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Jimin rebuscaba algo en sus bolsillos ante la mirada de fastidio de Yoongi, quien esperaba en la puerta resoplando con impaciencia.

-Jimin, por todos los dioses, ¿qué estás buscando? -Yoongi se frotó la cara por tercera vez en cinco minutos. Esperar no era su fuerte.

-Ah, Yoongi, qué molesto eres. -Jimin hizo una mueca de burla en su dirección y, buscando en los bolsillos traseros, encontró lo que buscaba, pero Yoongi no alcanzó a verlo del todo, cosa que también le fastidió. Si odiaba esperar, que le dejaran con la intriga era algo que, sin lugar a dudas, odiaba aún más.- Ya está, ya lo he encontrado.

Y con una leve sonrisa, el rubio pasó por su lado saliendo a la calle y volviéndose para esperar a Yoongi, quien en ese momento cerraba con llave su puerta. Caminar con el peliazul ya se estaba haciendo una costumbre, y era una costumbre que no quería cambiar.

-¿Me vas a decir qué era lo que buscabas con tanto ahínco? -dijo Yoongi mirándole.

-No quiero. -el menor infló las mejillas y Yoongi tuvo que pedir toda la paciencia que pudiera al cielo por eso de <Señor, dame paciencia, porque si me das fuerza lo mato>.- Es... Un secreto.

-¿Un secreto? -Yoongi suavizó un poco su mirada e hizo un mohín con los labios.- ¿Por qué?

-¡Porque son interesantes, hyung! -respondió Jimin con entusiasmo.- Tienes que tener paciencia para ir resolviéndolo poco a poco... ¡Como un puzzle de mil piezas!

-Si estás comparando algo interesante con un puzzle complicado, -Yoongi hizo una pausa mirando las blancas nubes- yo sería un puzzle de estos para niños pequeños con cuatro piezas. Y esas piezas serían... Comer, dormir... Hmm... Creo que me han sobrado dos piezas... -el rubio se echó a reír ante la comparación de Yoongi, quien estaba ligeramente avergonzado.

-Eso no es así. -comentó Jimin cuando por fin calmó su risa.- Para mí tú eres de esos puzzles de diez mil piezas, a los que encima le faltan unas cinco y nunca puedes acabar de resolverlos -el rubio miró a Yoongi sonriendo- Esos, Yoongi, son los mejores puzzles que se puedan resolver, porque nunca puedes resolverlos del todo.

-¿Y de qué te sirve entonces si no puedes resolverlo del todo? -preguntó el peliazul con el ceño fruncido.-

-¿De qué te sirve el poder resolverlo del todo? -Jimin hizo una pausa mientras miraba a Yoongi por el rabillo del ojo, quien estaba con el ceño aún fruncido, probablemente pensando en las palabras del pequeño rubio.- ¿No crees que es bonito no llegar a conocer a alguien del todo?

-¿Por qué eres tan filosófico? -Yoongi miró a su acompañante.- Me acabas de rallar la cabeza, pequeño bastardo.

-¿Ese será mi nuevo apodo? -Jimin miró también a su pequeño peliazul, el cual le observaba con una sonrisa burlona en la cara- Preferiría que me siguieras llamando bebé, la verdad.

Jimin suspiró sonriendo ruborizado cuando, en vez de escuchar respuesta alguna por parte de Yoongi, notó una suave caricia en su mano. Era algo que solía hacer a menudo cuando no sabía qué decir. Esas pequeñas muestras de cariño era su manera de responder sin que tuviera que ser con palabras, y a Jimin no le molestaba en absoluto.

Continuaron su marcha hasta que el rubio vio no muy lejos de allí una floristería abierta y sin mucha gente dentro.

-Oye, Min Yoongi -Jimin se puso delante de Yoongi para que este no pudiera seguir andando y se parara.- Puedo... ¿Puedo hacerte una pregunta? -Yoongi asintió.- Pero no quiero te moleste ni nada.

-Oh, vamos, Jimin, bebé, que no me va a molestar, ya lo sabes -Yoongi puso los ojos en blanco y luego miró a Jimin con una sonrisa en la que se le veían las encías.- Pregúntame.

let me love u {Yoonmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora