado depresión.
Tal vez por eso aún seguía a la defensiva en ciertas ocasiones.

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Lee Seung Ri fue otra chica con la que "intenté" encajar en mi aún vacío estilo de vida. Una bella colegiala de 17 años, mi alumna de piano tres días a la semana.
Desde el primer día noté sus ojos encantadores. Siempre estuvo atenta a mis instrucciones, pero realmente no me prestaba atención como tal ella fingía.

-Fa, Sol, Fa, Fa, Fa,, Mi, Sol, Mi. Inténtalo.-

-Ouh, ¿eh?- siempre me miraba tan inocente y perdida, y cada vez que tocaba sus manos para colocar sus dedos en las teclas correcta, notaba su pequeña sonrisa tímida.

-Se acabó la hora.- dije antes de ponerme de pie.

-¿Maestro Min?- siempre detesté que me llamaran así. –Antes de irme, ¿puedo hacerle una pregunta?

-Min Yoon Gi, ¿puedo preguntarte una cosa?-

-¿Qué tal si me lo preguntas la siguiente sesión?-

-Tenga una cita conmigo.- vaya, ni siquiera fue una pregunta.

-¿Cita?-

-Usted es joven, a veces me siento extraña hablándole de manera formal... entonces quiero, bueno, quisiera que congeniáramos... más. Me gusta mucho.-

-¿Cuál es tu concepto de cita?-

-¿Eh?-

Básicamente la ataqué con esa pregunta. –Cita.- repetí. -¿Qué haces en una cita?-

-Eh, no lo sé, ¿cine, cenar juntos?-

-Detesto los cines.-

Bueno, cuando dije "intenté" quise decir que no tan bien.
Admito que lo consideré, pero no quise arriesgarme con la diferencia de edad. Cinco años de diferencia no me daría nada positivo. Doyeon eran tres y miren lo que pasó. En fin, no me esforcé mucho con esta chica.

Al final Lee Seung Ri tuvo que conseguirse otro maestro de piano porque le incomodó demasiado tenerme cerca después de su fallida "confesión".

Mi problema con las mujeres era que no quería estar con ninguna otra que no fuera Doyeon.

"De Kim Seok Jin:
Doyeon se gradúa del instituto la siguiente semana, ¿irás a la ceremonia?"

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